Capítulo 60 ✔

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Pov. Ana

Ya ha pasado un mes «Un mes» desde que terminé con Luis o bueno, acabe mi ilusión con él.

En las primeras semanas, Noelia callaba a alguien que hablara de ello hasta a Agustín no había ningún afecto amoroso cuando pasaba, pero lo entendía.

Pero pasando el tiempo me sentía mejor gracias a Michel y a Yoshi en enfocar en los estudios ya iba a terminar pronto también en entrenar a Abuelin andamos de arriba a abajo, ya mi cometido funcionó, ahora es todo un playboy pero con cerebro.

Y de Luis no he cruzado palabra con él todo este tiempo, cuando nos toca clase juntos se sienta por la última fila.

Su relación con Noelia es igual, aunque en principio Noelia me había preguntado si le dejaba habla, pero me negué por qué no este conmigo, no hay la necesidad de dejarle de hablar, eso me parece algo infantil y no era mi tipo.

—¡¡Hey!!- gritando, golpeando la mesa, me sorprendo dando un saltito.

—¿Qué te pasa Agustín?

—Estabas con la mirada fija en la pared que no sabía si estaba en este mundo o en otro.

—¡Y por eso me asustas! -le lanzó lo primero que tengo a la mano y es un palo, lo esquiva, orgulloso, pero no miró su espalda y eso, callo a la cabeza de Noelia soltando un gritillo asustándonos.

—¿¡Quien es el demente que me ha lanzado esto a la cabeza!?

—Él- lo señalé y manos en forma de paz, ella le devuelve el golpe, me rio por todo este acto, pero de la nada recibo un golpe también.

—¿Qué?

—Te vi lanzarlo enana, piojo.

Y comenzó la regañada de Agustín, aunque no lo crean, es todo un rey del drama, yo mejor me voy de ahí, voy a la alberca más el clima está perfecto para nadar, voy a mi cuarto a escoger un bañador y encuentro el más tranquilo, me lo coloco con una malla encima, salgo a darme un clavado.

Corrí hasta la alberca lanzándome sintiendo mi cuerpo temblar por lo fría que estaba, ya después se acostumbró, escucho mi celular sonar, salgo por él, cuando lo encuentro, veo la pantalla y es más ni menos Abuelin.

—Alo

—¿Qué haces enana?

—¡Que no soy enana, soy tamaño normal, no es mi culpa que seas una jirafa! -se escucha su risa de fondo.

—Ya niña de tamaño «regular» ¿Qué haces?

—Qué gracioso Abuelin, pues estaba en la alberca.

—Deja de decirme así y si necesitas un buen chapuzón, te veo en 10, voy con Joshua.

—¿Quién es Joshua y quien te invito? -Aparté el teléfono de mi oreja al escuchar un chillido a través de la línea, por dios casi me quedo sorda.

—Como ya te olvidaste de mí, que te di mis años de juventud a tu lado y me olvidas así de la noche de la mañana, claro así me paga todos mis momentos de oro... -Sigue chillando tan dramático como siempre.

—Ya perdón Yoshi es que este engendro te dijo Joshua y sabes como soy yo ¡Perdón! -no se escucha nada, resopló al entender lo que quiere - oh vamos eso no -se sigue sin escuchar nada, joder -está bien pero solo una bola.

—¡¿Está bien si eso valgo para ti?!

—Sabes que te odio, si no vienes en menos de 10, no te invito nada -y cuelga de seguro, estará apresurando a Michel para venir.

Voy por mi rejilla para ponérmelo, salgo a la cocina para preparar mi helado, hasta ahora me arrepiento haberle invitado una cuchara de mi receta secreta.

En lo que me convertistes【En edición】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora