Capítulo 74 ✔

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Pov Ana

No alcanzo ver a nadie por su alrededor, tengo que salir de aquí o estaré en peligro.

—No te preocupes, has matado a todos lo que estaban por tu alrededor -lo dice de lo más tranquilo, mirándose las uñas, sin importarle que acabo de dañar a su armada, él no le toma importancia.

Voy a él, pero cuando estoy a unos pasos de lanzarme a su lado comienzan a salir personas armadas, me pongo en guardia para cualquier ataque.

En mi mente pasan todas las cuales que puedo sentir orgullosa, he sido una buena amiga en lo que me concierne, la he protegido como nadie tiene idea, he hecho que vea los pocos colores de la vida, los cuales considero los mejores momentos de esta vida.

Alzo las manos rindiéndome antes que esto se convierta un campo de tiro, pero me desconcierta que comiencen arrojar sus armas al suelo, miro a Brando confundida, él solo tiene esa sonrisa en el rostro la cual me pone los pelos de punta en absoluto, algo no está bien aquí.

Todos comienzan a lanzar sus máscaras al suelo, la mayoría son hombres una que otra mujer, dan un pequeño saludo como mostrando su respeto, todos con la mirada fija en lo que tienen planeado hacer, no sé cómo actuar, mi mente me dice que corra, pero otra me dice que me quede.

Brandon, está con esa misma sonrisa esperando que comience el espectáculo, disfrutando de mi reacción, todos comienzan a buscar por sus bolsillos hasta encontrar un pequeño sobre rojo, el cual me parece conocido hasta que el recuerdo viene a mí, volteo para ver si es mentira, pero todos comienzan abrir dicho sobre y si es esa pastilla.

Corro a ellos, pero me detiene amordazándome, veo que algunos titubean, pero otros lo cogen con firmeza sobre sus manos, lo muerdo, pero no me libera.

—¡No lo hagan! -todos voltean a verme, pero su mirada vuelve a Brando, el cual solo alza una ceja y vuelven a su posición- Mierda no -la mirada de algunos voltea a verme.

Pero ya no me hacen caso, me libero de sus brazos logrando arrebatándole la pastilla a uno- Es veneno -lo más cruel es que todos asienten para consumirlo- ¡No!

Por mis ojos pasan la peor escena que solo creí ver por las películas, todos caen al suelo, la reacción no es igual en todos, algunos solo botan espuma por la boca, otros se retuercen hasta llevar sus manos a su cuello para acabar esta tortura.

Al tipo que le arrebate la pastilla solo está con la mirada en el suelo.

Cuando alza la mirada veo que no es un señor, solo es un joven que podría ser Michel, su mirada demuestra que está aterrado, antes que todo menciona las únicas palabras que me llena de ira. Esa ira que nunca pensé volver a sentir.

—No llores, ellos se sacrificaron por las vidas de sus familias, sabes, él te muestra de otras formas, la cual creí, pero me equivoqué, amiga, ten cuidado por e... -no continua por un disparo.

Siento mis oídos palpitar, me acuesto al suelo para callar ese ruido, cuando ya pasa siento el buzo mojado, al abrir los ojos, esta hay tirado con una perforación en el cerebro.

—¡No! -volteo a verlo, está con una pistola en la mano más esa sonrisa que me da ganas de romperle todos los dientes, él lo sabe, me levanto para lanzarme sobre él, pero arroja, la pistola en mis pies deteniéndome.

—Eres un hijo de pu..., en serio amenazar a chiquillos -Lo sujeto del cuello, pero solo sonríe.

—Vez cariño sin conocerte, ya te tubo afecto, bueno uno menos, tienes que entender que

Tú eres solo mía.

En lo que me convertistes【En edición】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora