CCCXXVI

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"Conocí a Rafael cuando tenía diecisiete años" Beatriz tomo la vieja fotografía mirándola con desprecio "Lo había visto con el resto de los profesores, a veces caminando por los jardines de la escuela o dando asesorías, pero todo fue muy diferente cuando se volvió el encargado de nuestra clase..."

La mujer se detuvo un momento, no parecía darse cuenta de que Crowley seguía allí, hablaba para ella misma más que para el Alpha, quien solo escuchaba atento sin hacer ningún movimiento.

"Me enamoré completamente de él... Era atractivo, amable, educado, siempre tenía palabras de aliento, lucía tan maduro ... ¿Y cómo no lo haría? Frente a un grupo de chiquillas, cualquier imbécil luce maduro" La Beta bufo en una especie de risa triste "Un día en mi afán de acercarme a él, me quedé para ayudarle con las fotocopias para la clase siguiente, éramos sólo nosotros dos en la pequeña biblioteca, su mano rozo con la mía... Y yo lo miré con ojos abiertos como los de un ciervo asustado, lo siguiente fueron sus labios sobre los míos, en un beso suave y largo..."

Con un movimiento lento, Beatriz se sentó nuevamente, sin soltar la imagen ni mirar al pelirrojo, su rostro quedó cubierto por su despeinada melena, pasó un largo rato antes de que continuará con su historia.

"A partir de entonces, empezamos un romance prohibido, con el que sueña cualquier joven de esa edad, un Alpha de alta categoría, un hombre mayor, un profesor educado interesado en una niña ingenua... ¡Fui tan estúpida!" Rasgó la foto en dos partes, luego se inclinó sobre la mesa, sujetando su rostro entre sus manos, respirando por la boca en un intento de mantener la calma y no alterarse.

Crowley se acercó despacio hacia ella, con un gesto de amabilidad coloco su mano encima de su hombro, pero la mayor lo aparto de un golpe y luego se giró hacia él con el rostro cubierto de lágrimas.

"No te atrevas a mirarme con lástima" Declaró con enfado la Beta "¡Y menos con esos malditos ojos idénticos a los de él!"

El chico, avergonzado, solo dio unos cuantos pasos hacia atrás, temió que Beatriz no continuará su historia, pero tras limpiar un poco el maquillaje que corría por su cara, ella prosiguió.

"Hasta que cumplí los dieciocho años nos mantuvimos así, viéndonos a escondidas, enviando mensajes furtivos, besándonos fuera de la escuela sin que nadie lo supiera... Hasta que un día, me dijo que era momento de avanzar, que era lo suficientemente mayor como para pasar al siguiente nivel..."

La Beta se levantó de su lugar, abrió el refrigerador y saco el paquete completo de cervezas que coloco sobre la mesa, tomo una y la bebió de un trago, volvió a sentarse, con la segunda lata en mano.

"Me sentía tan adulta entre sus brazos, tan amada, yo, una simple Beta sin importancia, siendo cortejada por un Alpha como aquel, hacía lo que fuera que él me pidiera, excepto una cosa..."

Crowley movió una silla vacía, estaba cansado y sabía que era historia sería larga, tomo asiento tratando de no hacer ruido.

"Yo siempre le dije que me cuidaba, que tomaba pastillas anticonceptivas o la del día siguiente, pero la verdad es que no era así, las probabilidades de que una Beta se embarace de un Alpha eran bajas, pero yo albergaba la estúpida esperanza de poder concebir un hijo suyo..."

"¿Usted quería tenerme?" Interrumpió por primera vez Crowley "¿Quería ese embarazo?"

"No" Beatriz le miro a los ojos, no había atisbo de mentira en sus palabras "Yo no quería un hijo, yo lo quería a él, y un bebé sería la manera perfecta de mantenerlo a mí lado por siempre, o al menos, eso es lo que la estúpida Beatriz joven pensaba..."

Si yo tú, si tú yo contigo 200 - Finalizado [Good Omens]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora