Capítulo 92 ✔

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Pov. Luis

Hoy viene, me toca hablar con ella, me amarre a la cama para no salir ayer en la noche e ir a su casa para verla, tengo que esperar que llame o venga, me levanto o, sino me volveré loco pensando en cualquier cosa.

Bajo, no soy el único, Agustín está dando vueltas por toda la sala.

—Si sigues así, vas a dejar marca en el suelo.

—No ves que estoy intranquilo.

—No eres el único, ¿Cómo va a ser? -me mira confundido.

—¿Cómo va a ser qué?

—Vamos a ir o van a venir.

—La verdad no lo sé ¿Si vamos estará mal?

—Tú hablaste con ella ¿Qué te dijo?

—Mierda, ahora vengo voy por una camiseta y vamos.

Corre a su cuarto, voy por un vaso de agua cuando suena la puerta, supongo que son los vecinos porque usamos como hotel la casa, según ellos no está bien, voy, pero me encuentro con Ana y Noelia.

Ana me mira seria o no descifro su reacción, solo me quedo viendo como si no la hubiera visto, hace mucho justo baja Agustín con dos playeras en la mano.

—Luis está o está -todos los volteamos a ver, está sin playera sonrojado hasta las narices, se encierra de nuevo.

—Qué manera de romper el hielo -suelta una risita.

—Cállate no es momento para bromear Ana -dice sonrojada.

—Siempre es momento y tú -me señala- nos dejas pasar o -se calla como si hubiera recordado algo, simplemente niega - nos vas a dejar morir de calor.

Me aparto para que pasen, se sientan, yo no sé que hacer, solo descifró lo que estaba pensando, me viene una ocasión en la mente, sonrió de solo pensar que ella también lo recuerda.

—Eh ahora vengo, creo que se pasó...

—Por el wáter -termina por mi solo asiento, voy tocó su puerta pero nada.

—Agustín está abajo, vamos rápido.

—No puedo.

—Marica, te espero en cinco o traigo a Noelia aquí -en eso abre la puerta, inmediatamente está sonrojado que parece un tomate.

—Está bien vamos.

Bajamos, pero en medio se escucha la risa de Ana logrando sacarme una sonrisa de idiota, Noelia también está igual de sonrojada.

Nos sentamos, pero ninguno logra decir nada.

—Bueno, ya que nadie quiere hablar, creo que sobramos dos, Agustín ya hable contigo, si me entendiste, bueno. También contigo, Noelia tomen una decisión razonable, ya saben que esto es de dos, nosotros nos vamos -todos la vemos, se pone de pie, camina a la puerta hasta que voltea viéndome- ¿Te quedas? -me señalo a mi mismo pensando que es Noelia -No a la vecina.

Me paro para ir con ella, volteo, si Agustín me está viendo, señaló la Nutella que hay en la mesa, se ríe.

Salgo de ahí, pero busco donde se fue cuando suena un claxon y ahí está ella subo que nadie habla, solo suspira prendiendo la radio para que no sea tan incómodo.

—Tienes muchas que decirme Luis.

Dice al aire, solo asiento veo, estamos en su casa, abre dejando la puerta abierta, entro cerrándola, la veo, está en la cocina, ahora me doy cuenta de que está con enterizo color negro que le queda muy bien.

En lo que me convertistes【En edición】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora