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"¡Esto es increíble Dagon!" Exclamo Uriel mirando con asombro los enormes tanques de agua azul donde los peces nadaban de un lado a otro "¿De verdad te gusta? Adoro la fauna marina, pero no estaba segura de si fuera divertido también para ti"

"¡¿Bromeas?! ¡Me encanta! ¡Todo es precioso y tienen tantos animales que no conocía!" La castaña sonrió sonrojada por la respuesta "Realmente agradezco tu invitación" Agregó la morena "En verdad necesitaba relajarme tras esa mortal semana de auditoria..."

"Ni que lo digas, Bee dijo que fueron también con él, bonito momento para ir al baño, me perdí toda la acción" Uriel rio por el comentario haciendo que el corazón de la más alta diera un vuelco en su pecho "Cuando aquello terminó, Ba'al pasó hecha una furia frente a mi escritorio, sea cual sea el resultado de la planta, para esa chica fue un tremendo fracaso"

"Si yo te contará..." Tras esas palabras, Dagon comenzó a explicar los sucesos acontecidos el último día de la visita tal y como lo había escuchado de sus compañeros laboratoristas "Supongo que eso deja como ganador del triángulo amoroso por Gabriel Archangel a Beelzebub"

"Sabes" Dijo Uriel mientras continuaban su recorrido "No entiendo cuál es esa fascinación por los Alphas, tienen muchas ventajas por su condición, sí, pero al final son personas como todos nosotros, y con la desventaja de no poder controlar sus instintos a voluntad si sus feromonas los llegan a controlar"

Desde siempre Dagon ha tenido una cierta fijación por las chicas Alphas, siempre le han parecidos las más agraciadas, inteligentes e interesantes, además del atractivo sexual que su condición les da por naturaleza, bajo otras circunstancias, hubiera dado a Uriel un listado de razones del porque los Alphas son excelentes parejas potenciales, sin embargo, en esos momentos en lo único que podía pensar era en como los pantalones elegidos por su amiga remarcaban tan bien su figura y las increíbles ganas que tenía de sostener su mano, ni siquiera parecía recordar a las chicas Alpha.

"Estoy algo cansada" Comentó la morena "¿Te parece bien si nos sentamos un momento?" Encontraron cerca de allí una banca de madera en donde se dispusieron a descansar "Después de esto podríamos ir a la exhibición de pirañas, según los folletos es algo fascinante de ver"

"¡Las pirañas son mis favoritas!" Exclamó la castaña con energía "¡Me encantan sus afilados dientes y su sed de sangre!"

"Son peces de lo más curiosos" Comenzó a explicar Uriel "Estuve leyendo sobre ellos ¿sabías que poseen 28 afilados dientes de 3 milímetros cada uno?" La morena siguió hablando sobre más curiosidades de esos animales, sin embargo, la atención de Dagon no estaba exactamente en las palabras de su compañera, miraba como sus labios se movían mientras pensaba si estaba mal querer besarla en esos momentos.

¿Por qué imagino algo así? Se preguntó la Beta, Uriel ni siquiera es mi tipo, pero no puedo dejar de pensar en ella como algo más que una amiga ¿estará mal si doy el primer paso? ¿Ella me rechazaría? ¿Dejaría de querer ser mi amiga?

"Dagon ¿estás bien?" La chica estaba tan sumida en sus pensamientos que no se dio cuenta de cuando su compañera comenzó a hablarle "¿Eh? Si, perdón, me distraje ¿qué decías?"

"¿Segura? Tu cara está muy roja, puede ser fiebre" Al decir aquello, la morena acercó su frente a la de su amiga para medir su temperatura "Si pareces un poco caliente..."

Aquello tomo completamente desprevenida a Dagon, quien reacciono sin pensar, cerró sus ojos y plantó un beso en los labios de Uriel, acunó su rostro entre sus manos y profundizó aún más el acercamiento, le tomo unos cuantos segundos darse cuenta de lo que acababa de hacer, se separó avergonzada y mirando la cara de sorpresa de la otra chica.

"Y-yo... ¡No sé qué me paso! ¡Lo siento!" La pena venció a la castaña quien se levantó de un saltó y salió corriendo del lugar con el rostro enrojecido.

Uriel sabía que debía levantarse a seguirla, pero aquel beso la había dejado tan conmocionada que ni siquiera podía pensar con claridad, llevó las yemas de sus dedos hasta sus labios y se preguntó si no estaba soñando.

"¡Dagon!" Exclamó poniéndose de pie "¡¿Hacia dónde se fue?!" La morena salió corriendo, tratando de encontrar el camino que la castaña había tomado.

"¡¿Cómo la veré a la cara ahora?!" Se lamentaba la Beta en la parada de autobuses "¡¿Por qué hice eso?! ¡Maldita sea!"

"¡Dagon!" Uriel había corrido tan rápido como se lo permitieron sus piernas, que al llegar apenas y tenía aliento "¡L-lo siento!" Volvió a disculparse la más alta "¡Nunca creí que me gustarás de esa manera! ¡Yo lo hice sin pensar! ¡Es que estabas tan linda! ¡Si no te sientes del mismo modo lo entenderé!"

"¡Me siento del mismo modo!" Le interrumpió la morena "¡Tú también me gustas de esa manera!"

"¿Te gusto?"

"¡Si! ¡Me gustas desde hace mucho tiempo!" Esta vez fue el turno de Uriel de avergonzarse, cubrió su rostro con sus manos sin poder mirar a la cara a la otra Beta "B-bueno... ¿Y ahora qué?" Preguntó Dagon "¡No lo sé!"

De repente ambas chicas estallaron en risas, se miraron por un momento hasta que se tomaron de las manos enlazando sus dedos y volvieron al acuario con una sonrisa boba en el rostro.

Si yo tú, si tú yo contigo 200 - Finalizado [Good Omens]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora