#27-💜Concierto💜

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Ahora será más difícil, no me puedo ir y dejar sólo a Damian, ¿Por qué él no quiere hacerlo?, es la única oportunidad que tenemos para regresar a casa.

Estaba pensando si verdaderamente mi idea era una tontería, pero no habría a quien hacerle daño, ¡sólo intento proteger a las personas que amo!...

—¡Iseul!

Hablándo de proteger personas que amo, tengo que encontrar a Iseul...Volví a llamarlo, pero él no contesto y tampoco mis mensajes, salí del apartamento y tomé el autobús hasta llegar a la dirección que me había dado anteriormente Edwin.

Una casa grande y hermosa de color blanco se encontraba en frente de mí, me acerqué y toqué el timbre para disponerme a esperar...Luego de unos minutos una chica del personal me atendió.

—¿Si?

—Eh, hola —hice una reverencia ya que la chica era mayor que yo—. ¿Se encuentra Iseul en casa?

—El joven Iseul no está aquí, lo siento —dijo, pero sabía que mentía.

—Mmmh, está bien, ¿Si regresa puede decirle que su amiga vino a buscarlo?

—Claro.

—...Gracias —dije y caminé de regreso unos cuantos metros, para estar segura de que la chica cerró la puerta.

Bien, ¿Ahora como entraré a la casa?, rodeé la casa sin importarme las consecuencias que tendría por entrar a una casa ajena, caminé y justo había una ventana cerca, estaba alto y aquí no había un árbol cerca para ayudarme.

—Vamos, sé que puedes —dije y tomé mis amuletos entre mis manos, cerré mis ojos y me concentré.

Vamos Jade, Iseul te necesita...

—Llévame con Iseul... —susurré—. ¡Si! —ya había entrado.

Me encontraba en una gran habitación, muy lujosa de color gris, con algunos pósters de anime y manga, hacía frío, probablemente por el aire acondicionado...Busqué con la mirada a alguien pero no encontré a nadie, caminé hasta encontrar una salida y ahí estaba él, inconsciente en el piso, con su rostro empapado en lágrimas y con muchas lesiones tanto en su rostro, como en su cuerpo...¿Su padre había hecho todo eso?

—Iseul...

Me acerqué de inmediato a él y lo tomé en mis brazos, para luego poner su cabeza sobre mis piernas, puse mis manos sobre él y cerré mis ojos para sanarlo.

—Despierta...Por favor, no me dejes —dije ya que sus heridas sanaron, pero él no despertaba.

Su respiración era lenta, estaba débil y pálido, no sabía cuanto tiempo había estado encerrado. Mis lágrimas empezaron a salir y un dolor en mi pecho se hizo presenté.

—¡No me dejes! —dije y tomé su rostro.

—...No voy a dejarte —dijo aún con los ojos cerrados.

—...Cariño... —fue lo único que dije y lo abracé, él hizo lo mismo.

—¿Crees que te desarás de mí tan fácil? —rió a lo bajo

—Hay que irnos de aquí —dije y me levanté, para luego ayudarlo a él.

—No puedo irme, no van a dejarme salir,¿Cómo fue que entraste? —me miró mientras colocaba su brazo sobre mi hombro, mientras colocaba una mano en sus costillas con un gesto de dolor.

—Eso no es importante ahora, tengo que sacarte de aquí, cierra los ojos y confía en mí...

—¿Q-qué?...

𝑺𝑰𝑴𝑷𝑳𝑬 𝑴𝑨𝑮𝑰𝑨 𝑰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora