Si yo tú, si tú yo contigo 200 - Finalizado [Good Omens]

CCCXV

Azirafel bajo del taxi un par de calles antes por un error en la dirección, camino entre las pequeñas casas tratando de identificar cual era la que coincidía con la fotografía que el Alpha le había enviado hace un tiempo.

Después de un par de intentos más, el chico al fin identifico el lugar, pero este lucía completamente diferente a la imagen, las plantas en el patio eran verdes y mucho mejor cuidadas, la pintura en la fachada no se caía a pedazos, y parecía como si recientemente se hubiera aplicado una nueva capa dándole de nuevo el aspecto de un lugar acogedor.

"¿Crowley hizo todo esto?" Murmuro Azirafel acercándose al lugar "Debió de haberle tomado semanas de trabajo..."

El Omega se detuvo frente a la puerta, pero cuando estaba a punto de tocar el timbre se dio cuenta de lo apresurado que estaba siendo con sus acciones.

"¿Y si verme le hace mal?" Dijo en voz alta dando un paso hacia atrás "Actúe sin pensar... Ni siquiera sé si él se ha recuperado lo suficiente... ¿Y si mis feromonas lo afectan tan solo de darse cuenta de que estoy aquí?"

El chico comenzó a alejarse asustado, y su aroma se intensificó, trato de disminuirlo, pero no podía dejar de pensar en aquella ocasión en que el Alpha había perdido el control y lo había atacado hasta casi marcarlo.

"¿Buscas a alguien?" Le llamo una voz sacando al chico de sus pensamientos "Justo ahora no hay nadie en casa.... ¿Estás bien muchacho?"

Al voltear, Azirafel se encontró con el vecino de a lado, trato de recordar su nombre sin éxito, miró entre la casa y el hombre, supuso que se trataba de un Beta, ya que no parecía reaccionar a sus feromonas.

"¿S-sabe si aquí vive un Alpha? Pelirrojo, de ojos amarillos no tiene más de veinte y cinco años..."

"¡Crowley!" Exclamó el hombre con una sonrisa "Si, él vive aquí con Beatriz y Bertha, son madre e hija, ese chico ha sido una bendición para ellas"

El Omega no contestó, solo bajo la vista apesadumbrado, cosa que no paso desapercebida para el anciano.

"Beatriz está trabajando, y el chico salió a pasear con Bertha" Explicó Freddy "Si se pone necia les debe de quedar al menos dos horas antes de volver... Tú eres Azirafel ¿verdad?"

"¡¿Cómo sabe mi nombre?!" Preguntó el chico con verdadera sorpresa.

"Bueno, Crowley me ha hablado muchísimo de ti... O al menos lo hacía antes... ¿Quieres pasar a tomar limonada? Puedes esperarlo en mi casa..." El chico abrió la boca para negarse, pero terminó asintiendo y siguiendo al hombre.

Dentro, el lugar era acogedora, una suave música se escuchaba de fondo y las paredes estaban llenas de discos, carteles y fotografías.

"¿Prefieres limonada natural o mineral?"

"M-mineral..."

Con curiosidad, el rubio comenzó a ver con más detenimiento las fotografías, centrándose en particular en una bellamente enmarcada que mostraba a un par de hombres vestidos de blanco y ostentando un par de anillos dorados.

"Ese somos mi esposo y yo" Freddy apareció colocando las bebidas sobre la mesa "Hace ya unos treinta años..."

"L-lo siento, no quería ser impertinente..." Se disculpó el más joven.

"¡No lo eres! ¡Amo hablar de mi esposo!" Rio con diversión el hombre "El detesta esa fotografía, pero a mí me gusta que sea lo primero que ven las personas al entrar..."

"¿Dónde está su esposo ahora?" Azirafel se sentó frente la pequeña mesa de centro tomando uno de los bocadillos frente a él.

"Tuvo que ir al hospital..."