CCCXVII

259 56 12
                                    

El sonido de la alarma despertó a Beelzebub, con pereza acercó su mano hasta el telefono para apagarla, gruño sin querer levantarse, pero el recordar las cuentas pendientes por pagar fue suficiente motivación para salir de la cama.

"¡¿Lucifer quieres algo de desayunar?!" Golpeo varias veces la puerta de la habitación, pero no hubo ninguna respuesta "Debe seguir durmiendo..." Murmuro dirigiéndose al baño.

Desde hace algún tiempo, los días para el Beta parecían grises, las cosas que antes solía disfrutar carecían de significado ahora, él no estaba seguro de cuándo es que eso había comenzado y trataba de no pensar al respecto, ya que cada vez que lo hacía la imagen de la sonrisa triste de cierto Alpha venía a su memoria.

"¡Me voy a trabajar!" Gritó el pelinegro, pero solo le siguió un largo silencio que lo entristeció, Lucifer apenas le hablaba y hacía mucho que no tenía noticias de Crowley, cerró la puerta con fuerza, cambiando la tristeza por enfado.

Antes el laboratorio siempre había funcionado para él, manteniéndolo distraído, enorgulleciéndose por los logros alcanzados, era lo único que necesitaba cuando se sentía deprimido, pero ahora, cada vez que su cabeza se giraba hacia la entrada al escuchar que alguien entraba, o cuando en los pasillos buscaba desesperado un par de ojos lilas que nunca aparecían, eran esos momentos los que lo hacían odiar estar allí.

"¿Tu qué opinas Beelz?" El chico parpadeo un par de veces confundido sin tener idea de que era de lo que estaban hablando.

"¿Qué me preguntaste?"

"¿Quieres salir con nosotros hoy por la tarde?" Dijo Dagon con una sonrisa "Erik dice tener un par de boletos extras para el cine"

"Pero eso sí, ustedes comprar la comida, yo tuve tres retardos y lo rebajaron de mi sueldo..." Se quejó el chico ganándose un golpe por parte de Uriel.

"¡Será divertido!" Agregó la castaña "Hace mucho que no salimos, luego pueden venir a nuestro departamento y tomar unos tragos"

"¿Nuestro?" Alzó una ceja el pelinegro.

"Bueno si..." El rostro de Uriel comenzó a teñirse de rojo "Es que Dagon y yo tenemos poco que nos mudamos juntas... Es un lugar pequeño, pero es acogedor..."

El par de Betas se miraron con cariño, Erik rodo los ojos y Beelzebub aunque se alegró por su amiga, no pudo evitar sentir algo de envidia al respecto.

"Me gustaría ir" Contestó el pelinegro "Pero hoy se me complica un poco, lo siento..."

"De acuerdo... Será otro día..." Dijo Dagon no muy convencida y la conversación siguió, pero el Beta no puso la mínima atención.

El día corrió rápidamente, hasta que el timbre que anunciaba el fin del turno sonó, sin muchos ánimos de volver a casa, el chico guardo sus cosas y se despidió de Dagon y los demás, esperando que al menos ellos, pasaran una tarde divertida.

"¡Ya volví!" Dijo Beelzebub cerrando la puerta tras él, pero como sucedió en la mañana, nadie contesto de vuelta.

El Beta miro los platos en el fregadero, enojado de que Lucifer no hubiera sido capaz de ayudarle en algo tan simple, pensó en todas las tareas que tenía pendientes, como limpiar la casa y preparar la cena, no tenía energía para nada de eso, así que optó por echarse sobre el sillón, quedándose dormido.

El frío y dolor de cuello fue lo que lo despertó, afuera ya había oscurecido, haciendo que Beelzebub se lamentará con más fuerza.

"Solo pediré una maldita pizza y ya" Dijo en voz baja poniéndose de pie, haciendo tronar los huesos de su cuerpo "¡Lucifer pediré pizza para la cena!" Caminó hasta el cuarto de su hermano, intento abrir, pero la puerta tenía seguro.

Si yo tú, si tú yo contigo 200 - Finalizado [Good Omens]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora