Jungkook estaba siendo escoltado por sus sirvientes en una tienda que era movida por la fuerza de algunos caballos, si por él fuera iría hasta el reino de los Kim viajando por sus propios medios. Estaba acostumbrado a largas campañas durante las batallas en las que iba de un lugar a otro en su forma de lobo, pero su hermano insistió en que debía llevar un par de guardias y personal de servicio que atiendan sus necesidades así como también para que carguen sus pertenencias durante el viaje. Sin embargo, él no necesitaba demasiadas pertenencias más que su lanza preferida labrada en oro. Hoseok también insistió en que no sería bien visto llegar a un reino vecino portando armas pero aquello era más bien para entretenerse y no perder el entrenamiento.
A medida que se adentraba más en las tierras de los Kim podía notar la belleza autóctona del lugar, grandes praderas con presencia de mucho espacio verde, montañas con cumbres nevadas, pequeños ríos que se desprendían de las laderas y por sobre todo cultivos en su mayoría frutales. Tenía que reconocer que a simple vista parecía ser un lugar muy próspero y ahora comprendía por qué su padre había intentado tomar esos territorios. De todos modos, él nunca había sido enviado hasta allí por órdenes de su madre quien siempre temió de alguna forma a ese lugar.
En tanto viajaba dibujaba una especie de mapa en su diario, tomando nota de lugares que creía adecuados para poder dirigir tropas hacia ese reino. Había muchos puntos ciegos y dudaba que su madre siendo una Valkiria no los hubiera notado, pero entonces... ¿Cuál era el motivo por el cual nadie lograba invadir ese territorio? Pues según le habían contado el pueblo carecía incluso de una muralla protectora y para llegar al palacio no era necesario pasar por la zona residencial que generalmente dan alerta durante una invasión.
Lo más curioso de todo era que algunas personas habían viajado de encubierto a esas tierras haciéndose pasar por refugiados, se habían instalado en el pueblo y nada malo había ocurrido pero en cuanto enviaban pequeñas escuadrillas por los pasos eran fácilmente detectadas... como si ellos pudieran distinguir quienes llegaban a ese lugar con "malas intenciones" ¿Era eso siquiera posible? Jungkook era un mar de pensamientos, buscando respuestas a preguntas que cada vez parecían ser más complejas y fue por ese motivo que partió hacia esas tierras la misma noche en que hizo aquel pacto con su hermano.
Algún tiempo después divisó a lo lejos el palacio del cual los separaba un gran campo de rosas blancas y árboles de cerezos que despedían un aroma encantador que incluso a la distancia podía percibirse. Detrás del castillo podían notarse nuevamente montañas y una vegetación de un verde un poco más intenso haciendo que el paisaje pareciera una obra de arte. Sin embargo algo llamó su atención e hizo que sus instintos de lobo de alarmaran. Águilas. . . ¿Por qué había esa clase de aves sobrevolando el lugar si las montañas estaban a muchos kilómetros y en la parte posterior? Dudaba que se alejaran tanto de su hábitat para cazar presas en el campo de flores y además... no actuaban como si estuvieran buscando alimento.
Si le contara a su familia sobre estas cosas dirían que era un enfermo paranoico, que primero las serpientes y luego las águilas. Aunque quizá... luego de tantas misiones ahora desconfiaba hasta de su propia sombra. Decidió entonces suspirar y relajarse, no iba a descubrir en un día lo que sus ancestros no hicieron por años, por ahora debía concentrarse en integrarse a ese clan y puede que así descubriera un poco más acerca de ellos.
Finalmente al llegar a la entrada del palacio fueron recibidos por los guardias ante los cuales debieron anunciarse desde luego. Bajó de su tienda y se acercó a la puerta pues le indicaron que esperara allí por unos momentos. Se acercaron dos jóvenes Betas que por sus uniformes indicaban que eran de un rango superior.
-Oficial Minho a su servicio mi señor. Le doy cordialmente la bienvenida a nuestro humilde reino- Hizo una reverencia al príncipe inclinando su cabeza un poco.
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Moonchild
FanfictionTaehyung es un Omega sagrado y príncipe de la dinastía Kim. Posee una belleza fuera de este mundo que no solo trata de su aspecto físico sino en la nobleza de su alma, una amabilidad incomparable que lo hace ser amado por todo el pueblo. Sin embargo...