28 noviembre

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Desde que Elissa murió, Nate se había apartado bastante del mundo. El pícaro y la reina se conocieron cuando ésta se convirtió en guarda comandante de la orden de guardas grises en Ferelden. Nathaniel Howe, hijo de Rendorn Howe, se había colado en el Alcázar de la Vigilia para asesinar a la comandante, como ella hizo con su padre, y como su padre hizo con la familia de Elissa. Sin embargo, la reina, en vez de ahorcarlo, lo reclutó como guarda gris. Con el tiempo, Nate se fue olvidando del odio que sentía hacia la pelirroja conforme comprendía que su padre se mereció todo lo que le pasó. Aunque él siempre ha afirmado y reafirmado que no se enamoró de Elissa, sí era cierto que sentía algo especial hacia ella, y su relación solo hizo que estrecharse más y más con el tiempo. Ella le pidió que la entrenara para combatir a distancia, y así la convirtió en una arquera feroz. A cambio, Elissa, que además de tener muchos conocimientos de medicina también era una gran chef, le prometió que lo enseñaría a cocinar de manera profesional, lo que solo hizo que estrechar aún más la amistad que compartían. La pérdida de su querida reina fue un mazazo muy duro para él, y aún empeoró cuando Alistair y Rosie empezaron a salir. Nate no entendía como Elissa podía querer tanto a Rosie, cuando había intentado de todo para separarla de Alistair, pero su bondad no tenía límites. Así que dolido y furioso por todo lo que estaba pasando, Nathaniel se marchó durante un tiempo, sin avisar a nadie ni mantener contacto siquiera, excepto con una única persona: Melissa. Nate confió el secreto de su paradero a la hija de la difunta reina y ahí es cuando ellos empezaron a acercarse también. Como con su madre, la princesa pelirroja se había convertido en un pilar fundamental para él. De alguna manera, sentían que se debían aquella devoción que había nacido entre ellos. Melissa ayudó a Nate a vivir con la pérdida de Elissa, así como a acercarse más a aquellos que vivieron su muerte de la misma manera, los que la habían conocido en Origins y habían visto como llegaba hasta lo más alto.

Aquel día era el cumpleaños del arquero, pero como Melissa estaba de exámenes y no quería organizar nada sin ella, a la pelirroja se le ocurrió la idea de hacer una cena el fin de semana con las personas a lasque más quería el pícaro. Lo que muchos no se esperaban, era la presencia de algunos de los invitados. 

La Gran Familia. El otro ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora