CCCVI

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"Es más pequeño que en casa de Beelzebub" Pensó con tristeza Crowley mientras acomodaba sus pocas pertenencias en la habitación.

La despedida con sus hermanos no había sido buena, cuando recogió la última caja, no se dignaron a hablar con él y ni siquiera voltearon a verlo.

"Sólo debo darles tiempo" Murmuró el chico "Ellos no pueden dejar de lado sus vidas por mí"

Mientras desempacaba, se encontró con un pequeño marco, era una fotografía vieja, a Crowley le faltaban un par de dientes, Beelzebub tenía cara de malhumor y Lucifer usaba una gorra que no cubría para nada su frondosa cabellera.

"¿Cómo llegó esto aquí?" Se pregunto con una sonrisa, dibujando con la yema del dedo el rostro del par de chicos.

"¿Quieres que ponga un plato para que comas también?" Beatriz apareció sin llamar a la puerta, la cual permanecía abierta, Crowley se sorprendió y rápidamente escondió la fotografía.

"Si, por favor" Respondió el pelirrojo con una sonrisa.

Sintiéndose algo extraño en aquella casa, el Alpha se acercó a la mesa donde la pequeña y menuda anciana golpeaba una cuchara contra el plato, pero al verle la expresión en su rostro cambio por completo.

"¡Beatriz!" Gritó la mujer "Estas tan delgada, ven siéntate a mi lado, esta señora me dio de comer, pero yo creo que quiere matarme..."

La Beta resopló enfadada girando los ojos, mientras el pelirrojo solo trataba de contener una carcajada.

"No la quieren envenenar Bertha" Dijo el chico con amabilidad, tomando una cuchara comenzó a darle de comer en pequeños bocados "¿Lo ve? Esta rico..."

"Sabe a estiércol" Replicó la viejecita con enfado.

"Pero que exagerada que es..." El chico tomo otra cucharada y probo la comida, dándose cuenta de que el sabor era terrible, debido a demasiada sal y condimentos.

"Nos quiere matar" Susurró Bertha mirando de mala gana a su hija "Primero seré yo y luego tú..."

"¡A ver ya mamá!" Gritó la mujer fuera de sus casillas "¡O comes lo que hay o no comes nada!"

"No me agradas" La mayor se levantó de su asiento y se dirigió a la sala, sentándose a mirar la pantalla apagada del televisor. Crowley hizo ademan de seguirle, pero la Beta lo detuvo.

"En un rato se le olvidara el enojo, cuando eso pase le ofreceré la comida nuevamente" el chico miró en dirección a la viejecita y luego a la Beta, quien se disponía a seguir comiendo la aberrante sopa, al final decidió permanecer a la mesa con Beatriz.

"¿No irá a trabajar hoy?" Preguntó revolviendo el contenido de su plato antes de dar una probada soportando el mal sabor "Es tarde y aún no se ha preparado..."

"Es mi día libre" Dijo con indiferencia la mujer "Se honesto conmigo ¿esto sabe mal? Tengo problemas con el sentido del gusto"

"Ah... Bueno..." El pelirrojo tragó saliva antes de contestar "Está un poco sobre condimentado... Pero algo de verduras lo balanceara"

Sin preguntar, se levantó de su asiento y con rapidez lavó y cortó un par de zanahorias y apios, calentado el extraño líquido y vertiéndolos dentro.

"¿Cómo es que eres tan bueno en eso?" Continúo la mujer algo impresionada.

"Pues he practicado mucho, en el orfanato solía encargarme de las comidas del resto de los niños" Comenzó a hablar de su pasado como algo natural, pero al ver la expresión de Beatriz, mordió su lengua arrepentido de haber tocado el tema.

Si yo tú, si tú yo contigo 200 - Finalizado [Good Omens]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora