—¿Me has guardado un baile? —sonreí.
—Son las doce en punto... —susurró Niall.
El irlandés sonrió y se inclinó ofreciéndome su mano.
—Por los tres años que hace desde que todo empezó, ¿me concede este baile, mi lady?
—Será un honor sir.
A pesar de haber acabado la misión bastante tarde y de tener que levantarnos pronto, todos fuimos a clase igualmente. Los viernes a primera hora nos tocaba literatura universal, Vik y Melissa se sentaban juntos, Emma estaba al lado de una amiga nuestra de la infancia, y recientemente la chica que yo tenía como compañera se había cambiado, dejándome sola, al menos hasta que llegó Blake. Alguien llamó a la puerta y ante nosotros apareció un hombre que se notaba que era thedosiano por la forma de vestir.
—¿Lady Asha Horan?
Vik y Melissa me miraron.
—¿Sí? —respondí.
El hombre, vestido con una armadura en la que casi me podría ver reflejada me entregó una carta.
—De parte de sir Niall Horan —antes de irse, el soldado se giró hacia Melissa e hizo una muy leve reverencia—. Princesa.
Melissa sonrió y asintió, lo que le permitió al guarda marcharse en paz.
—¿Qué es? —preguntó Blake a mi lado.
—No es una carta... —dije abriendo el sobre, en el que había un 22 estampado —. Es una canción.
Blake sonrió.
—¿Cuál...? Espera, ¿qué?
Yo también sonreí.
Aunque esa no fue la única sorpresa del día, pues a mitad de jornada, alguien a quien yo quería muchísimo me trajo el segundo regalo de mi irlandés favorito.
—¿Asha?
—¡Portu! —el jugador sostenía un enorme ramo de rosas—. ¿Qué llevas ahí?
—Un ramo de 22 rosas —sonrió, dándome el gran ramo—. De parte de Niall —dijo guiñándome un ojo.
Por la tarde, el mismo Portu me llevó a que me hicieran el tatuaje que había planeado, y más tarde, Andrea Trevelyan me acompañó a enseñarle la sorpresa al irlandés. Habíamos quedado en el río que había al lado del Pabellón de Fontajau.
Hacía una tarde preciosa, el sol brillaba cálidamente y yo estaba hecha un flan.
—Estoy nerviosa. No sé ni qué le voy a decir.
—No tienes por qué decirle nada —Andrea estaba justo detrás de mí, caminando a mi compás y grabando lo que estaba ocurriendo—. Tú solo enséñale el tatuaje y ya.
—Hola —saludé.
—Hola —sonrió Niall, que naturalmente, se extrañó ante la presencia de Andrea.
—Tengo una sorpresa para ti —sonreí, moviendo el brazo de detrás de mi espalda y extendiéndolo hacia él.
Niall se tapó la cara con las manos, enormemente sorprendido y emocionado.
—Sorpresa —dije sonriendo, para después darle un fuerte abrazo al chico que me salvó, quién ahora tenía llorando sobre mis hombros.
—Gracias —dijo aún con los ojos anegados en lágrimas, pero sin dejar de sonreír como un loco.
—No. Gracias a ti, por salvarme cuando todo estaba perdido. Gracias por iluminar una vida llena de tinieblas, porque cuando te conocí, hace tres años, volví a nacer, ¡qué digo nacer! Cuando te conocí me diste la vida que no tenía, llenaste mi corazón de luz, y es por ti por lo que ahora soy quién soy. Nada sería lo mismo sin ti —sonreí justo antes de abrazarlo de nuevo.
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La Gran Familia. El otro lado
Фанфик¿Qué pasaría si de repente, todo aquello que has imaginado empieza a hacerse realidad? ¿Si fantasear con la llegada de un ídolo cómo profesor deja de ser una fantasía? Asha es una joven adolescente que siempre ha tendido más a vivir en mundos fantás...