Capítulo 59 ✔

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Pov. Luis

Mierda, verla tan decidida, me da pavor, solo pensar que por su mente pase por terminar, esto me asusta, también una parte de mí dice que está haciendo lo correcto, pero la otra sufre al pensar que ya no va a estar ahí, golpeo la pared más cercana.

Porque tuve que creer en Rosmeri sabiendo todo lo que ella le hizo y yo como idiota le creí, salgo de ahí a la cafetería, pero verla ahí jugando con sus amiguitos me molesta, pero verla feliz me alegra, salgo de ahí no quiero verla por ahora hasta la salida.

Camino hasta la biblioteca cuando recuerdo que aquí me trajo Ana a un aula, hago memoria para caminar a ello, llegó, pero no está ahí, miro bien y nada, lo mandó a tapar o derrumbar.

No sé cuanto tiempo, he estado contra la pared pensando en lo que pase más rato, miro mi celular y solo falta unos minutos para que termine su clase.

Camino a mi auto y ahí está hermosa como siempre esperándome con la vista al aire hasta que siente mi presencia con una mirada que sé lo que trata de decirme.

Abro la puerta para que entre, repito conmigo conduzco, ella se queda perdida en la ventana, cuando ve que estamos por llegar, veo que se retuercen en el asiento, ya llegamos cuando paro el coche, sale sin decir ninguna palabra, solo la persigo pensando en lo que diré.

—Siéntate -su voz suena tranquila.

Me siento sin importar que se ensucie mi pantalón, se escuchan las olas del mar rompiéndose, la suave brisa correr, hasta los cantos de los pájaros nadie dice nada, solo lo que se escucha a nuestro alrededor.

—Luis, estoy harta -dice rompiendo el silencio.

—Si es por lo de ayer...

—No solo por lo de ayer, por todo en verdad me cansé de todo, joder solo me fui 3 días y me entero de que estás con Rosmeri a pesar le crees a ella y sé que suena como reclamo, pero no quiero eso, estoy cansada de esto -se encoge agarrándose las piernas.

Sí, pensamos en ello si he sido más que un idiota.

—Ana, de los 3 días, no supe dónde estabas y joder mi mente exploto con todo.

—Luis, estás muy equivocado si crees que te voy a decir donde ando y si fuera por ello no te vas a revolcar con cualquier persona, vamos, no me digas que no te gusto.

Pongo cara de asco al comparar a Rosmeri con Ana, niego, le agarro de las mejillas para que me mire, al ver su mirada con una pizca de temor me remueve el suelo.

—Ana, nunca vuelvas a decir eso, si lo se estuvo mal, pero me arrepiento de haberlo hecho joder, estamos así más de dos meses y no me parece justo para ti.

Nadie aparta la mirada del otro, mis ojos recorren todo su rostro, sus mejillas, sus labios, esos los cuales me enloquecen, hace que la parte infantil salte de alegría por chocar con los míos.

La estoy dañando y me molesta ser yo el quién haga esto «pero igual lo ibas a hacer» mi consiente me lo repite cada vez que la veo.

Separa su mirada para agarrar su celular escribiendo algo, lo aguarda, lo miro confundido, pero al escuchar esa palabras fue como si me dejaran sin aire con una presión en el pecho que no cesa.

—Luis, aquí se termina todo.

Sus manos van a su rostro apretándolo para no llorar, por qué la conozco lo suficiente, sabiendo que no quiere llorar, agarro sus manos separándolas, sus ojos están rojos, la atraigo a mí abrazándola, es lo mejor repite mi cerebro.

Se escucha unas ruedas de auto estacionarse a unos metros, Ana, se separa de mí sin antes decir un «Te Quiero» y ahí me quedé con la vista perdida, corre a la camioneta como si fuera un maratón.

Se escucha el carro avanzar, pero no me muevo donde estoy, esa palabra «Te Quiero» repasa en mi cabeza cada minuto, nunca nos hemos dicho alguna palabra amorosa ni nada parecido y escucharla decir justo ahora me destroza.

Este es el fin de nuestra relación y me siento la peor persona en la faz de la tierra.

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