Un Inexperto Al Amor

Cap 65

Hoy era domingo, no tenía planes pero quería hacer algo antes de comenzar una nueva semana escolar.

El día anterior hablando con Victoria me enteré que el motivo por el cual Nayadeth se había sonrojado el viernes después que despertamos en su casa fue porque había soñado conmigo. Aunque insisti en que me dijera qué habia soñado específicamente no me quiso decir, no quedaba de otra más que quedarse con la duda hasta verlas el lunes.

Le hablé a Nayadeth como de costumbre para ver cómo estaba de ánimo. Ella me dijo que cada vez está mejor, que incluso estaba poniendose al día con tareas y trabajos que debíamos entregar en la semana. La felicité por eso y le ofrecí mi ayuda si es que no entendía algun trabajo, ella de inmediato me respondió que de hecho si la necesitaba, especialmente en una guia de lenguaje ya que bo entendía muy bien la materia. Justo no tenía planes para aquel día asi que le ofrecí ir a la tarde a su casa para ayudarla y de paso verla. Ella me contestó que sería perfecto ya que también me quería ver.

Era bastante extraña la sensación que me dejaba el mensaje de "yo también te quiero ver" ¿tendrá relacion con el sueño?.

De pronto estaba en el espejo arreglandome más de la cuenta cuando de prontó noté lo que estaba haciendo, me estaba arreglando como si fuera a alguna cita, lo cual no era así, solo iría a Casa de Nayadeth, una amiga. Me senté un momentó y quedé reflexionando mi actuar. ¿a que se debió esto? ¿Cual es mi verdadera intencion al ir a casa de Nayadeth? Si bien quedamos en vernos para terminar una guia, sabía que tenía otra intención, conocía muy bien mis actitudes, aunque a veces no lo reconozca.

Decidí ir bien vestido pero sin peinarme, debía verme muy casual, sin importancia y con un toque de desanimo. Era solo una guia, nada más, no era necesario arreglarme tanto ¿no?

Mientras iba en el autobus comencé a pensar en Nayadeth, su gran cabello largo, su cara redonda y sus labios pequeños, era una combinacion que me gustaba bastante, poco usual y muy elegante. A ratos me cuestionaba el tipo de pensamientos que tenía hacia ella pero me justificaba con la frase "uno como hombre puede encontrar guapa a una amiga y no significa algo realmente relevante" y la verdad estaba convencido en ello, e incluso estaba muy decidido a patentar mi frase pero... ¿que pasa si no? ¿Que pasa si el encontrar guapa a una amiga es solo el comienzo de una atracción prematura? Si pienso en mis demás amigas este patron no se repite, Victoria, Ingrid ni Javiera me parecen guapas, solo Nayadeth. Esto era bastante raro, era como un sentimiento que debía suprimir antes que siguiera creciendo y peor aún, antes que se notara.

Finalmente estaba llegando a casa de Nayadeth, pero antes doblé por una calle antes para pasar a un negocio que vendían unos chocolates pequeños que Nayadeth amaba.

¿Y ahora chocolates? ¿Realmente estoy pensando cuerdo? Realmente ni yo me entendía. Era ya bastante tarde para inventar una excusa y no llegar a casa de Nayadeth asi que caminé hacia allá rogando a mi mismo actuar como siempre y no suponer ni pensar más de la cuenta.

Toqué el timbre y esperé mientras se sentían varias voces en su casa.

Finalmente la puerta se abrió y salió Nayadeth quién me saludó con un beso en la mejilla.

Me hizo pasar hacia su living, justo al entrar iban saliendo varias personas quienes se despidieron de mi bastante amables. Erana familiares de Nayadeth quienes justos se iban. Aprovechando que Nayadeth estaba sola decidió invitarme a su pieza y allí terminar la tarea. Acepté y la seguí mientras subiamos las escaleras.

La regla en casa de Nayadeth es que los hombres no pueden subir a las piezas ya que ahí vivian solo mujeres y se veía algo  "mal" esa acción.

Nos sentamos en su cama mientras le preguntaba que había hecho desde el viernes ya que no nos habiamos visto. Mientras conversabamos pude ver que realmente estaba mucho mejor, ahora sonreía más, sus ojos estaban más brillantes e incluso decía menos groserías.

Cando ya quedamos en silencio saqué mi cuaderno y los chocolates que compré, ya era hora de comenzar a estudiar.

Debiamos leer un texto bastante largo asi que decidimos leerlo en voz alta mientras nos turnabamos al cambio de parrafo.

Nayadeth comenzó a leer mientras se recostaba en la cama, decidi acostarme junto a ella para cerra los ojos mientras ella leía, siempre me ha funcionado imaginarme lo que leo para memorizarlo mejor.

Mientras leía Nayadeth comencé a mirarla muy detenidamente. Noté cosas que quizás antes nunca había visto, como por ejemplo que Nayadeth tenía algunas pecas en el comienzo de su nariz que se extendian hasta sus mejillas y terminaban justo en sus pómulos, también note que al pronunciar la letra "o"estiraba sus labios exageradamente, haciendo una especie de "puchero" el cual la hacía ver bastante tierna.

De pronto de tanto observarla se percató y me miró mientras decia que la observaba para desconcentrarla, comencé a reír y le aseguré que no era así, ella comenzó a reir mientras decía que si seguía mirandola no iba a leer y sería yo quien tendría que seguir.

Cada vez que me dicen que no haga algo, más ganas me dan y lo termino haciendo y este no era la excepción. Seguí mirandola mientras comenzaba a sonrojarse. Luego seguí haciendole cosquillas ya que sus gritos de desesperación me parecían graciosos.

Finalmente optó por tomarme las manos para que no pudiera seguir haciendole cosquillas.

De pronto y mientras estabamos tomados de las manos Nayadeth dejó de leer repentinamente. Me acerqué para mirar si estaba bien. Nayadeth estaba muy sonrojada y con la mirada fija en la guia.

Decidí buscar su mirada con la mía para ver el motivo de su detencion. Bajando la guia, me miró fijamente a los ojos y acercandonos al mismo tiempo nos detuvimos en un gran beso. Uno, dos, tres besos y seguiamos besandonos con delicadeza y bastante deseo.

Los besos de Nayadeth eran muy diferentes  a los otros. Nuestros labios pequeños parecían encajar tan perfectamente que la sensacion era mejor que cualquier otro beso jamas dado.

Aquella lectura del texto nunca terminó y consigo la tarea, todo pasó a segundo plano aquella tarde.