6: Las concubinas que residen en el patio interior

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—¡Hermano mayor!—. Cuanto más se acercaba a la sala del té, más emocionado se ponía su humor y no podía evitar acelerar sus pasos, mientras llamaba antes de siquiera ingresar al salón.

Jing Chen dejó su taza de té en su mano, luego frunció su ceño levemente y vio a Jing Shao entrar apresuradamente, y no pudo evitar regañarlo: —¡Ya eres una persona casada y todavía estás tan impaciente, no deberías ser así!

Jing Shao se detuvo por reflejo, luego sacudió su cabeza y sonrió amargamente. Desde pequeño estaba acostumbrado a que su hermano lo reprendiera, y una vez que lo escuchó comenzar a regañar, lo único que quería hacer era correr. Pero ahora que escuchó la frase "no deberías ser así", hubo una incomparable sensación de familiaridad, y solo esperaba que su hermano lo regañara durante mucho tiempo. Entró rápidamente, y al ver a su hermano fruncir el ceño mirándolo, no pudo evitar sonreír y acercarse a presentar sus respetos a su hermano mayor y cuñada.

—Hermano menor—. Su cuñada, Xiao Wang Fei que estaba sentada a su lado, se levantó y le devolvió el saludo. Y al ver que Jing Chen todavía tenía una fría expresión y no hablaba, sonrió y dijo: —Originalmente no deberíamos estar aquí. Sin embargo, al escuchar que el hermano menor no se encontraba bien y de que no nos habíamos visto al mediodía, tu hermano no se sintió cómodo, así que me trajo aquí con él—. En los hogares de la gente común, al casarse, visitan a sus padres y hermanos mayores por la mañana, y llegan a reconocer a sus nuevos parientes después del mediodía, así que aunque venir esta vez fue algo inesperado, no carecía de sentido.

Jing Shao naturalmente entendió la razón detrás de esto. Al haber escuchado a su cuñada, levantó su cabeza y miró a su hermano, quien todavía estaba frunciendo su ceño y de repente sintió calor en su corazón. En su vida anterior, estaba realmente ciego, él pensaba que cuando su hermano le fruncía el ceño, él lo veía desagradable ante sus ojos, pero no prestó atención a lo mucho que este hombre hizo por él.

—Hermano mayor...—. Jing Shao caminó lentamente frente a su hermano mayor y abrió su boca, pero solo esas palabras salieron de sus labios.

Jing Chen estaba atónito y lo miró sorprendido. Dado a que su Padre Imperial ordenó que se casara con el segundo hijo del Marqués del Norte, este hermano menor a quien había amado y protegido desde que era un niño no lo volvería a llamar "hermano mayor". Y cuando se encontraban, Jing Shao solo gritaba "Segundo Príncipe Imperial", haciendo que le doliera el corazón. Hoy, no esperaba que lo visitara, pero inesperadamente los mayordomos del Palacio de Cheng Wang vinieron personalmente y se disculparon, lo que le permitió generar alguna esperanza en su corazón. Después de esperar hasta que pasó el mediodía y ver que todavía no había venido, no pudo quedarse quieto y corrió hacia allí. Y no esperaba que hubiera una sorpresa tan agradable.

Al ver que los dos hermanos parecían tener algo que decir, Wang Fei Xiao sonrió, mientras se levantaba y decía: —Iré a ver a tu Wang Fei.

—Cuñada... Jun Qing no se ha levantado todavía, tú y el hermano mayor puedes esperar aquí por un momento, yo lo llamaré—. Jing Shao detuvo apresuradamente a Madam Xiao.

—¡Oh, mírame, entonces estoy confundida!—. La Wang Fei Xiao quedó en blanco por un segundo, luego, molesta, retorció su pañuelo en sus manos, estaba tan enojada que su rostro se tornó carmesí. Su Wang Fei es un hombre. Y aunque ella es su cuñada, él sigue siendo un hombre y ella no podía ir a visitarlo junto a su cama.

Pero su esposo sí podría ir al dormitorio para visitarlo.

Jing Chen miró pensativamente a su esposa, se levantó y le dijo a Jing Shao. —El Wang Fei del hermano menor está enfermo, no lo hagas sufrir. Iré contigo a verlo.

El flautista y el vaqueroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora