Ya eran las 6:00 am aún faltaban 2 horas para que comenzara una nueva jornada escolar.
No había dormido nada, aun estaba mi almohada húmeda al igual que mi cara.
Creo que esta era la primera vez que lloraba tanto, de hecho sentía un gran dolor de cabeza y una sed bastante fuerte.
No quería ir a clases, no quería hacer nada, solo quería seguir en mi cuarto y recordar todos los momentos vividos junto a Katherine.
Verania prometió darme una explicación sobre eso, aunque no le corresponda a ella solo por eso iría ya que sospechaba que Katherine no iría a clases.
Ya cuando quedaba 1 hora para que empezaran las clases me levante y me puse el uniforme, esta vez no hubo perfume, ni mi típico peinado.
Antes de llegar a clases pasé por cigarrillos, el vendedor luego de dármelos al mirarme fijamente me preguntó si algo me pasaba. Rápidamente le contesté que no y salí de allí.
Justo antes de entrar a clases me detuve frente a la puerta intenté mentalizarme en que nada pasaba, necesitaba poner mi cara más común y normal ya que nadie podía saber que estaba triste ni mucho menos que lloré sin duda esa estúpida frase "Los hombre nunca lloran y menos por una mujer" es totalmente falsa y quien la escribió probablemente nunca se ha enamorado o ha sufrido por amor.
Logré poner mi cara normal, todo iba bien. Pasé por delante de Graciela y nada, en frente del profesor, mis amigos pero al momento de sentarme con Carlos y mientras Verania me miraba fijamente este me preguntó ¿Cómo estás? Y fue ahí donde se cayó mi farsa.
¡Bien! Le contesté mientras desviaba la mirada hacia otro lado mientras esta se me llenaba de lágrimas
Pero Carlos pudo notar las lágrimas.
- Ysra ¿Qué te pasó?
- Nad...
(Con todas mis fuerzas intenté aguantas las lagrimas pero cada vez eran más)
- Ysra... ¿estás llorando?
- ¡No!
Para mi mala suerte Gezy y Vicente escucharon la pregunta de Carlos y al mirarme de reojo notaron que estaba llorando.
De pronto llegó Verania a mi lado para consolarme y para regañar a Carlos por intruso.
Las lagrimas corrían por mi cara y no las podía detener, solo reaccioné a ponerme el gorro del polerón y salí de allí al baño de hombres.
Ahí pude seguir llorando sin interrupción. Lo hice hasta que ya estaba bastante más tranquilo pero sabía que esto no duraría mucho.
Finalmente sonaba el timbre para salir a recreo. Me senté en una banca bien apartada de todos y allí me puse mis audífonos.
No quería pensar en nada ni en nadie, solo quería un minuto de paz.
De pronto y mientras se sentaba me habló Verania.
- Debes saber que estaré contigo todo este proceso sin importar nada
- ¿Por qué? ¿Por qué Katherine termi.... (habían palabras que no podía terminar ya que me pondría a llorar)
- Solo pido que te calmes, primero preocúpate en estar bien tú y no seguir sufriendo
- Verania... dímelo ahora
- Prefiero que hoy no, tomate un descanso
- ¡¡Dímelo ahora!! (En ese momento la miré con mucha ira, sentía muy tontamente que de alguna forma Katherine estaba frente a mi y no Verania)
- Desde que Katherine terminó con su ex pololo mis padres les prohibieron volver a conocer a alguien, por eso cuando fuiste a la casa mi madre le habló así y ordeno que se entrara, mi madre solo quiere que Katherine no vuelva a pasar por lo mismo, solo intentaba protegerla en realidad no era nada en contra tuyo o algo que Katherine escondía.
En ese momento por un momento se detuvo un poco la tristeza y comencé a escucharla muy detenidamente ya que al fin todo estaba cobrando sentido y mis teorías retorcidas se venían abajo, algunas teorías adoptadas de Javiera
- Así que eso fue aquella vez...
- También... ¿recuerdas ayer que Katherine te dijo que estudiaría todo el día y no podía salir contigo?
- Por supuesto
- Bueno... resulta que era mentira, ayer salió con Tamara en la tarde, sospecho que quizás Tamara intervino en la decisión de Katherine. Y en la noche luego de terminar contigo fue a una fiesta y volvió antes de venirme a clases.
- ¿Qué? ¿Cómo puede ser posible eso?
- La verdad es que no sé la verdadera razón pero si quería contarte esto porque no es justo, no es justo que tu seas quien sufre mientras mi hermana lo sigue pasando bien y haciendo de cuenta que tu nunca has existido para ella.
- Déjame solo
- Ysra, cálmate, no sigas así no vale la pena
- Vete por favor
- Ysrael...
Verania no iba a moverse de ahí así que decidí irme yo.
De pronto y mientras pasaba por afuera del camarín de hombres sentí un olor bastante particular y un humo que salía débilmente por la ventana.
Sabía de que se trataba así que decidí entrar.
Justo al entrar vi a todos mis compañeros "flaites" en un circulo pasando de mano en mano una pipa la cual por el olor sabía que era marihuana.
De pronto noté que allí estaba Aníbal quien al darse cuenta de mi presencia me invitó rápidamente a su lado para fumar también.
Lo que me causó más curiosidad es que habían dos pipas, una negra y una azul. Lo extraño es que todos se peleaban la negra, de pronto uno de ellos me ofreció esa pipa así que la recibí y fumé.
Aunque no quería y me desagradaba mucho el olor de aquella en particular fumé y varias veces, tanto que prácticamente se acabó aquella carga de "marihuana". Todos comenzaron a ovacionarme gritando y aplaudiendo. Yo no entendía bien el por qué pero les seguí el juego.
De pronto Aníbal me sacó rápidamente del brazo para afuera del camarín
- ¡Hermano eres una máquina!
- Eh... jaja claro
- No sabía que le hacías a las drogas duras
- ¡Espera! ¿A que te refieres con drogas duras? Solo era marihuana
- la pipa azul sí lo era pero la negra no
- ¿Cómo que no?
- Ysra, la negra tenia pasta base con marihuana
- Espera... ¡¿qué?!
En ese momento comencé a sentir mucha adrenalina y euforia seguido de imágenes coloridas, distorsión de voces y un nulo manejo de mis extremidades.
La verdad es que no me acuerdo de nada más. pero sí sé que nunca me descubrieron, llegué a casa y aun sigo con vida y lo mejor de todo es que no conocía a ninguna Katherine.
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Un Inexperto Al Amor
Fiksi RemajaEs la historia de un chico que poco a poco va experimentando cosas en el amor volviéndose de un inexperto a un mujeriego. Pero mas temprano que tarde se da cuenta que todo acto tiene su consecuencia y toda historia su final