[Residencia Min]
Ya habían pasado varios días desde su pequeña "discusión" con Park Jimin si es que así podría llamarla, siquiera habían discutido realmente pero se sintió muy molesto cuando este parecía inconforme a pesar de que lo trataba de buena forma. A causa de ello se mostró un poco agresivo con el más pequeño pero no esperó que eso lo hiciera llorar. Desde ese día en que regresó y lo encontró durmiendo en el sofá, con los ojos irritados de tanto haber llorado, se sintió culpable de haber actuado de esa forma. Jimin tan solo era un niño y estaba allí por un capricho suyo en primer lugar, por no querer aceptar a su hermana mayor que era un Alfa.
Eran dos completos extraños y después de pensarlo con calma comprendió que era normal que el Omega estuviera a la defensiva pues le habían asignado a un Alfa Puro como futuro esposo. Seguramente ese chico había imaginado que actuaría en consecuencia al porte de su raza superior y estaba confundido de que contrariamente fuera amable con él, tenía motivos de sobra para sentirse así.Pensó que sería buena idea darle algo de espacio, irse por unos días para dejarlo tranquilo. Mientras tanto él mismo aprovechó esa distancia para reflexionar, para pensar en cómo debía comportarse con el menor de ahora en más y no hacer que su estadía fuera desagradable, aunque el principal motivo era que quería poner en orden sus pensamientos, el por qué la llegada de Jimin lo había movilizado al punto de volver tocar el piano pero al final de cuentas no halló una respuesta precisa. Aun así, supuso que ya era tiempo de regresar a la residencia, no podía dormir por siempre en el palacio con la excusa de tener trabajo o su padre comenzaría a sospechar, además de todo ya no quería estar allí, el aroma a sexo que plagaba los corredores de ese lugar era una de las cosas que más odiaba así como también a las "doncellas" que servían allí. No significaba que jamás hubiera tenido encuentros sexuales con ellas pero llegaba un punto en que sentía asco de aquellas mujeres que lo buscaban constantemente para aparearse. Ellas no tenían la culpa, sabía muy bien que eran una especie de producto creado por los Jeon para que su único deseo fuera servir a un Alfa pero no podía evitar sentir disgusto aun así, incluso el día anterior tuvo un inconveniente de esa clase, cuando una de las Omegas que estaba en celo se metió en la biblioteca y comenzó a practicarle sexo oral. En ese momento estaba un poco estresado y pensó en hacer uso de ella al menos de esa forma pero luego de eso... su cuerpo simplemente no reaccionó, no consiguió que su miembro cobrara rigidez. Jamás en su vida le había sucedido algo semejante por lo que terminó echando a la Omega del lugar debido a la frustración y llegó a la única conclusión de que su instinto de Alfa no deseaba estar con esa clase de mujeres. Aun continuaba pensando en todo aquello cuando finalmente entró a la residencia en donde Holly lo recibió pero no de forma alegre, más bien daba pequeños saltos y corría en diferentes direcciones como si algo le molestara.
-Siento haberme ido, ya no lo haré- Se colocó en cuclillas para abrazar al cachorro pero este no parecía querer ir con él y de momento a otro fue corriendo a la planta alta en dirección a la habitación. Desde luego que lo siguió y allí vio cómo Holly se enroscaba sobre una prenda que pertenecía a Jimin.
-Maldición...- Maldijo al darse cuenta de que no había rastros de la presencia del menor en la casa, él había escapado. . ."Encuentra a mi Omega"
Sintió una fuerte punzada de dolor en el pecho al escuchar las palabras de su Alfa, al percibir el dolor, angustia y desesperación que le estaba transmitiendo. Tenía que ser un sueño o una maldita broma que le estaba jugando, no podía ser cierto que Park Jimin fuera su Omega, aquellas cosas de los destinados no eran más que fantasías ¿Qué diablos pasaba con el estúpido de su Alfa?
"¡Min Yoongi! ¡Quiero a mi Omega!"
-¡Suficiente, tú no me controlas! Iré a buscar ese mocoso idiota porque puede estar en peligro.
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Moonchild
FanfictionTaehyung es un Omega sagrado y príncipe de la dinastía Kim. Posee una belleza fuera de este mundo que no solo trata de su aspecto físico sino en la nobleza de su alma, una amabilidad incomparable que lo hace ser amado por todo el pueblo. Sin embargo...