2 abril

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Una de las cosas que más me gustaba de mi familia, era que pese a lo diferente que eran todos los unos de los otros, había cosas aleatorias en las que se parecían un montón. Kris, que además de formar parte de La Gran Familia también era de los Wolves, tenía dos hermanos mayores, la mediana, Emma, tocaya de nuestra compañera de equipo, era rubia y tenía los ojos azules, e iba a cumplir diecinueve años, y el mayor, Aleksander (igualito que sus hermanas menores), que cumplía veinte años casualmente el mismo día que la mediana. La anécdota era que los Sanstock no eran el único trío de hermanos que había en La Gran Familia compuesto también por dos mujeres (a diferencia de que en el otro el chico era el pequeño y no el grande, como en el caso de los Sanstock).

A pesar de poder sufrir un ataque en cualquier momento, iba a pasar unos días en casa antes de quedarme en Thedas y no volver a mi mundo natal por un tiempo. Habíamos diseñado una sede en Denerim, pero aún no estaba terminada, así que cuando lo estuviera, allí me quedaría.

—Niall tengo algo que comunicarte —le dije a mi infalible tutor legal, antes de irme a la habitación a hablar también con Alek; me tenía que decir algo en privado.

—¿Qué pasa?

Kate también estaba allí (como de costumbre últimamente) así que también aprovecharía para hablar con ella.

—Sentaos todos, tú también Alek.

—Princesa me estás asustando...

—Hacía mucho que no me llamabas así... —dije sin poder evitar sonreír.

—Siempre lo serás, ya lo sabes.

—¿Qué tienes que contarnos? —intervino la elfa.

—Me voy a ir a vivir a Thedas, y Niall, no vas a venir conmigo, ya has sacrificado demasiado como para...

—Tranquila —para mi sorpresa, el irlandés no pareció muy afectado y no pude disimular lo raro que eso me parecía, aunque él no se pronunció al respecto—. Recuerdo un día que estábamos grabando DAETU y estuvo a punto de venirte un ataque, pero lograste pararlo. Si marchándote allí los radicalizas, o tu mente te permite controlarlos —Niall hizo una breve pausa y respiró hondo— por mucho que me duela, debo pedirte que lo hagas.

—Seguirás viniendo igualmente, ¿verdad? Aunque no para quedarte —supuso Kate, a lo que yo asentí.

Después de aclarar que también vendría a las reuniones de los Wolves y a otros eventos, me dirigí a mi habitación para escuchar lo que Aleksander tenía que contarme.

—Voy a ser padre —sonrió—. Aunque el bebé no lo sabrá, claro.

—¡Qué bien! Espera, ¿qué?

—Resulta que Cris e Isabela quieren ser madres naturales, y han buscado a alguien para... ya sabes.

—¡Vaya dos! —reí—. Eres muy valiente al hacer eso Alek —bromeé.

—Solo de Cris —sonrió moviendo la cabeza negativamente—. Isabela quería a alguien moreno con los ojos verdes.

—Junior —dije, era el único chico que coincidía con esa descripción.

—Hay algo más que deberías saber. Bueno, es más bien una pregunta.

—Adelante.

—¿Tú sabías que Andrea Hawke estaba embarazada otra vez?

La Gran Familia. El otro ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora