El Trato

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Ya una vez despierto, mientras me sentaba en la cama comencé a pensar si sería conveniente ir a clases ya que por un lado debía ir y hablar con millaray ya que después de su "mensaje" no habíamos vuelto a hablar y por el otro si iba de seguro me suspenderían de clases o llamarían a mi apoderado por escaparme del liceo o quizás peor... me expulsarían, lamentablemente tenían más de una causa para hacerlo.

Finalmente decidí ir, es más importante Millaray que una citación de apoderados o una suspensión.

Al llegar al liceo me di cuenta que estaba todo en orden. Saludé a los inspectores (algo extraño) y seguí caminando hacia mi sala. De pronto noté a lo lejos a Millaray que estaba con sus amigas. Sentí de ir a hablarle pero me sentí cohibido ya que eran muchas chicas juntas así que disimuladamente me fui por otro pasillo a mi sala.

Al llegar a clases estaban todos sentados como antes, otra vez estaba Gezy con nosotros y esta vez con un chico nuevo quien no tenía apariencia "flaite"

El chico nuevo se llamaba Tomás. Se veía muy simpático y por lo poco que conocí de él se parecía bastante a mi, en cuanto a personalidad

Mientras hablábamos reíamos y el profesor nos hacia callar yo estaba mirando hacia la ventana. A diferencia de otros días no estaba muy bien mi ánimo ya que me sentía decepcionado.

Me gustaba bastante Millaray. Física y psicológicamente pero debía ser realista. Esto no estaba funcionando. Llevábamos casi 1 semana y ya habían problema y enojos de por medio. ¿Y si soy yo el problema? Si no fuera por las cosas que últimamente he hecho no hubiéramos peleado. Después de un rato llegué a la conclusión de hacer lo que fuera necesario para arreglar la situación, no quería que esta relación terminara, llevábamos solo 2 días a penas. 

Justo antes de sonar la campana Graciela se acercó a mi para preguntarme que sucedía conmigo ya que me veía algo desanimado. Yo solo le respondí que nada grave, solo asuntos que debía arreglar y pronto se me pasaría. Ella no muy convencida me dijo que me acordara de su consejo y poniéndose de pie salió de la sala. 

Ese gesto de preocupación me agradó mucho ya que ni siquiera mis amigos lo hicieron. Bueno, la verdad es que ellos están ocupados. Carlos tratando de ligar a Acsa, Vicente durmiendo y Gezy. Bueno este ya no sabía si seguía siendo mi amigo realmente. Lo que si sabía era de que Graciela se estaba volviendo una gran amiga.

Salí rápidamente de la sala para hablar con Millaray y arreglar este problema porque el sentimiento de culpa y la espera ya me estaban matando.

De pronto la vi sentada en una banca con sus amigas, las mismas que vi junto a ellas al llegar pero esta vez tuve que armarme de valor e ir a hablar con ella.

Al momento de llegar vi que todas sus amigas me miraron y al momento de decirle a Millaray que necesitaba hablar con ella, se pusieron de pie y sonriéndome amigablemente se fueron de allí.

Millaray estaba con una actitud algo indiferente y eso desmoronaba mi seguridad y las palabras que me aprendí de memoria para pedir perdón y arreglar las cosas.

- Millaray necesitamos hablar

‐ Ah! Ahora quieres hablar y ayer me cortabas el teléfono

- Perdón solo no quería que te enojaras

- Estabas con Graciela ¿verdad? No me mientas

-...

- ¡Contesta, la escuché!

- Sí, pero además estaba Carlos, Vicente y 2 compañeras más.

- Pero estaba ella ¡y punto! (Se cruzó de brazos y miró hacia otro lado)

- Millaray ¿por qué te pones así? Solo hablamos un poco y lo necesario, nada más.

- ¿La consideras amiga?

- No (me sentía mal porque justo así la estaba considerando)

- Entonces estamos listos

- ¿A que te refieres?

- Ysra, tú y yo queremos arreglar esto y ya que a Graciela no la consideras amiga hagamos un trato.

En ese momento comencé a transpirar y a ponerme muy nervioso ya que prácticamente Millaray me tenía en sus manos, y si quería arreglar esto debía hacer lo que ella me dijera.

- Graciela esta resultando un gran problema entre nosotros así que si tu no te juntas más con ella, no le hablas y ni siquiera la miras esta relación continuará y prometo ser lo más cariñosa que hay además de darte otras cosas (mientras hablaba iba acercándose muy despacio hasta llegar a la mitad de mejilla y mis labios).

No sabía que responder... por un lado quería seguir con nuestra relación, seguir conociéndola y de una vez besarla. Pero por el otro Graciela se estaba ganando mi estima y algo me decía que esta petición no estaba bien y estaba muy lejana a algo normal en relaciones.

- ¿Y? ¿Qué decides?

De pronto noté que estaba Graciela mirándonos con una mirada algo preocupada. Yo la miré con cara de mucha decepción, pero no de ella sino de mi porque ya tenía una respuesta, equivoca y estúpida respuesta.

- Está bien, no volveré a tratar con ella...

- ¡Bien! eso quería escuchar mi osito lindo, te quiero mucho, mucho.

- Si, yo también (respondí con desgano y mientras me sentía cobarde).

Justo en ese momento sonó la campana, nos despedimos con un beso en la mejilla y un gran abrazo.

Junto a la puerta estaba Graciela quien me preguntó que si estaba bien, pasé frente a ella y sin responder la ignoré y me fui a sentar pero esta vez en el fondo en el último lugar, sólo.

Durante toda la clase mis amigos me miraban con cara preocupada. Yo ignoré a todo mundo hasta que sonó la campana para irnos de allí. Ya después de esquivar a todos salí del liceo rumbo a una botillería. Compré algunos cigarrillos y seguí caminando hacia mi casa, compre los suficientes para un camino largo y una conversación conmigo mismo algo fría.

Sabía que no tomé la mejor decisión pero me consolaba el hecho que ahora estaba todo bien en nuestra relación. Ese era el objetivo ¿no?.

Un Inexperto Al AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora