CVII

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Cuando las puertas del elevador se abrieron, Beelzebub no esperaba encontrarse con Gabriel y menos aún ver a Ba'al a su lado, aquella imagen le molestó, pero se rehúso a dejar que el Alpha lo notará por lo que fingió que no le importaba y siguió su camino indiferente.

Una vez en su oficina se dispuso a terminar sus informes, centrándose lo mejor posible en el trabajo y no en el hecho de que aquella Omega estuviera abrazada al castaño y él luciera tan cómodo con ello.

"Si hubiera sido yo, sólo me hubieras alejado ¿no Gabriel?" Murmuró para sí mismo "No Beelzebub, no" El chico revolvió su cabello exasperado "Habíamos dicho que no pensaríamos más en ese idiota, no sentimos nada por él ¿de acuerdo? Sólo fue la fiebre del momento y nada más..."

Con bastante dificultad para concentrarse, pasó el resto del turno encerrado en su oficina anotando y comparando datos, suspiro de alivio cuando al fin llegó la hora de salida, guardó sus cosas y se retiró lo más rápido que pudo, tratando de no encontrarse con nadie hasta el camino a su auto.

Al llegar a casa arrojo sus cosas sobre el sofá, pensando en que al igual que su cama los había comprado con dinero del Alpha.

"Al final no era más que tu juguetito ¿verdad? Dándome regalos a cambio de..." Dijo con amargura el pelinegro "Sólo me iré a acostar" Lanzó sus ropas por todas partes y bajo el agua tibia comenzó a relajarse, pero incluso así su ánimo no mejoro.

Se echó en la cama soltando el aire, tomo su teléfono para asegurar que su alarma estuviera configurada y de manera automática terminó accediendo a la galería, primero bajando por las imágenes de sus hermanos algunas solo de Lucifer.

"¿Por qué se siente diferente? Aún te quiero, tú y Crowley lo son todo para mí, son mi familia, pero es tan distinto ahora..." Hizo zoom en el rostro del Alpha sin embargo la manera en que le miraba ya no era la misma que antes "Que mis sentimientos hacia ti hayan cambiado" Comenzó a explicarse "No tiene nada que ver con Gabriel, yo no siento nada por Gabriel ¡nada!" Puso a cargar el teléfono y se acomodó para dormir, no tuvo que esperar mucho antes del que sueño lo reclamará.

"No llores Beelzy" Dijo una voz "Ya casi llegamos" La lluvia caía con fuerza y el paraguas que llevaba el niño a su lado no era suficiente para cubrir a ambos "No me sueltes" La pequeña mano de Beelzebub le sujetaba con fuerza.

Los pequeños siguieron caminando, aunque el pelinegro no sabía hacia donde iban y la lluvia no parecía que fuera a parar, la mitad de su cuerpo estaba empapado.

"¿Lucy?" Preguntó el niño al sentir como su compañero se detenía de repente "Espera aquí Beelzy..." Sin agregar más soltó su mano y corrió lejos de él "¡Lucy! ¡Lucy!" El pelinegro lo persiguió, pero sus cortas piernas no lograban alcanzarle "¡Lucy!" Gritó antes de caer al suelo golpeándose la barbilla.

Al alzar la vista, miro a lo lejos como el otro pequeño ofrecía su paraguas a una niña de cabello castaño recogido en un moño, ella lo acepto y ambos se resguardaron del agua, a pesar de que la chica era más grande que Beelzebub, la sombrilla cubría perfectamente a los dos, el pelinegro comenzó a llorar.

"¿Estás bien?" Frente a él apareció otro niño, quien se apresuró a protegerlo con su paraguas "¿Te lastimaste?" El más pequeño no contestó nada solo sollozaba en silencio "Estás sangrando..." Aquel chico se agacho y con un pañuelo limpió su herida "Me llamó Gabriel ¿cuál es tu nombre?"

No hubo respuesta.

"¿Quieres que compartamos mi paraguas? Es lo suficientemente grande para los dos" Con una sonrisa el castaño le ofreció su mano, pero Beelzebub no se movió ni dijo nada "Si te quedas así en el suelo te enfermarás" Nuevamente nada salió de su boca "¿No quieres venir conmigo?"

Los ojos lilas del más alto le miraron con tristeza, se puso de pie sin dejar de ofrecer su mano y aun cubriendo al pelinegro de la lluvia.

"Si él no quiere ir contigo, yo puedo acompañarte" Una pequeña se acercó por detrás haciendo girar una sombrilla de lunares, la sonrisa del castaño desapareció al no recibir respuesta y se alejo poco a poco haciendo que las gotas cayeran de nuevo sobre Beelzebub.

"Está bien..." Se dio vuelta y se unió a la niña, luego comenzaron a caminar dejando al pelinegro en el suelo.

"¡Espera!" Gritó "¡Ella no necesita un paraguas! ¡Gabriel!" Se levantó y comenzó a correr "¡Gabriel yo te necesito! ¡Gabriel!"

"¡Gabriel!" Beelzebub se despertó de golpe sudando y con la respiración agitada "Gabriel..." Un par de lágrimas rodaron por sus mejillas, las toco con las yemas de sus dedos "¿Estoy llorando por Gabriel?"

Se recostó nuevamente mirando al techo, ¿por qué soñé con algo así? Se preguntó ¿Por qué no dejo de pensar en él?

Cerró los ojos y lo primero que vino a su mente fue la sonrisa del Alpha cuando estaba contento, recordó el beso afuera de la puerta de su departamento y el cómo le había hecho sentir mariposas en el estómago de una forma que no le había pasado antes, recordó la manera tan dulce en que lo había tratado la primera vez que hicieron el amor, escuchó sus halagos, sintió sus caricias, abrazos y se dio cuenta de lo ciego que había sido hasta entonces.

"Quiero a Gabriel y él me quiere a mí" Dijo en voz alta "¿Aún me quiere? Debo preguntarle... Debo decírselo también..." No pudo volver a quedarse dormido, su cabeza estaba pensando en demasiadas cosas y su corazón no dejaba de latir, no sabía si se sentía feliz o preocupado por ello.

Si yo tú, si tú yo contigo 200 - Finalizado [Good Omens]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora