Si yo tú, si tú yo contigo 200 - Finalizado [Good Omens]

CCXXVII

"Amo Metatron" Llamó la señorita Elsa "Amo Metatron" El Alpha siguió sin responder mientras observaba los papeles frente a él "¡Amo Metatron!"

"Eh... Yo... ¿Qué sucede?" Dijo al fin tratando de disimular su sorpresa "Amo, espero perdone mi impertinencia, pero siento que es parte de mi deber indicarle que estos últimos días su comportamiento ha sido" La mujer hizo una pausa larga "Inusual... Ha estado distraído y me preocupa que haya algo que lo esté molestando"

"E-estoy bien, estoy esperando los resultados de la auditoria de Gabriel, es todo" Contestó en tono serio el hombre "Disculpe mi intromisión entonces"

"Haga el favor de salir y cerrar, a menos que sea algo importante no quiero que nadie me moleste" La mujer quiso agregar más, pero al final se limitó a obedecer dejando solo al Alpha en su oficina.

"¡¿Qué rayos pasa conmigo?!" Exclamó el hombre cubriendo su rostro avergonzado "¡¿Qué me llevó a ir a media noche a dejarle flores?! ¡Ahora debe pensar que no soy más que una especie de acosador extraño! ¡¿En qué pensabas Metatron?!"

Desde la charla que habían mantenido en su despacho, el líder de la familia Archangel había querido acercarse a Lilith para ver si ella podía por fin contarle la verdad que escondía su pasado, sin embargo, desconocía cual era la manera correcta de hacer tal movimiento, temiendo que la chica pudiera estar molestas y como acto desesperado había decidido optar por un acercamiento más directo llevándole un regalo para que eso le diera el pretexto de conversar, no obstante, una vez que llego a su habitación y se dio cuenta de la situación, le pareció demasiado inapropiado ir a altas horas de la noche a los aposentos de una dama cuando esta se encontraba sola, tal fue su vergüenza que dijo unas cuantas palabras y huyó de allí.

"¡No lo hice con otras intensiones!" Levantó la vista sonrojado "¡Además ni siquiera debería importarme que es lo que piense de mí!" Cruzó los brazos sobre su pecho recordando el rostro de sorpresa de la Omega al verlo frente a su puerta "¿Por qué me importa tanto lo que crea de mí? Es una chiquilla impertinente, traviesa y rebelde.... Apenas y debe ser mayor que Azirafel..."

El Alpha se levantó para servirse un trago, camino alrededor de la oficina tratando de aclarar sus ideas, luego se dirigió a una de las puertas que daba al baño privado.

"Eres demasiado viejo para estas cosas Metatron" Dijo a su reflejo después de lavar su rostro "Sea lo que sea que sientes por esa chiquilla no es amor... Es... Es..."

"¿Deseo?" Una voz que hacía mucho no escuchaba resonó en su cabeza "El peor Alpha que ha cargado con el apellido Archangel al fin despierta sus instintos" Era la de su padre "Ella es tan joven, tan llena de energía, bella e indomable... Todo lo que nunca fuiste o serás"

"Cállate..."

"¿Alguien así podría siquiera quererte? Debe ser tan repulsivo para ella que siquiera le mires... Por más que trates jamás llegarás a nada ¿por qué siquiera te esfuerzas? Nada de lo que has logrado será capaz de ocultar lo que eres en verdad..." Metatron tapo sus oídos tratando de ignorar aquello "Un fracaso, un Alpha de baja categoría que apenas es capaz de generar algún aroma... Nadie nunca te amo y nadie nunca lo hará... ¿Por qué siquiera imaginas algo así'"

El Alpha quería replicar a aquello, pero no podía, no era la voz de su padre, era su propia mente, quien le recordaba cada minuto cuál era su verdadera posición.

Sin darse cuenta había terminado hincado sobre los fríos azulejos, con el pulso acelerado y los puños blancos de apretarlos tan fuerte. Tres golpes se escucharon en la puerta sacándolo de su estupor.

"Amo" Era nuevamente la Señorita Elsa "¡Si no es importante no me interesa!" Se puso rápidamente de pie para volver a su lugar "Amo Metatron, es una visita..."

"No tengo ninguna programada para hoy..."

"Es el amo Azirafel, dice que le gustaría hablar con usted..." El Alpha levantó la mirada sorprendido, la última vez que había hablado con Azirafel a solas, las cosas no habían terminado exactamente bien "Hazle pasar..."

¿Estará bien? Se preguntó consternado, el menor de sus hermanos fue siempre el que más le preocupó, aunque nunca haya sido capaz de expresarlo abiertamente.