🔮[#1 y #2 Temporada]🔮
Jade es un Angeldemonio la cual fue creada por accidente en una batalla entre la luz y la oscuridad, gracias a ese accidente ella tiene que servir tanto a Dios como a Lucifer.
Jade es una niña de dieciséis años, la cual vaga...
Las clases empezaron, la maestra asignó algunas normas y deberes que teníamos que hacer en la escuela, como por ejemplo respetarnos unos a otros, ser puntuales, vestir correctamente el uniforme y así...Todos en el salón empezamos a presentarnos, con nuestro nombre y edad.
Luego de unas horas tocaron el timbre el cual indicaba la hora de descanzo, salimos del salón y las chicas nos llevaron a una mesa de la cafetería.
—Jade, ¿Qué quieres comer? —me preguntó Jae.
—Oh, no es necesario, yo iré por ella.
—Deja que nosotras te consintamos, eres la niña nueva y sabemos que es difícil ser la chica nueva —dijo Lu.
—Mejor iremos todos juntos —dije y asintieron.
—Okay —sonrío Hee.
—Vamos Edwin —le dije.
—Bien —nos siguió.
—¡Hola!...¿Eres nueva cierto? —me preguntó un chico, el cual traía una bebida en sus manos.
Era demasiado lindo, rasgos finos y perfectos.
—Sí, así es —le contesté.
—Mi nombre es Iseul —me sonrió.
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(Su Instagram @cs__min)
—Yo soy Jade.
—Un gusto Jade —iba a darme la mano, pero una chica lo interrumpió.
—¿Qué haces? —le preguntó al chico.
—Estoy saludando a los chicos nuevos, ¿Tiene algo de malo? —le respondió.
—¡Debes estar conmigo!, no saludando "chicos nuevos" —gritó—. ¿Y tú que me mirás?
—¿Qué le paso a tu cara?, ¿Cuantas cirugías te hicistes? —pregunté mirándo su rostro.
—Jade, no... —susurró Jae.
—¿¡Qué acabas de decir!? —dijo enojada.
—¿Cálmate quieres?, sólo es curiosidad —me defendí.
—Mira niña, es mejor que no te metas conmigo —¿me amenazó?
—Tenemos la misma edad —alargue obvia.
—¿Te crees la graciosita verdad? —dijo acercándose amanezante.
—No me das miedo "niña", mira, si él prefiere saludar a los chicos nuevos en vez de estar contigo, es porque lo asfixias, porque eres como un chicle y una berrinchuda —le dije, Alan me había entrenado en el auto por si esto llegaba a pasar.
—¿Berrinchuda?, ¿¡Cómo te atreves a decir eso!? —chilló.
—No lo digo yo, lo dicen tus actos, como el que acabas de hacer hace unos segundos —dije y seguí caminado para tomar mi comida.
