Cap 2: Camila

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Y ahí estaba yo, otra vez en la oficina. Según mi inspector era la decima octava vez que llegaba atrasado y eso debía ser sancionado con citación de apoderado y bla, bla, bla, a penas recibí la citación de apoderado me fui rápido hacia mi sala ya que no quería enojarme tan luego.

Al llegar a la sala y mientras saludaba a mis amigos noté que Graciela me miraba algo extraña. No de mala forma pero si como si tuviera algo que decirme.

Le pregunté si estaba bien a lo que ella respondió que si, tratando de disimular un poco su mirada. Insistí  tanto en si estaba bien ya que no le creía nada que después de minutos Graciela me confesó que si tenía algo que decirme pero que lo haría en el recreo, insistí para que me lo dijera en ese momento pero Graciela ya en un tono más serio y un poco molesta me dijo que en el recreo y punto. No quedaba más de otra que esperar  ya que hasta el profesor me había llamado la atención por estar conversando en clases.

Al sonar el timbre seguí a Graciela quién iba a comprar algo en el kiosco. De camino a allí noté que las amigas de Millaray que andaban por el patio me miraban insistentemente mientras conversaban al oido.

Creo que mi cara de extrañesa fue bastante notoria ya que Graciela dejando de lado la compra me llevo a una banca para conversar sobre lo que me había comentado en clases.

- Bueno... lo que quería conversar contigo era lo siguiente

- Te escucho

- Lo que pasa es que... bueno tú terminaste con Millaray

- Si

- Bueno y aparentemente ella no quedo bien

- Graciela ya deja de dar vueltas y dime pronto lo que tienes que contarme

- Ysrael, Millaray anda hablando que ella fue quién terminó contigo

- Hm... ¿Eso era? Pensé que era algo grave o importante pero la verdad me da igual lo que ella diga.

- ¡No! Hay algo más... ella dijo que terminó contigo porque te encontró en la sala del fondo (sala prácticamente abandonada) del 2° piso teniendo sexo con Camila

- ¡Espera! ¡¿Qué!?

- Lo que oíste pero  tranquilo, yo y gente que me conoce y amigas mías estamos corriendo la voz desmintiendo lo que ella dice. Además no hay tanto de que preocuparse ya que ella solo tiene 5 amigas y no son populares.

- Pero... ¿Por qué hizo eso? Y ¿Quién es Camila?

- A veces las mujeres pueden ser bastante maldadosas y con mayor razón cuando están despechadas y Camila... mira, justo allá está (señalando hacia la escalera)

De pronto vi a esa chica la cual tenía una mirada bastante interesante pero siendo sincero no era de mi gusto.

- Asi que ella es (respondí mientras mirabamos juntos a Camila) se ve simpática

- ¿Simpática? (preguntó mientras se reía a carcajadas)

Resulta que por lo que me contó Graciela, Camila tenía muy mala reputación. A tal punto que nadie quería juntarse con ella.

Camila habia estado con varios chicos y chicas, tenía apariencia de chica timida pero en realidad era más loca y perversa de lo que uno podía imaginar.

Luego de contarme acerca de ella volvimos a la conversacion original

- Aún hay algo que no entiendo, ¿por qué Millaray inventó esto del sexo y justo con Camila?

- Ah! Es que hay otra cosa que no te he contado. Lo que pasa es que algunas de mis amigas son compañeras de Camila y la han escuchado hablar con sus amigas que te encuentra muy guapo y que te mira en los recreos y que quiere hablarte y bla bla bla.

Justo en ese momento comencé sonreír levemente ya que estaba feliz y avergonzado ya que ya era la segunda chica que me encontraba guapo y era otro logro personal obtenido.

Justo al momento de sonreir Graciela como si hubiera escuchado lo que pensaba me dijo que estaba estrictamente prohibido acercarme a ella, ya que acercarse a ella significaba mala reputación y problemas.

No me gustaba como se refería a ella Graciela pero creía que si me lo decía era por algo y solo quería cuidarme. al fin y al cabo ella conoce más a las chicas del liceo que yo.

No podía evitar mirar a Camila en los recreos. la veía sola y quizás triste bueno y además porque  tenía una mirada algo particular que me llamaba la atención.

Finalmente quedamos en juntarnos en el parque nuevamente y pasar un rato tranquilo. Carlos no quería ir ya que terminó muy enojado y adolorido el día anterior asi que le prometimos no volver a jugar a eso y solo así acepto ir.

Justo al salir de clases y mientras caminaba hacia la salida estaba parada aquella chica "Camila" en la puerta mirandome muy poco disimulada. No sabía si solo pasar e ignorarla o mirarla y quizás decirle adiós. de pronto me dio un sentimiento de culpa si la ignoraba y solo pasar asi que cuando estuve frente a ella le dije ¡Adiós! Y seguí caminando.

Una vez ya afuera y mientras llegaban los demás nos fuimos al parque.

Allí nos tiramos al pasto mientras conversábamos acerca de las clases, anécdotas durante el día y recordando lo pasado el día anterior con la "patada doble" de Gezy. Gezy era el que más se reía junto a mi. Vicente solo sonreía, Graciela movía la cabeza de lado a lado mientras exclamaba ¡hombres! Y Carlos con una cara entre seriedad y enojo.

Luego de un rato Graciela se despidió ya que se tenía que ir. También la siguió Vicente asi que solo quedamos Gezy, Carlos  y yo.

De pronto me acordé que tenía cigarrilos en el bolsillo de afuera de mi mochila asi que saque uno y comencé a fumar.

Gezy y Carlos me miraban con cara prejuiciosa pero a la vez curiosa. Y era de esperar ya que ellos eran evangélicos por ende no hacian esas cosas. La verdad yo tambien lo era e incluso todos los domingos iba a la iglesia pero ellos no sabían y además solo deseaba cumplir los 18 para que no me obligaran mis padres y así no ir más.

- ¿Quieren? Les ofrecí mientras les acercaba el cigarrillo.

Carlos de inmediato dijo que no mientras ponía una gran cara de desprecio en cambio Gezy dijo que si y tomó el cigarrilo.
Carlos le reclamó por decir que si y tomar el cigarrillo, pero Gezy le contesto que no era algo malo y con indiferencia comenzó a fumar. 

Luego de un rato y mientras nos retaba convencimos a Carlos de fumar pero este se comenzó a ahogar con el humo. Así que tuvimos que enseñarle con Gezy paso a paso para que lo hiciera bien, Graciela continuaba moviendo la cara de lado a lado y exclamando ¡hombres!

Luego de media hora enseñándole a fumar a Carlos nos rendimos, se seguía ahogando y tenía los ojos llorosos, ni eso podía hacer bien.

Un Inexperto Al AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora