Domingo, 18 de agosto de 2018
El mal día seguía. Santi y Yoel fueron encerrados en su habitación por sus padres. Estos no querían que sus hijos estuvieran en medio de todo el drama, así que era mejor que se quedasen ahí.
Mientras tanto, Gina vio correr a Gabriela por el camino donde una vez se fue Zac. Vaya, parecía que hubiese pasado mucho tiempo. Su padre la estaba llamando, pero después de la charla que tuvieron todos los chicos, no se fiaba mucho de él y no quería acercarse por el momento.
Gina tenía una sensación extraña, cada vez perdía más la noción del tiempo y entendía menos el por qué estaba ahí, por qué estaba caminando hacia Gabriela, ¿qué es lo que le iba a decir a Gabriela? Total, no tiene sentido, no sabía cómo hablarle a alguien que ha perdido una hermana...
—¡Gabriela! —oyó gritar a Alba. Esta resulta que también la había visto y mientras que Gina no decidía qué hacer, Alba se acercó antes a Gabriela —. Chica, lo siento mucho en serio —la abrazó, pero Gabriela no le devolvía el abrazo porque no podía, no se sentía bien consigo misma —. Yo no tengo la palabra para decirte mi opinión porque no tengo ni idea de lo que se siente... pero, no estás sola, no hace falta que corras, ¿a dónde ibas? —miró en la lejanía, solo vio un acantilado —. Por favor, no te lastimes —pero como ella había dicho, no tenía ni idea de lo que estaba pasando Gabriela.
Gabriela no dijo nada, parece que por segundo dejó de llorar, solo para apartarse de Alba, no quería estar cerca de nadie.
—Gabriela —ahora sí se acercó Gina, pero Gabriela no se paró, tampoco empezó a correr, solo caminó por la dirección en la que había venido.
Alba vio a Gina a pocos pasos de ella, parecía que ahora era el momento de volverse a hablar. Ni siquiera ellas entendieron esa incomunicación desde el principio.
—No entiendo qué está pasando, no sé cómo ayudar, parezco tonta —comentó Alba.
—Oye, estoy igual, pero no me lo trago, Elisa... —a ellas también le afectaba incluso decir el nombre —. ¿Por qué? —se sentían muy mal.
—N-no lo sé —a Alba se le quebró la voz —. Esa familia debe estar destrozada y yo ya ni sé quién es mi familia —empezaron a caminar de vuelta al vestíbulo, no tenían rumbo, sabían qué hacer. No tenían un plan, no tenían ganas de hacer nada pero a la vez sentían que tenían que hacer algo para acabar con esto.
—¿Cómo que no sabéis dónde está Nico? —preguntó Teresa desconcertada. Resulta que ella estaba buscando a Lola, pero estando dos minutos, se cansó y se quiso acoplar en el grupo de los chicos, quienes justo salían del bar por tercera vez.
—No te lo decíamos a ti —contestó Lucas borde —, pero eso, las camareras esas no nos quieren decir lo que está pasando —Camila, quien estaba delante de esos cuatro chicos, se arrepintió de haber dicho ayer por la noche de que hoy hablarían con él —¿Camila? —Camila dio media vuelta. No les dijo nada. Solo empezó a correr a paso rápido mientras que la gente se acumulaba en la terraza.
—¿A dónde va ahora? —resulta que alguien la estaba observando.
—¡Paula! —Saud estaba harto de la misma situación —. Ahora no —parecía que aún le estuvieran cayendo algunas lágrimas.
Mientras, Camila seguía su camino, no sin antes ser perseguida por su primo. Marius no la quería dejar sola por el simple hecho de que no quería que le ocultase nada más.
—¿Se puede saber de dónde has conseguido eso?¿Y podemos marcharnos? No es hora para esto —le intentó convencer, pero Camila seguía sin decir nada. Ella solo entró en la habitación de Nico y buscó por todos sitios. La ropa de Nico seguía intacta, pero no encontraba ningún rastro de su ordenador —. ¿Por cierto?¿Dónde estamos?
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Hotel Rubini
Mystery / ThrillerUn grupo de jóvenes que se hospedan en un hotel donde se sentían como en casa hasta que un verano lo altera todo. *A veces el vocabulario puede ser un poco ofensivo CREADA EL 20/4/2020 REGISTRADA EN SAFE CREATIVE NO AL PLAGIO, GRACIAS