Capítulo 6

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En tanto preparaba la tierra para lo que sería la huerta, Jungkook se dedicaba a observar a Taehyung quien jugaba con los niños en la parte externa del establecimiento. En verdad odiaba la tarea que se le había asignado pero al menos la sonrisa del Omega lo reconfortaba y hacía que todo aquello valiera la pena.

-Niños ¿Alguien recuerda qué hacemos aquí afuera?

-Una huerta- Respondió una pequeña de 7 años aproximadamente.

-Exacto, y para eso necesitamos hacer qué cosa...

-Preparar la tierra- Respondieron todos al unísono y sentados en ronda.

-Como es un trabajo pesado aun no podemos ocuparnos de eso pero tenemos a una persona que ya lo está haciendo. Mientras tanto cada uno de ustedes armará su propio espantapájaros ¿No queremos que ellos coman las semillas cierto?

-No- Respondieron una vez más todos al unísono.

-Chae va a darles los materiales para construir los espantapájaros.

-Hum... Tae... me preguntaba si... podrías contarnos un cuento mientras armamos los espantapájaros- Uno de los niños hizo esa pregunta al Omega de forma bastante tímida.

-Claro que si- Taehyung le sonrió al menor y una vez todos regresaron a la ronda con los materiales de trabajo, se dispuso a contarles un pequeño relato que desde luego había inventado.
-En las estrellas... existía un pequeño mundo llamado BT, en donde la gente utilizaba la magia para propagar amor en todas partes. Pero... dentro de la familia real había un joven príncipe llamado Tata quien no quería usar la magia, pues él pensaba que el amor necesitaba esfuerzo. Su familia no lograba comprenderlo en absoluto ya que ellos creían que el amor solo podía ser transmitido con magia. Por esa razón fue que Tata decidió emprender una aventura y recorrer todas las constelaciones junto a su amigo de la infancia Van, para demostrar que él tenía razón... para demostrar que el amor es algo que se construye con esfuerzo y dedicación. . .

Jungkook había escuchado el relato aun en la distancia, su Omega poseía una voz fuerte y clara que no pasaba desapercibida. Desde luego no pudo evitar sonreír al escucharlo, la historia en sí misma le parecía demasiado infantil pero lo hermoso en ella era que lograba hacer a los niños sonreír y que por ende Taehyung lo hiciera también ¿Podía existir algo mejor que eso? No claro que no.

"Hazle un cachorro" La voz de su propio Alfa se manifestó nuevamente y ante ese comentario no pudo hacer más que reír levemente.

-Le haría una docena si pudiera- No tenía particular interés en los niños y no le agradaban demasiado pero si así sería su vida al lado del Omega no le importaba tenerlos, si es que con eso podía verlo sonreír de una forma tan plena como lo hacía ahora.



Pasado el mediodía el sol estaba en su punto máximo, Jungkook se sentía todo sudado y sucio incluso en lugares que no debería pero no podía darse por vencido cuando ya casi terminaba de hacer los surcos en la tierra. Dado que necesitaba refrescarse se quitó la camiseta y derramó sobre su cabeza gran parte del agua que tenía para beber en la cantimplora, sintiendo como su cuerpo se refrescaba rápidamente.

Taehyung, quien ayudaba a los niños a realizar otras actividades, observó toda la escena con total detalle... la forma en que Jungkook se quitaba la camiseta y como el agua que derramó en su cabeza escurría por el resto del cuerpo, bajando el cuello y los hombros hasta finalmente deslizar en la superficie de ese abdomen bien marcado. El Omega tragó en seco y entreabrió ligeramente la boca, estaba absorto incluso en la respiración del Alfa y en cómo las gotas de agua parecían acompañar aquel movimiento. El azabache estaba ofreciendo un verdadero espectáculo y un más cuando comenzó a peinar sus cabellos hacia atrás, pero de momento a otro él volteó hacia donde estaba, él había descubierto que lo estaba mirando.

MoonchildDonde viven las historias. Descúbrelo ahora