Si yo tú, si tú yo contigo 200 - Finalizado [Good Omens]

CCCXIX

"No Metatron..." Dijo Gabriel al telefono "Oye estoy haciendo lo que puedo, pero te digo que es como si el sujeto se hubiera esfumado de la nada, incluso fui a la comisaria para preguntar sobre el contacto que había pagado su fianza, pero no pudieron darme esa información... No... De acuerdo, si... Adiós"

Con enfado colgó la llamada y se dirigió de vuelta a su oficina, en el pasillo pudo notar las figuras de Uriel al lado de su pareja y otro trabajador, no muy atrás, la cabellera oscura de Beelzebub, hizo que su corazón se acelerará.

Tuvo que reprimir el impulsó de correr hasta él, y escondiéndose tras la pared observó a lo lejos como se alejaba, preguntándose si el chico ya había hablado con Lucifer.

El día pasó más lento de lo que el Alpha esperaba, a cada tanto miraba su telefono lleno de una ansiedad terrible.

"Estoy volviéndome loco..." Murmuró el castaño cuando había encendido su celular por décima vez en menos de un minuto "Ni siquiera sé que es lo que se supone que estoy esperando..."

Se quedo observando el fondo de pantalla, donde aparecía una fotografía de él y Beelzebub, la única que había sido capaz de converse al Beta para que se tomase, ni siquiera sonreía, veía a la cámara con un puchero y un notable sonrojo, mientras la mejilla de Gabriel golpeaba con la suya agachándose para poder quedar a su altura.

Suspiró derrotado y se dispuso a guardar sus pertenencias, no tenía ánimos de ir a la mansión, había estado evitando lo más posible encontrarse con Michel, no quería mentirle, pero tampoco podía decir nada con respecto a lo que sucedía a su alrededor, así que creyó que lo mejor era mantener su distancia con ella.

Al llegar a su departamento, le pareció solitario, nunca le había molestado lo grande que era hasta entonces, entro a su cuarto donde guardo su saco y bufanda, la cama se sentía demasiado grande para una persona y pensó en los frías que se habían vueltos sus noches sin la presencia de Beelzebub.

Caminó hasta la cocina buscando algo para comer, descubriendo que su refrigerador se encontraba vació, en realidad no le sorprendió, desde que no podía preparar más platillos para el Beta, no se había molestado en cocinar en absoluto.

"¿Tan triste era mi vida antes de conocerlo?" Se preguntó desanimado, recordando al viejo Gabriel, el Alpha orgulloso de portar el apellido Archangel y para quien un estatus como ese era lo más importante, pero ahora, nada de esas cosas le servían ni eran capaces de llenar el vació que sentía.

Rendido, decidió que lo mejor sería dormir, y tratar de olvidarse de todo eso, esperaba que al menos en sueños fuera capaz de volver a ver el rostro de Beelzebub sonriéndole. Tomo su telefono dirigiéndose al baño, cuando sintió como esté comenzó a vibrar y al ver el nombre en la pantalla ni siquiera lo pensó antes de contestar.

"¿Beelzebub?" Dijo el Alpha con el corazón golpeando en su pecho y un nudo que se formaba en su estómago "¿E-estas bien? ¡¿Estás llorando?!"

"Lucifer ze fue..." ¡¿Sin decir nada?! Pensó el castaño enojado "Crowley también... Y me quedé zolo... ¿Zoy una mala persona? ¿Por ezo nadie a quien amo quiere eztar a mi lado? ¿Creez que ez un caztigo? Yo... Lo ziento Gabriel... Por lo mal que me porte contigo..."

"¡No eres malo! Eres... Eres terco y orgulloso, pero haces hasta lo imposible por proteger a las personas que quieres... Beelz no llores ¡¿dónde estás?! ¡Iré a donde me digas de inmediato!" Gabriel corrió hacia su auto, encendió el motor y se puso en marcha.

"¡No me cuelguez! Por favor... Dime que no me odiaz..." En todo el tiempo que llevaba de conocerlo jamás había escuchado que hablara de esa forma, con tanta desesperación, pidiendo no ser abandonado, algo dentro del castaño se rompió al imaginar al chico solo, llorando y casi suplicando que le dijera que no lo odiaba.