Narra Luis
Las cosas se van tomando extrañas, las cosas no van por su camino por donde debe ir.
Con solo recordar lo que acaba de pasar mi mente me traiciona riéndose de mí, esto debe terminar lo antes posible.
FLASHBACK
—No te parece extraño -lo miro- mira la hora y aún no han bajado -me inicia la duda.
—Agustín, deben estar durmiendo -me encojo de hombros para seguir leyendo.
—Pero, son más de la una de la tarde, no bajaron para desayunar y eso que todo era chocolate -se para.
—Está bien, pero si tengo razón, tú solo vas a aguantar su enojo -asiente.
Nuestras habitaciones no son tan lejanas, en unos minutos estamos en la puerta.
Tocamos, esperando que nos abran, pero nada.
Agustín se separa de la puerta después de escuchar algo.
—¿Qué pasa? -su rostro no ayuda a mi curiosidad.
Vuelvo a tocar esperando una respuesta, hasta que sale un hombre, con una toalla alrededor de su cintura.
Actúe más rápido de lo que tenía que actuar cuando me doy cuenta tengo al hombre, contra la pared, rogando por un poco de aire.
—¡Ana! -grito, estoy fuera de mi alcance.
—Aquí no hay ninguna Ana -dice entrecortado.
—Sal de una buena vez -suelto al chico que cae buscando aire.
En unos segundos aparece una mujer envuelta en una toalla, mirándonos con desprecio.
—¿Quién coño eres tú? -se sirve una vaso de ron- no puedo ni disfrutar mis propias vacaciones, por lo que escuche buscas a ¿Ana? -asiento.
No sé qué me hablas, alquilamos esta habitación el día de hoy, te agradecería si te largaras de una buena vez.
—Lo siento, este era el cuarto de mi novia.
—No me interesa ni una mierda, ¡Largo!
Mierda, hago memoria, donde puede estar el que realizó esta cosa, no pudieron irse sin avisar de la nada.
Agustín se encarga de llamarlas, por lo que veo no tiene buenas noticias.
Justo la persona que buscaba se encuentra en el balcón, corro a él.
—Hola -llamo su atención- ¿Sabes donde se encuentra Ana Anderson?
—Oh, Ana -asiente- se fueron a primera hora.
—¿Sabe el motivo? -duda un momento para después negar- gracias, igual.
Me voy por mis maletas, ninguna de las dos contesta el teléfono.
Al llegar tiró la puerta.
—¿Dónde pueden estar?
—No tengo la menor idea, pero algo debe haber pasado -se sienta siguiendo con las llamadas- Ana, estaba extraña el día de ayer, de eso te encargas tú.
—Si, me hubiera dejado quedarme con ella, lo hubiera sabido, de no ser por Noelia que se la llevó.
—Con más razón, debiste estar ahí -suspira.
—Joder la perdimos -lanzo mi celular que cae en el sofá.
—¿Cómo?
—Si este estúpido viaje continuaba lo planeado, ya habríamos terminado con todo esto.
—¿No pensabas decirme nada?
—No existe nada que decir, terminaríamos el asunto para seguir, lo acordamos -se remueve el cabello.
—No quiero seguir con esto -lo escuchó decir.
—¿Qué dices?
—¡Que no quiero seguir con esta mierda!
—No me jodas, nosotros nos metimos en esto y sabes muy bien las razones ... -me detiene.
—¡Me enamoré!
—No, no, tú, no ...
—Yo no quizá, pero solo paso, no puedo hacerle esto a ella -le sujetó el mentón.
—Mírame, nosotros dos nos metimos en esto, los dos sabíamos las consecuencias, no me vengas con estupideces, sabes muy bien en qué posición estamos. Solo somos unas fichas.
—No es fácil, mierda, crees que yo me quise enamorar de ella, crees que yo quise esto, nada de esto lo tenía planeado.
Solo que ella es muy frágil, Luis, ella no es, carajo, no sé ni de lo que hablo, pero no le puedo hacer esto, no a ella.
—Ni pienses que con esto algo va a cambiar, yo que tú me olvido de esos estúpidos sentimientos para lo que tiene que hacer. -no puedo seguir escuchándolo.
—Entre tú y yo, el más jodido eres tú -me detengo.
—No se a lo que te refieres -me detengo para verlo.
—Entre los dos sabemos que mi pieza no es tan importante como la tuya y por la que estamos haciendo todo esto -pasa por mi lado- para que no se te olvide.
—Yo no soy tan imbécil para enamorarme, sabiendo que falta poco -me empuja.
—¿De qué coño estás hablando?
—El tiempo pasa para tu información.
—Aún falta menos de un año para toda esta mierda, a no ser que estés hablando con él.
—No, pero él sabe donde estamos yo, que tú me olvido de todo esto -señalo su pecho- y comience a utilizar esto para pensar.
Salgo de ahí, es mejor olvidar que castigarte sabiendo el final de las cosas.
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Pov. Anónimo
Ver la decepción en sus ojos, el miedo a lo que ellos mismos pueden sentir.
Es adorable, ver que todo puede terminar en un cerrar de ojos, las cosas van como esperaba, esos dos idiotas cumplieron con mis expectativas, todo está yendo por buen camino.
¡No vas a escapar de mí esta vez querida!
Como que el capítulo de hoy fue muy intenso.
Dejen sus dudas
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En lo que me convertistes【En edición】
Teen FictionEstoy corriendo sin rumbo, no pienso ir a casa, no sé donde irme justo en estos momentos, a pesar no tengo muchas opciones, este vestido no me deja nada de movimiento. Mi mente me traiciona haciendo que varias preguntas pasen por ella, ¿Cuándo se co...