Drabbles Stony

Orden presidencial

Tony entra a la habitación de Steve sin tocar, esté se sobresalta cuando ve al genio entrar y baja el cuaderno en el que estaba dibujando. 

De parte del presidente - dice el castaño. 

Hola Tony, tambien es bueno verte, gracias por molestarte en traerlo - dice el rubio con sarcasmo mientras toma el papel extrañado.

Efectivamente es un papel membreteado de la Casa Blanca con firma presidencial aunque duda muchisimo que la orden escrita de ella sea real y mira a Ironman interrogante. 

¿Qué? - pregunta con inocencia el millonario. 

Tony es delito federal copiar la papeleria presidencia y falsificar la firma del señor presidente - dice lentamente el Capitán debatiendose entre enojarse o reír.

¿Te atreves a insinuar que esa muy seria y preocupante orden presidencial la falsifique yo? - dijo en tono totalmente dramatico el ojimarrón mientras se llevaba la mano al pecho indignado.

"Querido Capitán Steve Rogers bla bla bla bla... se le ordena que no puede volver a usar los pantalones de gala militares que llevaba puestos en la ceremonia bla bla bla porque son considerados un crimen para la moral de la juventud..." - leyó el rubio para luego alzar la mirada. 

Que el presidente tenga la misma opinión que yo, sobre que esos pantalones te hacen ver un trasero de infarto, que solo yo debo admirar, no es mi culpa - se defendió cruzandose de brazos. 

Tony... - regaño sutilmente - ¿de donde sacaste esto? 

Tal vez de un muy borracho presidente luego de un consejo de armas... solo tal vez - desvió la mirada Stark. 

Steve soltó una risita, y le tomó la mano a su novio mientras lo tiraba hacia él para sentarlo encima de sus piernas. 

Tony... no puedes reformar el uniforme de los militares solo porque un par de mujeres se me quedaron viendo el trasero... igual que tú, solo tengo ojos para ti, quizás todos puedan admirarme, pero solo tu puedes tocar - dijo con cariño mientras le acaricia la mejilla a su compañero que estaba haciendo pucheros - tampoco puedes aprovecharte del presidente en estado de ebriedad. 

Le quitas lo divertido a la vida, Rogers - se quejó el castaño agrandando el puchero. 

Steve volvio a reír para comenzar a besar a su pareja y recordarle porque no tenia nada de que preocuparse.