Pov. Antoni
Solo con verla irse, siento una presión en el pecho. No sé si esté haciendo bien, pero no puedo con toda esta mentira.
En todo este tiempo me pregunté por qué razón la invité a que se quede en mi casa, pero no conseguía una respuesta exacta. ¿El tiempo juntos o por sucesión?.
El engaño no fue tan duro como pensé, nada más sucedió, aunque después seguí con la mente tranquila, pero no creo ser el único causante de ello. Sé que se ve mal, pero ya no era lo mismo.
Con solo recordar cómo la conocí algo de mí se alegra, ella debajo de un árbol esperando a que Noelia, llevando un libro en la mano más el café que nunca debe falta; sus palabras no mías, su mirada perdida, tímida.
Gracias a que me la presentaron exclusivamente me falta verla sonreír para enamorarte de ella, pero el tiempo es mi peor enemigo, las cosas cambiaron, ella seguía siendo la misma de antes, los celos que me daba cuando su sonrisa era vista por alguien más.
Quise ser su centro atención para que no pueda mostrar su sonrisa a nadie más, de la frustración, una noche de copas me acosté con Rosmeri.
Todo cambió, su sonrisa se apagó poco a poco, su mirada cambió, aunque no sé si fui yo el que nunca se dio cuenta, pero el tiempo que pase con ella nuestra relación siempre seguía un ritmo.
En cambio, con Rosmeri, era una mujer experta en el sexo y a que hombre no le gusta una mujer que sea provocativa en la cama. Con Ana, solamente me bastaba tocarla para que su cuerpo comenzara a temblar, aunque no niego que estar con ella era una delicia.
Salgo de mis pensamientos cuando escucho el taxi irse, cierro las puertas para solo apagar las luces, paso por el comedor que está decorado más la tina de champán, solo me digo que mañana voy a limpiar todo esto.
Al llegar al cuarto me recibe una decoración sorprendente, los pétalos en la cama, las luces de diferente color más el peluche que un día le regale sobre la silla, me acuesto sin importar nada para caer dormido con esa punzada en el pecho.
||||||||||||||||||
Hoy debería estar en entrenamiento, pero no tengo energía para nada, dos días se pasaron volando, la casa se siente demasiado vacía sin nadie aquí. Quizás debo llamar a Andrés, nada más por joda.
Me paro cuando se escucha la puerta, debe ser él, trae un six pack en la mano, al pasar se dirige al sofá para prender la televisión.
—Me pareció más oportuno -señala el six pack- ¿cómo está, Ana? -grita su nombre, verdad no le dije nada menos lo de Romeri.
—No es necesario el escándalo, no está -cojo una.
—¿Ha salido? Pero Noe, no me dijo para acompañarlas y así dice ser mi amiga, ahora me van a escuchar -saca su celular para llamarlas.
—No es necesario, terminé con ella hace dos días -digo sin importancia, pero su reacción cambia en todo los aspectos.
—Hoy es el día de los inocentes, vamos mira que si es cierto voy a dejar de creer en el amor -se ríe.
—No es ninguna broma, fue el domingo -me interrumpe.
—En su aniversario? -asiento, ¿por qué todos se acuerdan menos yo?- ¿Dónde están las cámaras?
—No hay ninguna cámara, estaba con Rosmeri, se me olvido por completo aparte de que me vio Noelia ... -se para dejando caer su celular al suelo.
—¿Te acostaste con Rosmeri?, dime que no fuiste un cabrón para engañarla con ella. -solo me mira.
—Porque no lo haría, es una mujer hermo ...
—¡Eres un cabrón, sabiendo que ella le hizo la vida imposible desde que la conocemos a ti, se te ocurrió engañarla con ella, no únicamente eso, sino que la traicionaste a esa chica que te amaba!
—He cálmate -nada más lo veo girar en círculos- no me digas que te gusta Ana -lo digo en burla, pero se enoja aún más.
—Eres una mierda, te atreves a decir eso para que te quites, la duda no me gusta, solo que siento rabia al saber que ella tuvo que tolerar todos tus ataques de celos, el hecho que le hagas sentir como mierda cuando estaba a tu lado, sabiendo cuando esa chica solo tenía ojos para ti -coge sus cosas para irse pero se detiene.
Sabes, espero que Rosmeri, te haga lo mismo, aunque qué esperar de una zorra como ella -se va tirando la puerta.
No me importa, aunque el dolor se volvió más grande, quizás sea un dolor muscular por el entrenamiento, decido ir a nuestra cama para aliviar el dolor, los pétalos secos están por los suelos, no le tomo importancia, nada más quiero la cama para dormir.
|||||||||||||
Soy despertado por los rayos del sol que se asoman por la ventana, me cubro.
—Ana, no cerraste las ventanas -no recibo una respuesta cuando me doy cuenta de las cosas- si seré imbécil ella ya no está. -en mis recuerdos viene cuando ella me despertaba con un beso o algunos días con mañanero, solamente me dirijo a la ducha para liberar mis pensamientos.
Mi mente es mi peor enemiga que me hace recordarla, hasta que veo la notificación en el móvil, hoy es él regresó a las clases, miro la hora, solamente falta menos de una hora para iniciar.
Me visto lo más rápido que puedo, al bajar voy al horno por el desayuno, pero la sorpresa de que no hay nada para mí.
—Diablos, deja las cosas como están -cojo una manzana para ir a la universidad.
Parco el carro, soy recibido por los besos de Rosmeri, los cuales me supieron amargos, me dirijo a los pasillos encontrándome con Andrés, diciendo que fui un cabrón, pero aun así no va a dejar de ser mi amigo antes que me disculpe con ella.
Estaba por irme a mi clase cuando Andrés, me jala para ver el grupo de la clase.
—¿Ella no es Ana? -señala disimuladamente a una chica hermosa; lleva un conjunto a rayas que le hacen ver más alta, sus piernas más largas con la cintura más pequeña, su cabello ya no está con ese típico moño, sino suelto en ondas.
—No creo, Ana, no es de vestirse así, ¿no? -no puedo dejar de verla.
—Como que no, si es ella -dice sorprendido.
Cuando voltea lo confirmo si es ella, por ese lunar en el cuello, me la quedo viendo como si no la conociera, no puedo pensar que deje a una mujer tan hermosa como ella.
Me sacan de mis pensamientos unos brazos en la cintura, no hay necesidad de voltear porque la colonia lo hace notar.
—¿Qué miras amor? -pregunta Rosmeri.
No sé yo, pero como que alguien está recibiendo lo que merece -risa maléfica.
ESTÁS LEYENDO
En lo que me convertistes【En edición】
Teen FictionEstoy corriendo sin rumbo, no pienso ir a casa, no sé donde irme justo en estos momentos, a pesar no tengo muchas opciones, este vestido no me deja nada de movimiento. Mi mente me traiciona haciendo que varias preguntas pasen por ella, ¿Cuándo se co...