Cap 107

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Pasaban los días volando junto a Valentina, podía pasar una semana pero a su lado sentía que solo pasaban 2 días o quizás 3.

Siempre he recalcado que a pesar de tener gran experiencia con chicas y siempre estar conociendo a una diferente no quita que como en la vida en si también reciba cosas malas o desagradables. En esta historia junto a Valentina obviamente no sería la excepción y como una nube gris en un cielo despejado comenzó a aparecer lo que sería quizás el concho amargo de una taza de café.

Hoy era día Sábado, otro día para descansar y no hacer absolutamente nada más que ver televisión, comer y quizás dormir un poco más, debía aprovechar completamente este día ya que el lunes debía ir al gimnasio y esta vez debía aumentar el peso y repeticiones.

Estuve un rato viendo vídeos en youtube, subiendo memes a mi página de insta y sacandole fotos a mi perro. De pronto al abrir mi instagram personal en el "feed" de pronto apareció una foto de una chica la cual desde aquel momento me llamó la atención en gran manera. Solo hace un par de días había aceptado su solicitud y nunca me fijé en lo guapa que era, solo me llamó en aquel entonces la atención su nombre poco usual "Aurora".

Una de mis tácticas más usadas y la cual obtiene siempre excelente resultados es subir una actividad a instagram para así ver que chicas están pendiente de mi, a cuales podría hablarles con éxito al recibir respuesta e incluso de quién recibo en ocaciones coqueteo a través de estas actividades. Esta vez la actividad era que alguien me comentara en la historia "oye" y yo seguía la oración.

Respondieron a esta historia 12 chicas, 2 de ellas eran ex, 3 eran amigas de hace mucho tiempo y 7 eran chicas que hace muy poco las había aceptado, afortunadamente entre ellas estaba Aurora así que sin disimular ni aplicar otra estrategia le escribí "oye, deberíamos salir". Solo al pasar 5 minutos mi oración tuvo respuesta por parte de ella. Contestando que pensaba que era una gran idea, que cuando podríamos concretarlo.

Luego de unos minutos ya estábamos muy a gusto conversando bastante para conocernos un poco y hasta el momento ya tenía sus puntos a favor y en contra.

Los puntos a favor era que vivía muy cerca de mi, era muy guapa, precisamente como a mi me gustaban las chicas (físicamente), era notoria la atracción mutua y también era muy graciosa, todo esto formaban sus puntos a favor.

En cuanto a los puntos en contra... solo era uno y era quizás el más fundamental para mi en ese momento, la edad.

Aurora tenía 16 años, mientras que yo tenía 20, esto era algo bastante incomodo ya que aunque intentara pasarlo por alto una voz dentro de mi lo recalcaba y a la vez me hacía sentir algo "viejo".

Dejando lo anterior de lado todo era casi perfectamente atractivo, por ello seguimos conversando.

Luego de un rato hice la pregunta que originó y concretó aquella actividad de Instagram "¿cuando nos vemos? Aurora propuso vernos el mismo día en la tarde lo cual me parecía bastante bien así que acordamos la hora y el lugar, al fin un lugar cerca de mi casa.

Esta es la parte en que quizás te preguntes ¿y qué con valentina? y es una muy buena pregunta, solo que yo no me la hice en ese instante, ni en la tarde ni en todo el día, extrañamente parecía que Valentina ya no existía en mi mente, al menos aquel día.

Ya estaba en aquel lugar acordado, una plaza la cual siempre visitaba y quedaba cerca de mi casa. Llamé a Aurora para ver si venía cerca. Como nunca suele suceder ella también había llegado y estaba cruzando la calle.

Entre las muchas personas que allí estaban y mi miopía logré ver una llamativa silueta de chica perfectamente contorneada y definida. Sabía que era Aurora por lo cual me quedé parado mirando hacia ella para saludarla pero... algo no andaba bien y esto era su expresión extremadamente seria.

Segundo a segundo y mientras se acercaba a mi comencé a sentirme inseguro y a preguntarme si quizás me encontró feo o no era lo que ella esperaba, quizás me encontró mal vestido... y algunas preguntas de ese estilo.

Finalmente al llegar a mi lado y al saludarnos soltó una sonrisa que devolvió mi seguridad y equilibrio, ahora si todo va normal otra vez, pensé.

Nos sentamos en una banca bajo un árbol que nos daba bastante sombra, allí comenzamos a hablar a cerca de nuestras primeras impresiones. Aurora de inmediato confesó que le resultaba bastante guapo le gustaba mi forma de vestir y mi voz. Yo confesé lo mismo hacia ella y agregué mi gusto por sus labios ya que eran gruesos y bien formados.

Poco a poco la cita fue tomando mas comodidad y fluidez, fueron saliendo mas temas de conversación y sobre todo fue aumentando el coqueteo mutuo.

Entre risas y miradas fijas de pronto surgió un tema que parecía trivial pero finalmente resulto importante por el desenlace.

- Y tú... ¿bebes alcohol?

- No, ¿y tú?

- Ysrael, me mientes

- No, es cierto, de hecho no me gusta ni el olor

- No mientas, he visto tus historias en las cuales apareces con latas de cerveza en la mano

- ¿Latas de cerveza? ¿No serán bebidas energéticas?

- No, son cervezas, las conozco bien

- ¿Latas de color gris?

- ¡Sí, Esas!

- Son bebidas energéticas, mi marca favorita es gris y suelo tomarlas mucho últimamente

- Ysrael, son cervezas, apuesto lo que sea a que son cervezas

- ¿Apuestas lo que sea?

- Sí, lo que sea, sé que no me equivoco

-...

Por suerte había sacado una foto a las bebidas energéticas que tomo y salían de frente dejando ver el nombre y los datos de ella, así que buscando la foto y mientras Aurora seguía argumentando su postura al momento de encontrarla se la enseñé.

- ¡Ves! Ahí dice "bebida energética"

-...

- ¡Gané la apuesta!

- ¡No puede ser! Estaba segura que era cerveza

- Te lo dije, no bebo alcohol

- Está bien, ganaste la apuesta, ¿que quieres?

- Un beso

(En ese momento Aurora comenzó a ponerse nerviosa, su voz comenzó a temblar levemente y al fin logré opacar su seguridad con la mía)

- ¿Un beso?

- Sí, un beso

- Pero yo no sé besar muy bien, hace tiempo no lo hago

- No te preocupes muestrame lo que sabes y yo te enseño lo demás.

Muy lentamente nos fuimos acercando hasta terminar basándonos, una y otra vez y durante toda la cita. Sus labios son perfectos, al igual que sus besos... la verdad toda ella lo es.

Un Inexperto Al AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora