La noche se hizo tan corta pensando en Millaray que cuando llego el instante de cordura el arrepentimiento ya no era una opción.
Ya muy cerca del liceo volví a mirarme en un auto, volví a inspeccionar mi aliento e incluso volví a pensar en lo que haría aquel día cuando viera a Millaray ya que debía haber más acercamiento, ¿no?
Al momento de entrar me topé con Carlos al cual saludé y acompañé a la sala.
De pronto a lo lejos vi a Millaray junto a su amiga afuera de mi sala de clases, mirando hacia todos lados como si buscaran a alguien.
Al momento de llegar a mi sala se acercaron a saludarme. Carlos no quería entrar a la sala asi que se quedó allí para escuchar lo que íbamos a hablar. Parado mirando el cielo disimulaba mientras escuchaba y me hacía caras para molestarme.
Y allí estábamos Millaray y yo mirándonos fijamente mientras sonreíamos e intentábamos en vano hablar de corrido:
- Oye Ysra, quería saber si hoy ¿querías acompañarme al parque después de clases?
- Sí, claro... pero ¿iremos con tu amiga también?
- La verdad pensaba en juntarnos solo tú y yo... pero si quieres la invitamos.
- No! No! Para nada sería genial ir solos
- Entonces nos vemos en el parque?
- Sí, claro
- Perfecto, Adiós!
- ¡Adiós! (Respondía mientras ponía una gran cara de menso).
Mientras ella caminaba hacia su sala Carlos no desaprovechó la oportunidad de empezar a burlarse de mi y de mi cara cada vez que la veía y es que era tan notorio lo que sentía cada vez que estaba con ella que por más que lo intentaba no podía disimular lo embobado que me tenía.
Al entrar a la sala me senté donde siempre y con los de siempre pero esta vez Gezy no estaba, Vicente estaba durmiendo y Carlos no dejaba de molestarme ya que nuevamente tenia una cita con Millaray.
Carlos hablaba tan fuerte que pude notar que las tres chicas que se sientan detrás de nosotros detuvieron su conversación para escuchar de lo que Carlos hablaba.
La verdad no tenia ganas de estudiar, ni escribir ni siquiera escuchar al profe. Solo quería estar junto a Millaray y punto.
las horas de clases se hacían eternas pero debía aguantar ya que pronto tendría mi cita oficial, la que siempre imagine y la que quería y digo la oficial porque es la normal, solo los dos y nadie mas.
Finalmente el momento había llegado. Ya estaba en la entrada del parque sentado esperando a Millaray y memorizando todo lo que debía hablar y hacer y es que tenía varios temas de conversación, formas de ligar físicamente e incluso una técnica para darle un beso pero siendo realista aún no estaba listo para un beso ya que... no sabía besar.
Ahí estaba al fin, caminando hacia mi, mientras yo traba de disimular una sonrisa que me salía de los más hondo de mi pecho.
Nos saludamos y buscamos un árbol el cual era el más frondoso y grande ya que hacia calor y el sol estaba muy sofocante.
Comenzamos la cita con las preguntas triviales y simples como por ejemplo: ¿Cómo estás? ¿Qué tal tu día hoy? Hiciste muchas cosas hoy? Y ya cuando este tipo de preguntas se acabaron y ya comencé a sentirme más seguro comenzamos a hacernos preguntas más personales para conocernos mejor y saber nuestra experiencia en el amor.
En un momento la vi tan sonrojada y nerviosa que con una seguridad sacada de no sé donde le dije que no estuviera nerviosa mientras lentamente tomaba sus manos y me acercaba más a ella.
Esta actitud hasta el día de hoy me causa gracia ya que en aquel momento mi voz interior me alentaba y me felicitaba por lo que estaba haciendo ya que fue algo improvisado y arriesgado pero funcionó.
Poco a poco nos fuimos acercando hasta quedar abrazados, apoyados en el árbol mirando el cielo y riéndonos de lo que estaba pasando, lo rápido y lo bien que nos sentíamos.
No quería que esto terminara pero ella debía llegar a casa ya que era tarde y su mamá se preocuparía así que la acompañe hasta al paradero hasta que pasó el autobús. esta vez la cita duró 4 horas, lo cual me dejaba aún más satisfecho.
No puedo describir exactamente lo que sentía pero me sentía muy especial y feliz. ¿Será amor?
Ya era de noche y estando en mi cama de pronto recordé que debía aprender a besar y tenía plazo hasta el día siguiente ya que esta vez yo la invitaría al parque y ahí nos daríamos nuestro primer beso. No sabia como aprender ya que no quería preguntar por vergüenza pero la única forma que se me ocurría era frente a un espejo intentar resolver este problema. Estuve a punto de cometer tamaña estupidez hasta que mi sentido moral me hizo tomar la determinación de no practicar nada y dejarme llevar por mi primer beso, quizás solo fluiría y exitosamente resultaría. ¿Quién sabe? No le di mas vueltas a este asunto y me acosté.
Este había sido un gran día, lleno de sentimientos y emociones y me esperaba uno igual al próximo día o quizás mejor. en cuanto a lo de practicar con el espejo mejor lo mantendría presente en caso que me entre la duda, lo cual era muy probable que pasara.
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Un Inexperto Al Amor
Novela JuvenilEs la historia de un chico que poco a poco va experimentando cosas en el amor volviéndose de un inexperto a un mujeriego. Pero mas temprano que tarde se da cuenta que todo acto tiene su consecuencia y toda historia su final