20 octubre

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Iker reunió a sus amigos en el salón principal de la casa rural dónde habían estado celebrando su cumpleaños desde el día quince.

—A pesar de las bajas, tengo que decir que esta ha sido una de las mejores semanas de mi vida. Quiero daros las gracias por haber venido, también a los que no están, no voy a querer menos a Vik, Kris, Asha y David por haberse ido. A ver, nos esperan cosas muy fuertes, y hemos vivido mil movidas también, me parece una tontería que nos vayamos a pelear por algo así. En fin, que vamos a disfrutar lo que queda de mañana antes de que nos tengamos que ir.

Yo había llegado el día siguiente, debido a que me había hecho ilusión ir también a la fiesta de Anora, que cumplía años el mismo día que el mago. Con Anora, me había animado un poco, pero por desgracia, esa alegría no duró mucho, así que preferí irme a estar en la casa siempre con mala cara, y eso que lo intenté. David, Vik y Kris también se fueron el mismo día que yo. Así que los Wolves que se quedaron hasta el final fueron: Iker, el anfitrión, Lola, Liam, Melissa, Adri, Alba, Emma y Pau.

En la otra punta de Ferelden, la polémica de Loghain, para suerte de todos, estaba a punto de llegar a su fin. Alistair y Rosie habían vuelto no mucho después de que lo hiciera Cailan, y ahora estaban reunidos en la sala de reuniones de la sede de Denerim.

—Al principio yo también pensaba que los guardias lo estarían esperando abajo, pero no. Loghain puede pulular por Ferelden sin que nadie le diga nada.

—¿Solo porque va a marcharse? Vaya un sinsentido —resopló Alistair.

Un silencio incómodo se instaló en la sala y solo Rosie supo ponerle fin.

—¿Qué pasa Cailan? —preguntó al ver la mirada del hombre rubio.

Cailan miró a Alistair.

—Tu hija convocó una asamblea.

Los ojos de Alistair casi salieron de sus órbitas.

—¿Eso cuándo? —preguntó Rosie.

Cailan frunció el ceño. ¿Hasta dónde iba a llegar la autoridad de Rosie sobre la corona?

—El lunes —contestó—. Dijo que estarías indispuesto indefinidamente. Y luego explicó la historia de tu ascensión al trono para decir que Loghain había sido reclutado por los guardas grises, y que, aunque el deber de la corona era hacer justicia, los tratados de los guardas grises lo obligaban a unirse a la orden.

—El pueblo ya sabe eso —dijo Alistair—. Pero Melissa también sabe que hubiera pasado si Loghain hubiera pasado de, estar desaparecido, a pasearse libre por el reino —pensó Alistair.

Era lo último que quería hacer en aquel momento, pero le fue imposible ocultar una sonrisa llena de orgullo. Otras personas no lo entenderían, pero Alistair era rey. Cailan también sonrió.

—Va a ser una de las mejores reinas con sangre Theirin que Ferelden haya visto nunca.

—¿Una de las mejores? ¡Va a ser la mejor de todas por lo menos desde Calenhad!

Cailan, Alistair y Rosie siguieron hablando un rato más sobre el futuro tan brillante que le esperaba a Melissa como reina. Aunque no tardaron mucho en irse.

La Gran Familia. El otro ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora