Capítulo 13 ✔

4.4K 219 0
                                    

Pov. Ana

Toda está yendo por un camino tranquilo, las cosas están guardadas, ya no existen las excusas de Antoni ni las de Rosmeri, parece que los dos se daban un descanso para dejarme vivir.

Por lo demás, sigue como siempre Luis, ha estado muy ocupado toda la semana, solo me quedaba ver a Noe con Agustín.

Los nervios se apoderan poco a poco de mí al ver la fecha, solamente faltan unas horas para la cita, la cual aún no sé qué ponerme.

—¿Lista para tu cita con Luis? -salta encima de mí aplastándome.

—No, aún no se a dónde me va a llevar -la retiró de mí.

—También le pregunté a Agustín, no quiere decir nada -menciona para ella.

—Agustín -la miró pícara nada más me tira una almohada.

—¿Qué tiene? -la miro- no tengo nada con él, solamente somos amigos -se acuesta.

—Ya se va a dar cuenta -peino su cabello, lo cual se ríe.

—El darse cuenta de algo lo dudo, la vez pasada me preguntó si sabía el nombre de una chica solo para acercarse a ella -se golpeó la cara.

—¡No! -acaso imaginé cosas cuando la ve -¿Por quién?

—Por una chica Andrea -se enrolla con la cama.

—¿Nueva? -asiente- ¿Qué hiciste?

—Qué más puedo hacer, nada más me fui de ahí -me mira como si no entendiera algo.

—Es un caso perdido -intentó reconfortar, pero logro que me lancé otra almohada- vamos a dormir mejor -ella asiente.

Se acomoda a mi lado, pensé que iba a seguir el tema, pero tal vez tiene tantas cosas en la cabeza que en unos segundos se queda dormida contagiándose.

||||||||||||||||||||||||||

Cuando me levanto Noelia sigue durmiendo, hago todas mis necesidades para ir por un vaso de agua, miro la hora cuando recuerdo que tengo clase a la primera hora del día.

Me cambio a lo más sencillo que tenga, cuando bajó Noelia estaba preparando el desayuno.

—Buenos días, enana -le desordenó más el cabello.

—No hagas eso -azota mi mano.

—¿Qué vas a desayunar? -me enseña la ensalada de frutas que está en la mesa- me gustaría acompañarte, pero tengo que irme rápido.

Cojo una manzana para irme, cuando estoy en la puerta me fijo que Noe, me quiere decir algo.

—Dilo -ella me mira con temor.

—Llévame -no la escucho por lo despacio que habla.

—¿Qué? -solo me mira molesta ahora que hice.

—¡Digo que me lleves! -grita.

—¿Si a ti no te gustan las motos? -Ahora sí que no entiendo nada.

—Se me olvidó llenar la gasolina -tanto drama para eso.

—Pero me tengo que ir ahora, aún faltan tres horas para la tuya.

—No importa, me quedo en la biblioteca -asiento.

Yo la espero afuera con otro casco para ella, esto va a ser divertido. Cuando la veo salir, tiembla al ver la moto, me subo para que me apoye en mí.

—Ana, por favor quiero llegar viva -aun ni prendo la moto cuando la prendo me presiona fuerte el estómago.

Me río cuando damos vueltas, ella grita rompiéndome los oídos, pero es satisfactorio por unos segundos, acelero cuando veo que estamos por llegar.

En lo que me convertistes【En edición】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora