5 diciembre

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Pronósticos climáticos aparte, aquellos días no tuvimos tiempo de pensar en ello. Empezaba un puente largo que mantenía a La Gran Familia al completo. Los planes para aquel jueves en concreto eran ir a buscar a todos los adolescentes a sus institutos, o a los niños al colegio, e ir todos a comer a Feudo, sin embargo, parecía que no solo en Girona hacía mal día, pues en Feudo se había desencadenado una tormenta de nieve y nos hubiera sido imposible ir a comer allí. Pese a eso, los planes no se cancelaron, y en vez de comer en el patio de Feudo, Fenris propuso su mansión como punto de quedada. Qué ironía, el tiempo tenía sentido del humor. Esta vez, pero, Adri, Ribas y Judith no nos acompañaron. La que ya era la mujer de Portu, quiso llevarse a los chicos a comer por ahí, pero a falta de un tiempo que los acompañara, se quedaron en la sede de Girona, que se encontraba desierta ya que todos estábamos en Kirkwall (donde Fenris tenía su casa). Con ambas sedes a sus pies, aquellos tres temieron aburrirse, pero terminaron por adueñarse del lugar. No solo montaron un tour por la de Girona, sino también por la de Denerim. Todas las habitaciones tenían que estar cerradas con llave, y si no lo estaban, significaba que tenían permiso para entrar. Durante toda aquella semana, La Gran Familia teníamos planes en los que sorprendentemente, nos había hecho gracia incluir a Adri, Pau y Judith. Ahí fue cuando los rumores de la vuelta de Adri tomaron más fuerza. Si hubiéramos sabido lo que estaba porvenir... Ni siquiera Nelika podía controlarlo, sus visiones iban y venían a su voluntad, sin que la enana pudiera hacer nada para detenerlas o provocarlas. Cuando acabamos de comer, algunos nos quedamos allí para jugar a algo, pero muchos se fueron y volvieron a las sedes, o a sus casas. El día siguiente prometía mucho.

La Gran Familia. El otro ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora