Capítulo 86 ✔

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Pov Luis

No sé qué pensar con todo lo que está diciendo, Ana está diciendo todo lo que tenía guardado, pero esto es mucho para mí.

Sabe quién fue el «primero» de la persona que amo y como fue me da ganas de matarlo, pero en otra parte no puedo si no, no se va a cumplir que quiero hacer y se va a ir todo a la borda.

Pero tampoco aguanto estar encerrado en una camioneta con dos personas con el celular a la mano, tengo que esperar.

No puedo verla llorar de que se está esforzando por no llorar enfrente de él, en cambio, él solo está con la cabeza gacha como si estuviera recibiendo un castigo, nunca lo vi así, he trabajado tanto tiempo que nunca ha estado haciendo que me sorprenda.

Ya pararon solo Ana lo ve con rencor y él solo ve al sombrero y asiente ¿Qué significa, entramos? No, si entramos ahora puede perder.

Miro esperando respuesta, pero uno hace rebotar el celular contra el suelo, los demás miran la pantalla asombrada.

—¿Qué es lo que pasa?

—La deuda está pagada -susurra como si no pudiera creerlo.

—¿Qué deuda?

—De los peones, somo libres -Afirma como si ni él pudiera creerlo y yo sigo sin entender, se da cuenta de que no entiendo y sigue- No todos los peones de Brandon son sicarios ni nada parecido si no son personas que tienen una deuda y solo están en para morir o hasta que el jefe lo decida.

Los que están ahora son más peones porque sabían que iban a morir, pero el jefe dijo que está saldada.

—¡Tenemos que irnos! -los dos ponen en marcha, pero mi mente sigue en la nube porque perdonaría a todos, pero me interrumpe.

—Perdóname -se cree que con un solo perdón ella le va a perdonar su vida o lo que esté tramando.

—Un «Perdóname» con eso no me basta, me conoces Brandon -lo mismo digo después de ser tan mierda con ella, hacerle todo eso se atreve a decir solo un, perdóname.

—Sé cuanto anhelas matarme, por eso vine aquí.

Comienza a sacar una navaja de la parte de atrás del cinturón, pero no a atacar si no la tira también la de enfrente, se arrodilla, saca dos cuchillas de los talones como para finalizar, saca su pistola y lo tira con todo lo demás.

Estoy confundido, no sé lo que está tramando, no sé en qué puedo ayudar a Ana.

—¿Qué es lo que tramas?

—Quiero que cumplas tu anhelo, no te preocupes de Noelia, ella está bien, con Agustín, los dos están en tu casa.

Tu familia, si eso se puede llamar familia, en todo este tiempo su empresa cayó en bancarrota, pero en la sociedad siguen él lo alto hasta que les duren, el día que te fuiste no le tomaron importancia y siguieron.

Tus amigos con los que estaban nunca los encontré por ellos no te preocupes.

Ese sombrero que ves ahí es una cámara más este chaleco, hay te está bien dos chicos más, Luis, ahora mismo están muy lejos de aquí, disfrutando su libertad.

Perdóname sobre la bala hacia Alexander, no fui yo, fue un peón, pero no quito mi responsabilidad, ¿sabes por qué te he buscado casi en todos los continentes de este mundo? -Ana lo mira confundida sin saber qué hacer.

Porque crees que me conociste como un acosador -suelta una risa torcida- fue por ti todo este tiempo te he amado, dirás con todo lo que te hice, cómo me atrevo a decir que te amo. Después de humillarme como hombre y ganarme en algo que me creía superior que los demás, solo ha ido en busca de la persona que puede terminar esta escoria como yo.

Termina y solo se arrodilla enfrente de ella, esta sumisión nunca la he visto en él, los demás de este carro están en sus mundos, solo yo estoy mirando el espectáculo que están dando, se confesó, en parte toda mi ira se fue solo ah confusión en mi mente. Ana solo lo mira confundida, iba a las cosas que están en el suelo y cae arrodillada. Me altero pensando que la han herido, pero solo recoge todo y lo aprieta si pensar que la pueda herir, se quedó pasmada unos cuantos minutos, pero después levantó la mirada, se ve que tienen los ojos cristalizados, se acerca a Brandon, hace lo que menos en pensado y deseado.

Lo besa, «acaso esta chica está loca como mierda, lo va a besar a su peor enemigo, acaso no ve las películas de acción, donde vistes que la presa besa al cazador» pero ella se separa.

Solo saca su chaleco, él no hace nada, solo está arrodillado con la cabeza gacha, el chaleco le hace bola, solo se puede ver por la cámara del sombrero, va al sombrero, el chaleco lo pone dentro de sombrero.

Se aleja por la pistola, antes de disparar solo se escucha un «Te Amo» dispara, golpeó todo lo que está a mi alrededor, «Yo también te Amo».

—¡Resuélvanlo, ahora!

—No podemos estamos muy lejos a pesar del disparo a la cámara y la del chaleco está dañada, no se puede hacer nada.

—¡¡No!!

Solo se sobresaltan, tengo que buscarla, en serio, después de todo me sigue queriendo, pensé que me odiaba, solo me viene a la mente cuando me dijo un «Te quiero» se fue de mí, ahora no se puede ir, no podría soportarlo, miro por donde estamos, estamos por la casa de Ana.

—Vamos a recoger a las personas de ahí.

Puedo agarrar las llaves de la moto, salgo, voy directo a la puerta que es abierta por un grupo de personas que salen como si su vida dependiera de ello, recuerdo que Brandon dijo que Agustín y Noelia están aquí, subo las escaleras al único cuarto cerrado, la abro, pero me arrojan al piso, no tengo tiempo para esto.

—Mierda Agustín, suéltame.

—¿Qué es lo que tramas?

*Correeeeeeeeeee rapido *

En lo que me convertistes【En edición】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora