Era otro día de camino al liceo, esta vez iba bastante tranquilo y ordenado. Obviamente estos proximos 3 días de la semana sería igual y después hasta fin de año seguiria llegando tarde ya que soy yo y no puedo cambiar mi forma de ser, además a pesar que llegara tarde o incluso no fuera a clases no importaba, siempre lograba pasar de curso sin mucho esfuerzo, gracias a la banda, bueno... supongo.
Ya estaba en mi sala cuando de pronto oí mi nombre en un tono bastante agudo el cual conocía asi que volteé de inmediato
- ¡Javiera! ¿cómo estás?
- ¡Ysra! Super bien, ¡no te veo hace mucho!
- ¿Por que no viniste ayer?
- La verdad solo por pereza, pero desde hoy no faltaré más
- Espera... ¿qué? ¿Escuché bien?
- ¡Ysra, no empieces por favor!
- Bueno, te creeré
- ¡Así me gusta! ¿Nos vemos después de clases? Ya sabes... conversar, fumar y reir ¿qué dices?
- Hm... la verdad ya no fumo
- Espera... ¿qué? ¿escu...
- Ya debo entrar a clases asi que ¡nos vemos luego!
Entré a la sala ya que mientras hablaba con Javiera vi a lo lejos que venía el profesor de lenguaje y es bastante cascarrabias, será mejor no hacerlo enfadar tan luego.
Al sentarme junto a Carlos de pronto noté que algunos puestos más adelantes había una una chica de cabellera roja y otra chica extremadamente delgada.
Le pregunté a Carlos si las conocía pero él estaba tan impresionado como yo ya que esta era la primera vez que las veía.
El profesor notó la presencia de aquellas 2 chicas nuevas asi que las hizo presentarse frente a la clase.
Aquella chica extremadamente delgada se llama Anye y es novia de Anibal, al saber este dato me resultó bastante agradable ya que al fin Anibal volvía a conocer una chica desde aquel engaño de su ex novia y Tomás.
Aquella chica pelirroja se llama Nayadeth, es bastante mas baja de lo que se veía y por su acento no era de la capital, se veía bastante simpática la verdad asi que propuse a Carlos incluirla a nuestro grupo de amigos. Este accedió de inmediato además de confesar que le parecía bastante guapa.
Y ahí iba Carlos otra vez, apuesto mi cabeza que ya le gusta Nayadeth, pero ¿que no le gustaba aun Victoria?.
Durante los recreos pensé en acercarme e integrar a Nayadeth pero sabía que con solo el gesto de hablarle daría que hablar a los demás pensando en que le iba a coquetear, que ya iba a comenzar a "hacer de las mías" y bla, bla, bla asi que preferí no hacer nada y dejar que Carlos se acercara, aunque esto significara quizás nunca lograr integrarla.
Justo al entrar a clases, en el recreo antes del almuerzo, mientras estabamos todos sentados de pronto y en medio de un gran aburrimiento colectivo en clases de religión hice una apuesta bastante tonta a Carlos. Aposté una lata de bebida a que desde donde estaba sentado podía tirar mi chicle el cual estaba masticando e iba a caer justo en el basurero que estaba en una esquina de la sala junto a la puerta. Debido a que era una gran distancia aceptó y se acomodó para atentamente ver mi fracaso.
Calculé un poco la direccion en la que debía tirarlo e incluso hasta el viento pero lo más importante no lo hice y este era ver si en caso de que no cayera donde posiblemente podía caer y peor aún a quién.
Lancé el chicle bastante confiado, a mitad de la trayectoria continuaba así pero... todo cambió cuando el chicle llegó a su destino, ya que el chicle no llegó al basurero sinó que llegó a una cabellera roja, llego en el cabello de Nayadeth.
Carlos y yo nos tomamos la cara con bastante desesperación, tanta que Tomás al vernos nos miró a nosotros y a la vez a Nayadeth dandose cuenta del chicle.
Nadie se había dado cuenta del chicle en su pelo, ni siquiera ella pero Tomás probablemente para sobresalir y que alguien finalmente supiera de su existencia en frente de todos y mientras se producía un gran silencio exclamó lo sucedido.
Nayadeth muy molesta con la mano tocó su cabello donde estaba el chicle y con una voz bastante imponente preguntó quién había sido el responsable de esa estupidez.
Creí en la complicidad de nuestra amistad con Carlos, e incluso estaba asegurado en su silencio, hasta que de los propios labios de Carlos escuché "Ysrael fue" mientras me apuntaba.
La miré fijamente con mucha cara de arrepentimiento, pero no bastaba, pude ver que el color rojo de su cabelló bajaba hasta su cuello ya que estaba realmente enfurecida, solo me insultó y se fue rápidamente al baño. La siguieron 3 amigas y yo quedé ahí, sumido en la mas grande vergüenza mientras todos me comenzaron a mirar con gran desprecio. La verdad no sé por qué hago este tipo de estupideces
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Un Inexperto Al Amor
Teen FictionEs la historia de un chico que poco a poco va experimentando cosas en el amor volviéndose de un inexperto a un mujeriego. Pero mas temprano que tarde se da cuenta que todo acto tiene su consecuencia y toda historia su final