CCCLII

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Hacía mucho tiempo que Crowely no dormía de manera tan pacifica, abrió los ojos lentamente, sintiendo como el sol acariciaba su rostro, pero no era molesto o incómodo, en realidad era bastante agradable.

Se incorporó, dándose cuenta de que estaba rodeado de flores y pasto, su cuerpo se sentía diferente, más ligero, con su lengua sintió como le faltaba uno de los dientes frontales, justo como cuando era niño, en la época que se encontró por primera vez con Azirafel y mucho antes de experimentar lo que eran las feromonas.

Sonrió y saltó de alegría, se sentía libre, era una sensación que hacía mucho no experimentaba, comenzó a correr, rozando con la punta de sus dedos la yerba alta, el dolor que había experimentado se había ido, el cansancio, la incertidumbre, la culpa y vergüenza desaparecieron por completo.

Estaba tan emocionado que en algún punto perdió el equilibrio y terminó tropezando, cayó al suelo rapando su cara y rodillas, las lágrimas comenzaron a fluir, en un berrinche propio de un pequeño.

"¿Estás bien?" Se acerco a él una bella mujer de largos cabellos rubios y expresión dulce, quien lo levantó del suelo y sacudió la tierra y pasto de sus ropas "¿Qué haces tú aquí?" Le preguntó realmente sorprendida, viéndola de cerca, realmente parecía un ángel, su rostro le recordó a Azirafel.

"Desperté aquí..." Respondió el pelirrojo mirando al suelo, no quería que aquella amable persona se diera cuenta de sus ojos tan llamativos.

"Querido..." Ella se colocó a su altura, tomando el rostro del niño entre sus manos "Es muy pronto para ti..."

"¿Quién es usted?" Pregunto con genuina curiosidad infantil.

"Bueno, ya hace mucho tiempo desde que nos vimos..." La mujer cepillo el cabello del pequeño Alpha, colocando un mechón rebelde tras su oreja "Mi nombre es Ella... Ella Archangel..."

"¡Tenemos una emergencia en cuidados intensivos! ¡Habitación 1-C!" La doctora que hace un par de horas había hablado con Beelzebub y Azirafel, salió corriendo en dirección al lugar.

"Es la habitación de Crowley..." Murmuró el Beta "Definitivamente es su habitación..." Se levantó, tratando de obtener información por parte del personal médico, pero nadie parecía poder ayudarle.

Gabriel y Metatron solo observaban con impotencia, tampoco tenían idea de que era lo que sucedía, se sentían limitados e inútiles, mientras lo único que podían hacer era esperar.

El menor de los hermanos por su parte seguía sin pronunciar palabra alguna, parecía haberse sumido en alguna clase de súplica silenciosa.

"¿Entonces usted conoce a Azirafel?" Preguntó Crowley jugando con una rama que había encontrado, mientras tomaba de la mano a la joven mujer.

"Y a Metatron, Michel y Gabriel... También conozco a tus hermanos..."

"¡¿Conoce a mis hermanos?!" Gritó con felicidad y asombro el pequeño.

"Si... Mis niños siempre están hablándome sobre ellos, y eso me hace muy feliz" Ella señalo un sitio en el inmenso prado, donde crecían miles de flores multicolor.

"¿Cómo habla con ellos desde aquí?" El Alpha la siguió, hasta que encontraron un lugar para sentarse.

"Pocas veces me llaman en voz alta, pero se cuándo quieren que los escuche, sé cuándo están tristes o enojados, felices o hasta enamorados..."

"¡¿Cómo súper poderes?!" La Omega rio cantarinamente tomando unas flores cercanas.

"Podría decirse que es algo así..." Comenzó a trenzar los tallos con mucha delicadeza "Sé a veces se sienten solos y no saben que estoy a su lado, entonces yo también me siento sola y me pongo triste..."

Si yo tú, si tú yo contigo 200 - Finalizado [Good Omens]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora