Hotel Rubini

45. Los extraños sucesos

Jueves, 16 de agosto de 2018

Paula y Saud se pararon en un pueblo de buena mañana para reorganizarlo todo. Esta vez sí que iban a mirar atrás e intentar conectar ideas. El pen que Camila le dio le impactó bastante, pero sabía que su investigación por ella no se había acabado. Aún notaba que extraño que después de tanto tiempo no dijese nada.

—Lo tenía planeado —dijo Paula. Estaban en un bar almorzando.

—¿Otra vez?¿Pero qué tiene de especial?

—No sé, pero uno no va a borrar unas imágenes y de paso se guarda una copia.

—Ya, estoy de acuerdo con eso.

—Esa pelirroja tenía en mente que me lo enseñaría, ¿pero por qué ayer?

—Paula, escucha. ¿Podemos hablar de esto después y fijarnos en lo que habían en las grabaciones? Es mejor empezar por ahí, ¿no? No tenemos nada más que apunte que ella estuvo ahí.

—De acuerdo —dio un mordisco al croissant que tenía delante —. Tenemos que hablar con Nuria. Definitivamente ella estuvo involucrada.

—Entonces, ¿el ataque en el hostal se lo inventó?

—Puede ser. No lo tengo claro, pero mi teoría es que lo hizo para parecer otra víctima más. Sin embargo, ella ha sobrevivido, y eso dice mucho.

—¿Y qué hay de los otros? Aún faltan 5 que no han presentado ninguna queja.

—Pues tendremos que adelantarnos y encontrar al culpable antes que haya otro cadáver. Avisaré que vigilen a cada camarero de ese hotel. Sobretodo a Nuria —después hizo un trago del café que tenía.

—Disculpen —alguien interrumpió su conversación —. ¿Sois de la policía, verdad?

—Sí —le contestó Paula justo cuando acabó de dar un trago en su café —. Más bien soy la inspectora, ¿tiene algo importante que decir?

—Pues sí —contestó ese hombre un poco impaciente —. Llevamos una semana sin que la policía venga y no tengo coche.

—Disculpa, no te entiendo. No me encargo de denuncias.

—No, no, no es una denuncia, solo que hay tres pirados estando libres quemando a la gente. ¿Tú crees que nadie ha venido hasta hoy?

—Ah, entiendo, no te preocupes que si quieres llamó a una unidad para que venga.

—¿Pero cuando? Porque llevamos esperando una semana.

—¿Una semana? —intervino Saud que le pareció un tanto extraño.

—Sí, así que por favor, que alguien haga algo rápido.

Después de esa conversación, Paula no le interesó mucho las palabras de ese hombre y se fijó más en Nuria que estaba tranquila en el bar con esa nueva camarera joven. Ella tampoco se podía creer que su madre la hubiese dejado trabajar ahí con los camareros en el punto de mira para el asesino. También le intrigaba hablar con ella.

—Nuria —le saludó la inspectora cuando vio que su turno en el bar cambiaba por otro camarero, Nico —. Tenemos que hablar contigo —Nuria empezó a sentir que su corazón iba más rápido.

—Claro —y los tres se fueron a una sala apartada de todos donde Paula interrogó a Zac con su madre y su hermano. Nuria notaba que algo no pintaba bien y observó que Saud llevaba un ordenador con él.

Paula se sentó delante de Nuria y Saud estaba al lado de las dos, con el ordenador ya encendido y mostrando una grabación de ella entrando en la habitación que supuestamente era de Lila. Cinco minutos más tarde, la grabación se corta ya que ese momento fue cuando Camila desactivó las cámaras. Además que la chica fue lista para dejar unos minutos después de que entrara y así no ser una sospechosa por ver eso.