[Residencia Min]
Finalmente había llegado la hora de reunirse con la corte de los Min, pronto conocería la verdadera identidad de todos aquellos seres que según el mismo Yoongi corrompían todo el sistema del reino.
Antes de dirigirse al interior del palacio se ocupó de cambiar un poco su propio aspecto pues no se mostraría como un niño adorable como solía hacerlo con su familia y amigos, aquí haría notar su jerarquía como el príncipe de la dinastía Park y como uno de los futuros gobernantes de la dinastía Min. Mentalizando aquel objetivo, optó por utilizar uno de los trajes que Taehyung le había confeccionado y así mismo decidió peinar sus cabellos hacia atrás, mover el flequillo de su rostro que tan solo lo hacía parecer aun más joven. Una vez estuvo listo se encargó de arreglar también al mismo Min Yoongi para que hiciera juego con él ya que eso daría a sus invitados la sensación de una pareja consolidada muy a pesar de que apenas si se conocían, ante todo debían mantener las formas y no mostrar debilidad, la primera impresión en realidad era muy importante.-Debo admitir que tienes un muy buen gusto- El Alfa hizo ese comentario en tanto observaba finalmente en el espejo la imagen que el menor se había encargado de darle.
-¿Listo para el espectáculo?- Sonrió de lado ya que de alguna forma estaba impaciente por lo que sucedería, principalmente por descubrir lo que realmente Park Jimin era capaz de hacer. Honestamente tenía algunas expectativas sobre él y esperaba que no lo decepcionara ya que había sido quien aceptó ir a la reunión en primer lugar.-Desde luego que sí- Tras aquella frase sujetó el brazo de Yoongi para dirigirse de esa forma hasta el palacio en sí mismo.
Tal y como esperaba antes de ingresar a la sala donde se llevaría a cabo la cena, un guardia los detuvo en el umbral de la puerta para hacer un anuncio oficial con sus nombres. Con paso firme caminó junto al azabache recorriendo con la mirada a todos los allí presentes quienes a su vez lo observaban a él, comprobando así que en verdad todos portaban el mismo aura negativa que el Rey Min. Si eso no era suficiente evidencia, solo bastaba ver las edades de sus "parejas" "acompañantes" o como quiera que les llamaran que no pasaban de los 20 años cuando los nobles debían tener en su mayoría entre 50 y 60 años, no eran más que un grupo de viejos degenerados y buenos para nada que explotaban a su pueblo para obtener sus riquezas.-Tomen asiento por favor- Indicó el monarca tanto a su hijo como a su prometido.
-Jimin, siéntate aquí- Yoongi movió la silla de lugar como un gesto de cortesía hacia el menor quien le sonrió y tomó asiento, cortesía que en realidad mostraba con el único propósito de inspeccionar las reacciones de los allí presentes.
-Gracias- respondió rápidamente siguiendo el juego que Yoongi había comenzado y quien ahora tomaba asiento a su lado.
-Ahora que estamos todos presentes vamos a disfrutar del banquete, propongo hacer un brindis por el compromiso de mi hijo y del príncipe Park Jimin, por esta maravillosa unión entre ambos reinos.
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•- Y dinos Yoongi ¿Cómo te estás llevando con tu prometido?- El primer ministro fue el primero en cuestionar una vez que la cena comenzó.
-Jimin es una persona amable así que no hemos tenido problemas- Se vio obligado a mencionar el nombre de "Jimin" ya que claramente el otro hombre decidió no mencionarlo para desmerecerlo, seguramente por el hecho de que era Omega masculino.
-Es bueno saberlo, me preocupaba que no supieras lidiar con él ya que nunca has tenido un Omega a tu cargo.
-Yoongi no debe lidiar conmigo porque no le causo problemas, después de todo soy sumiso por naturaleza ¿Cierto?- Apenas si dijo una palabra todos los presentes lo observaron como si estuvieran sorprendidos y podía adivinar el motivo, solo los Alfas tenían permitido hablar en la mesa, lo sabía perfectamente porque también en las dinastías Park y Kim solían tener la misma costumbre.
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Moonchild
FanfictionTaehyung es un Omega sagrado y príncipe de la dinastía Kim. Posee una belleza fuera de este mundo que no solo trata de su aspecto físico sino en la nobleza de su alma, una amabilidad incomparable que lo hace ser amado por todo el pueblo. Sin embargo...