55: Xiao Shao Jiu Cheng

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—¡Está bien!—. Jing Shao estaba muy feliz de escuchar esas palabras. Había preparado un famoso qin en el pequeño estudio, esperando que Jun Qing se relajara y quisiera tocar una pieza musical. Desafortunadamente, nunca lo había escuchado, y mucho menos el sonido de su flauta de jade.

Mu Hanzhang miró al inexplicablemente emocionado Jing Shao, y sonriendo impotente, se llevó la flauta de jade a sus pálidos labios.

La noche iluminada por la luna era tranquila, y el sonido de la  flauta parecía un sollozo, trayendo consigo una sensación de desolación a través de los tiempos. Era lento, como el viento cruzando bosques y mares; y subió y bajó, como la luna brillando sobre el río Yangtze.

Jing Shao no conocía la melodía muy bien, pero eso no le impidió comprenderla, porque sus ojos nunca dejaron al flautista. La luz de la luna se derramaba sobre su ropa de muselina azul pálida, y sus manos brillantes y delgadas presionaron la larga flauta de jade. Jing Shao solo sintió que esas manos eran incluso más suaves que el jade.

La luz brillante del río cristalino se reflejaba en ese rostro incomparablemente hermoso. Acompañado del sonido de la flauta, Jin Shao pareció ver a un fénix azul bailando bajo la luna y rodeando el bosque, antes de elevarse a 90,000 li...

—¿Cómo es que no hay más?—. El sonido de la flauta se detuvo abruptamente. Jing Shao no había escuchado aún lo suficiente, por lo que estaba insatisfecho.

Mu Hanzhang levantó la cabeza para mirarlo: —¿Qué escuchaste?

—Un joven fénix, elevándose hacia miles de millas de nubes, ¿y luego?—. Jing Shao frunció el ceño. Escuchar solo la mitad de la historia de aquella canción era insoportable.

Mu Hanzhang lo miró sorprendido: —¿Pudiste escuchar tanto?

Esa canción antigua se había transmitido desde hace mucho tiempo, y su contenido era muy difícil de entender, incluso los músicos de guqin no podrían escuchar tanto, y mucho menos personas que no entienden sobre musicalidad y afinación.

Jing Shao no esperaba que de alguna manera pudiera escuchar el significado sobre eso, pero sonrió con orgullo: —Los antiguos decían que el oro es fácil de obtener, pero un alma gemela es en realidad difícil de encontrar. Cualquiera que conozca a su alma gemela, incluso si es un viejo pescador o un leñador, podría entenderlo. No entiendo la canción, pero sí a la persona que la toca—. Mientras decía eso, alargó su mano para tomar un mechón de fino cabello negro y enroscarlo en sus dedos.

Mu Hanzhang bajó la mirada, su hermoso rostro a la luz de la luna estaba ligeramente rojizo: —Entonces, ¿sabes cuál es el nombre de la canción?

Jing Shao se rascó la cabeza. ¿Cómo lo sabría? Entonces, sonrió y se sentó junto a su Wang Fei, tomó al hombre en sus brazos, se acercó poco a poco a su oreja y dijo: —Supongo que se llama "Cuando un fénix corteja a otro fénix*".

—Tonterías... Hmmm...—. Mu Hanzhang lo miró, pero antes de que pudiera terminar de hablar, sus labios fueron bloqueados.

Jing Shao solo había hecho una suposición a medias. Después de que se calmó, se separaron lentamente, y él extendió la mano para tocar la mejilla de la persona en sus brazos, recitó en voz baja: —Hay una belleza, que nunca olvidaré. Y si no la veo por un día, puedo volverme loco*—. Su voz magnética subía y bajaba como un cántico, y era muy conmovedora.

Mu Hanzhang lo miró en silencio y sonrió lentamente: —Esta canción se llama "Xiao Shao*". En la antigüedad habían 9 capítulos de "Xiao Shao", pero ahora solo quedaban 3 capítulos.

Resultó ser una canción incompleta. Jing Shao asintió. No era de extrañar que se sintiera inacabado mientras la escuchaba.

Al ver que Jing Shao todavía no entendía las cosas correctamente, Mu Hanzhang suspiró impotente: —Hoy es el día diecinueve del noveno mes lunar.

El flautista y el vaqueroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora