#03-El mundo de los humanos es triste🥺

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—¡Hey! ¡Tú! —dijo una voz masculina desconocida mientras tocaba mí hombro.

¿Qué? ¿Quién podría ser? No era la voz de Damian y nadie podía verme. Tenía mucho miedo de voltear.

—Oye, no hagas como si no me escucharás —dijo y me tomó de los dos hombros para voltearme en su dirección.

—¿...Quién eres tú? —pregunté algo inquietada.

El chico de aproximadamente unos veinticinco años, alto, castaño y ojos verdes, me sonrió tranquilamente para luego hablar.

—Mi nombre es Dae-hyun...

—¿C-cómo puedes verme?

—Oh, no te preocupes sólo soy una alma que vaga por Seúl —dijo mientras reía.

—¿Un fantasma? Vaya, nunca había visto uno...Si sigues aquí es porque aún tienes algo pendiente en la tierra, ¿Qué necesitas?

—Mi hija, debería haber ido a recogerla del colegio, pero el destino tenía otros planes para mí.

—Entiendo, lo siento mucho...¿Dónde es? —dije y él emprendió camino.

Esto haría que perdiera de vista a Damian, pero era un AngelDemonio, era mi trabajo, tenía que llevarlo a despedirse de su hija y luego enseñarle el camino al inframundo.

—Está cerca no te quitaré mucho tiempo —dijo y yo asentí.

Muchos niños estaban saliendo de la escuela, algunos me saludaban y sonreían, pues estaban muy pequeños y no recordarán nada cuando crezcan.

—¡Papá! —dijo la menor al verlo.

—Mi pequeña —dijo para luego abrazarla.

—Usted...No es mi papá —dijo y retrocedió.

—Hola... —me acerqué a ella

—Oh, eres un ángel —dijo viéndome mientras sonreía.

—Has sido una buena niña, eres fuerte y muy inteligente, así que tienes que ser muy feliz de ahora en adelante...Dae-hyun si es tu papá y siempre lo será, pero tienes que saber que el destino ya está escrito... —no era buena para esto, era la primera vez de lo hacía o almenos la única que recordaba.

—Mi niña, tienes que cuidar bien de tu madre, yo tengo que irme por un buen tiempo, pero siempre estaré a tú lado, cuando crezcas, cuando tengas tu primera cita, cuando estés en la universidad, cuando te cases e incluso cuando mueras...Te prometo que algún día nos volveremos a encontrar, te amo —le dijo y se volvieron a abrazar.

No podía evitar sollozar, volver al mundo de los humanos era tan triste. Tenía miedo de pensar que cuando estuve aquí, ¿Siempre fue así...?

—Yo también te amo papá —dijo sollozando.

—Vamos a casa cariño —dijo y se tomarón de las manos.

Caminamos unas calles, mientras la pequeña niña hablaba de como le había ido en la escuela, nos contó que había conocido más amigos de los que ya tenía y que también su mejor amiga la había invitado a una fiesta por su cumpleaños. A pesar de que su papá ya no estaría con ella, parecía muy tranquila, ser pequeña y tener la inocencia tan pura era una ventaja en estos momentos.

—Entra a casa, se buena niña y cuida de tí y mamá, te amo —dijo y ella asintió para luego abalanzarse hacia su padre para darle un abrazo.

—Adiós papá, adiós angelito —dijo mientras sacudía su mano, para luego entrar a casa.

—Gracias, de verdad muchas gracias —dijo mientras hacía una reverencia.

—No tienes que agradecerme, es mi trabajo...Ahora vamos —dije y lo tomé de la mano.

𝑺𝑰𝑴𝑷𝑳𝑬 𝑴𝑨𝑮𝑰𝑨 𝑰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora