Pov. Ana
Ha pasado más de una semana, espiar a Luis se ha vuelto una opción, pero no he encontrado nada aún, él sigue con el plan de conquista y solo le seguí el paso, no entiendo nada, ¿Qué fue esa conversación? ¿De qué hablaban? ¿Qué es lo que traman?
He mandado a restaurar toda la casa, los chicos quisieron ayudar, pero no lo he permitido inventando excusas tontas, nos hemos quedado un tiempo en un hotel, pero hoy se hace abre la obra, se acabó. Es día de mudanza, nadie ha visitado este lugar, solo personal indicado, he sido muy estricta en este caso, solo yo sé dónde está todo, ni Noelia sabe, cada trabajador ingresa con un permiso y debe tener un documento especial y más cosas legales.
—¡Por fin hoy nos largamos de aquí! - salta de emoción Noelia.
—Si ya era hora -suspiro no es un placer quedarte en un hotel todo un mes.
—No entiendo ¿Por qué la remodelación?
—Ya te dije, me gusto el trabajo de un chico y lo contraté nada más.
—Espero que a mí también me guste.
—Te va a encantar, lo hice pensando en las dos.
Subimos todas las maletas al coche, el viaje duró menos de lo que creí, Noelia mira casa por casa y no encuentra la nuestra.
— ¿Dónde es? - salta como una niña.
—Adivina.
—Ana, no juegues, habla de una vez.
—No la reconoces.
—¡No!, por algo te digo no.
—Es esa.
Señaló una casa grisácea enorme de 2 pisos, con una cochera inmensa que da a ver una camioneta blanca adentro, una hermosa puerta de madera, supongo que se enamoró porque salió corriendo a ella y salta de emoción.
—¡¡Esto es jodidamente hermoso!!
—Calla, van a llamar los vecinos a la policía -digo puesto que tenemos atención de todos los vecinos a nuestro alrededor.
—No me importa -grita- ya abre esa puerta que quiero ver todo.
—Va, pero deja de gritar.
—Okey, pero abre sí -pone ojos de perrito.
Voy a la puerta y busco en mi bolsillo, frunzo el ceño al darme cuenta de que no está, voy al carro perseguida por Noelia y si está en mi cartera, abro la puerta, haciendo entrar a Noelia como si hubiera millones adentro, pasa por toda la sala.
Se asombra ver una pantalla inmensa, se tira al sofá dando saltitos, sé para y va a la cocina, se sienta, ya que esto va a demorar un montón, escucho un grito, voy corriendo ver que paso.
— ¡Has cambiado toda la casa y está hermoso!
— ¿Por eso gritas asustas?
—¿Mi cuarto dónde queda?
—Averígualo, hay 3 cuarto de más, dos de ellos te emocionará -termino de decir eso y sube las escaleras corriendo.
Me tiro en la sala a preparar todo lo que me falta hacer, aquí tengo que llamar a una persona para que cambie todas las llaves, ya que siguen las mismas cerraduras que antes.
—¿Aló, tengo un encargo?
—Guau la magnífica An...-lo cayó.
—Sí, si quiero un cambio de llaves, ya sabes y más mercancía.
—Y ese milagro hermosa.
—Me vuelves a decir hermosa y te haré arrepentirte.
—Te haces extrañar «Ana»-suelta una risa.
Como, espera ya que enrede
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En lo que me convertistes【En edición】
Teen FictionEstoy corriendo sin rumbo, no pienso ir a casa, no sé donde irme justo en estos momentos, a pesar no tengo muchas opciones, este vestido no me deja nada de movimiento. Mi mente me traiciona haciendo que varias preguntas pasen por ella, ¿Cuándo se co...