Capítulo 103 ✔

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Pov Luis

Estoy más que decidido, no pienso dejar a Ana, soy de ella, le pertenezco.

No puedo vivir sin ella o quizás sí, pero no lo quiero intentar ni mucho menos solo falta unos segundos, pero una idea pasa por mi mente, quizás explote, corro afuera esperando hasta que escuchó la puerta abrirse.

—Juro que si ese avión no vuela en un segundo lo explotó con el mismo -ese es Joshua.

—Cállate, no eres el único que quiere volar ese avión. -ese es Michael

—Crees que vuelva -iba a entrar, pero me sorprende su risa de Michael.

—Si se acerca a solo cien kilómetros de Ana, lo mato con mis propias manos y hago lo mismo que ...

—Recuerda que tienes una cámara mirándote y a dos personas también.

—Mejor me largo -Empuja la silla en la cual me senté.

Antes que se vayan, ingreso tropezándome con la silla, los dos voltean a mirarme, Michael se asusta, en cambio, Joshua, viene a tirarme un golpe en la mejilla logrando que caiga al suelo.

—Eres un cabrón -está por tirarse a mí, pero Michael lo detiene -suéltame que le rompo esa cara de muñeco que tiene.

—No creas que te estoy salvando, solo que Ana, nos mataría si te golpeamos.

—No lo dude nunca, solo pensé que esa cosa -señaló la alarma- explotara.

—Eso tenía que hacer, para que te pudras de una vez -se suelta de Michael, para salir.

—Bueno, tú si compartes la misma neurona que Agustín y a mí me dicen el tonto.

Sigo a Michael, hasta las afueras del local, lo sabía, estábamos en una Plataforma donde nos esperaba Joshua con Agustín en un carro.

Cuando subimos el carro arranca, Agustín está con una idea fija, tan fija que no se da cuenta de que nosotros estamos a su alrededor.

Los dos están conversando entre ellos, miró la mano de Joshua, la cual tiene rastros de sangre que de vista no son de él, como autorreflejó me tocó la mejilla limpiando el cacho de sangre que brota de mí.

En todo el transcurso me quedo mirando la ventana, los nervios ingresan cuando veo la casa de Ana.

Joshua, abre la puerta con la llave sacando un gruñido de Agustín, antes de que reclame,

Alguien le gana tirándole una cachetada, nos sorprendemos por la reacción de Noelia, pero no, nos podemos quejar de la nada lo besa como si no existiéramos.

Los dejamos ahí, ingresando nosotros, busco por todos lados a Ana, pero no la encuentro.

—Si está arriba en mal estado me importa un bledo lo que me haga -me apunta, pero no respondo.

Los tres subimos a su cuarto, pero no hay nadie, los demás buscan en el baño, pero nada, voy al mismo lugar donde se encuentra su perfume aplastando algo.

Son un parte de hojas, no le iba a tomar importancia cuando leo el título me intriga la curiosidad, pero la primera frase acaba conmigo.

''Quizás la que sola esta carta sea Noelia, pero si no, es así perdón'"

Por curioso término, las dos cartas fueron revocadas, hasta terminar con la mía.

—Esto no debe pasar así -logró alterar a los que están a mis costados, tiro los papeles que están en mi mano, no me interesa lo más mínimo, cojo las llaves y voy directo al aeropuerto donde la debo encontrar.

En lo que me convertistes【En edición】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora