22 agosto

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Las hermanas habían vuelto a reunirse en la cafetería de la sede de Girona, esta vez a primera hora, para que hubiera la menor gente posible.

—Dime una cosa, ¿qué vamos a hacer con las cenizas de Elissa cuando las hayamos analizado? —preguntó Pauli.

—Las devolveremos donde estaban —le contestó su hermana mayor.

—Ya...

—¿Qué pasa Pauli? Te noto tensa y casi ni has probado el desayuno. Tengo que ir a hablar con Leliana.

—¿Crees que tendremos suficiente con las cenizas que cogimos?

Paula inclinó la cabeza.

—¿Qué sugieres?

—Necesito la urna entera.

—¿Qué? ¡No podemos hacer eso! —exclamó la mayor de las hermanas, atrayendo algunas miradas somnolientas de la poca gente que había desayunado en la cafetería—. No creo que El vaya a estar mucho tiempo sin recibir ninguna visita —añadió, bajando la voz.

—No tenemos muchas alternativas, hermana.

Paula intentó pensar en otra solución, pero no se le ocurrió nada.

—Tenemos que arriesgarnos —insistió Pauli.

Y tras un agonizante minuto de silencio, Paula acabó por aceptar.

—Ves a por la urna —la pequeña tomó la iniciativa—, yo hablaré con Leliana.

—No. encárgate de encontrar de una maldita vez un lugar para realizar las pruebas, esconderé la urna hasta que lo tengas, y luego iré a hablar con Leliana.

Pauli asintió y ambas se fueron de allí.

Paralelamente a la investigación de las hermanas, Theron llevaba la suya. En ese momento estaba en su habitación en la sede de Denerim, hablando por vídeo llamada con las dos personas de la familia a las que les había pedido ayuda para investigar en el reino desértico de Anderfels.

—¿No habéis encontrado nada?

—No hay nada que encontrar, Theron, el reino es casi como un desierto. Si Asha tiene familia biológica en Thedas, no es en Anderfels.

—Está bien —suspiró el elfo pelirrojo—. Gracias, chicos.

—De nada —dijeron los dos hermanos a la vez.

Justo en ese momento, Theron recibió otra llamada.

—Como Campeona de Kirkwall y amiga íntima del Vizconde, solo he podido investigar aquí, pero he pedido ayuda a más gente y... Nadie ha encontrado nada, lo siento.

—Gracias igualmente, Andrea.

—Un placer.

—Por cierto, ¿cómo vas con lo tuyo?

—Bien. Este embarazo se me ha pasado muy rápido —dijo sonriendo mientras le echaba una mirada y se acariciaba el vientre.

—¿Cuánto te queda ya?

La primera hija de la Campeona con su tercer marido, Fenris, había recibido su nombre en honor a la reina, que había sido su mejor amiga.

Otra de las reinas históricas y más famosas de Ferelden era la madre de Cailan, Rowan, y a Andrea le había hecho ilusión tener a la parejita de reinas; Rowan y Elissa.

—Solo dos meses. Todos estamos muy ilusionados por conocer oficialmente a la nueva miembro de la familia. ¿Sabes que Maric ya habla? Está deseando conocer a su primita.

La Gran Familia. El otro ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora