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"Eso es todo por hoy muchachos, para mañana necesitan entregar sus ensayos sobre La alegoría de la caverna de Platón, sin excusas" El profesor se dirigió directamente a Azirafel quien ocupaba un lugar en la primera fila y solo bajó la mirada avergonzado "Pueden retirarse..."

La Facultad a la que asistía el Omega se encontraba en el centro de la ciudad, y a diferencia de la Universidad Tadfield son de su hermana era subdirectora, su escuela era muy pequeña y estaba compuesta por solo dos edificios y un tercero en construcción, un área de jardines y la cafetería.

Ese último año había sido especialmente duro para el chico, debido a toda la situación referente a sus feromonas y familia, había pedido prórroga tras prórroga y las inasistencias tampoco le ayudaban, por lo cual debía de poner su mejor esfuerzo para poder volver a ser el alumno ejemplar que era a inicio de carrera.

Mientras pensaba en todo eso, el rubio se dirigía a su siguiente clase, cuando una conmoción cerca del edificio en proceso llamó su atención.

"Hemos escuchado mucho de ti ¿sabes?" Era un chico alto y robusto de cabello negro con rubio, un Alpha dijo para sí mismo Azirafel "Algunos rumores dicen que has estado con todos los profesores y por eso no te han expulsado de aquí..." Habló ahora un chico delgado, pero más alto que el primero, de cabello largo castaño, también Alpha "¿Por qué no vas a pasear con nosotros? Seremos mejores que esa bola de vejetes..."

El rubio se acercó un poco más, siendo muy cuidadoso de ocultar su aroma, entonces observo a un tercer chico, más pequeño y menudo, con una corta melena café y de suaves y finos rasgos, además de un collar que ostentaba alrededor de su cuello, sin duda alguna un Omega.

"¡No te hagas el idiota! ¡Sabemos que lo quieres!" En ese momento el Alpha más alto jalo al chico del brazo, Azirafel pensó en que debía de tratar de pedir ayuda, pero no había nadie alrededor, y si se daban cuenta de su presencia, no quería ni pensar en que podía pasar.

"Suéltame en este instante" Dijo al fin el Omega "Esta ropa vale más de lo que llegarás a ganar en tu asquerosa vida..." El comentario hizo enfurecer más al par de sujetos "¡Como te atreves! ¡No eres más que un Omega! ¡Vamos a mostrarte quien manda aquí!"

Un intenso golpe de feromonas llegó de repente a Azirafel, tenía que marcharse de allí, pero no podía dejar solo a aquel muchacho, sin embargo, mientras decidía que hacer, la intensidad disminuyo, y sin poder creerlo, observó como el otro Omega derrumbaba a ambos tipos en cuestión de segundos.

"No me hagan reír" Murmuró el castaño "¿Creen que por ser Alphas me van a intimidar? Podría partirles el culo cuando quisiera" Cuando uno de los tipos trato de levantarse arremetió una patada en el estómago de este y luego otra a su compañero, para después marcharse como si nada hubiera pasado.

"¡Espera!" Azirafel le llamó corriendo tras él "¡Por favor detente!" El chico se giró y el rubio se dio cuenta de que debía ser apenas mayor que él "¿Estas bien? ¿No te lastimaron? Y-yo... Lo siento tanto, debí ir a pedir ayuda... ¿Te hicieron daño?"

"¿Quiénes? ¿Ese par de Alphas? Para nada... Me encuentro imbéciles como esos todo el tiempo..." Respondió sonriendo el chico "Fue realmente increíble... ¿Cómo lo hiciste?"

"Bueno... Un poco de clases de defensa personal y... Saber usar mis feromonas Omega..." El rostro de Azirafel mostró una expresión de sorpresa total, la cual le pareció muy linda al otro chico "¡¿Puedes enseñarme a hacerlo?! ¡A controlar mis feromonas de ese modo!"

"Oh vaya..." El castaño comenzó a reír cantarinamente "Nunca había tenido una solicitud de este tipo antes..."

"¡Lo siento! N-no quise ser impertinente" Apresuró a disculparse el rubio "E-es solo que... Nunca había visto a un Omega defenderse de ese modo... Si yo pudiera hacer eso... No tendría que depender de los demás..."

"Sabes" El otro Omega cruzo los brazos sobre el pecho y con una dulce sonrisa miró de arriba abajo a Azirafel "Eres lindo y me caíste bien, puedo decirte uno o dos trucos sobre ello... Por cierto, soy Wilde, estudiante de literatura de último año" Dijo extendiendo su mano "Soy Azirafel... Filosofía de tercer semestre... Un gusto..."

Conversaron un poco acercándose a la entrada de la Facultad, Azirafel ya iba tarde a su clase, así que no había sentido de que volviera al aula ahora, cuando se encontraban cerca de la puerta un automóvil negro se estaciono en la acera de enfrente, y Wilde tuvo que despedirse.

"Nos vemos luego Zira, y no olvides Wilde, como el autor..." El castaño salió corriendo y Azirafel se despidió con la mano, feliz de haber hecho un nuevo amigo.

"¿Es tu novio? Espero que entiendas que no estás aquí por diversión..." Dijo un hombre en el asiento del copiloto "Cierra la boca..." Wilde encendió un cigarrillo y lanzó el humo por la ventana con el auto ya en movimiento "¿Qué has averiguado?"

"Nada, ya les dije que no volvió a la agencia, nadie sabe nada..." El Omega dio otra bocanada a su cigarro "Más te vale no mientas pequeña mierda, sabes que esto no es un juego..."

"Lo sé... Lo sé..." El chico se recargo en el asiento y por el rabillo del ojo, observó la cara deformada de aquel hombre, después al Alpha en el asiento del conductor, maldijo el momento en que terminó metido en aquel embrollo.

"Sólo tienes una misión Wilde" Volvió a hablar el hombre con el rostro desfigurado "Encontrar a Lilith y decírnoslo, después de eso... Te dejamos en paz, no más deuda, y no más nosotros, fácil ¿verdad?"

El chico no contestó, siguió consumiendo su cigarro, hasta que le quemó los dedos y pensaba que en donde sea que estuviese Lilith, ojalá jamás se le ocurriera salir.

Si yo tú, si tú yo contigo 200 - Finalizado [Good Omens]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora