#05-💜Enamorado💜

235 37 79
                                    

Tenía que tener más cuidado de ahora en adelante cada vez que vaya a ver a Damian...Después de ir al templo de Lucifer, fui a cuidar de Santiago, el niño del cual era guardiana.

—Hasta que llegas —dijo viéndome.

—¿Por qué tienes que estar todo el tiempo cerca de mí? —pregunté confundida.

—Ahs niña, porque yo soy tu Angel guardián —dijo y se sentó en el sofá.

—Puff, no necesito uno —dije y me senté a un lado de la cama.

—Claro que me vas a necesitar —dijo seguro.

—¿Ah, si? Dime lo que sabes —le ordené.

—Estás loca, no me voy a meter en problemas por tí —dijo y volteó a ver a otro lugar.

—¡Bien! Entonces yo sola lo descubriré, mal agradecido —dije haciéndo puchero.

Sabía perfectamente que Yutaro escondía algo y tenía que descubrir que era.

—¿Qué? No hagas eso, no puedo decirte entiendelo Jade.

—Está bien, pero no te quiero cerca de mí, mal amigo —dije intentándo sonar decepcionada.

—¡Vamos! No seas así conmigo, haré otra cosa si tú quieres.

—Bien, mañana es el día y necesito estar todo el tiempo con Damian, así que quiero que tú te encargues de mis misiones.

—No puedo hacerlo, también tengo misiones que hacer...Pero intentaré hacer la mayoría, si alguien te necesita y yo no puedo ir, tienes que ir tú —dijo y yo asentí.

—¡Gracias!

—Ve a descansar, yo cuidaré a Santi —dijo y yo asentí.

Regresé a mí templo y me dispuse dormir, no lo necesitaba pero era muy satisfactorio.

[...]

Recién estaba amaneciendo en corea, así que me levanté de inmediato, tomé una ducha y me vestí con un vestido color vino y adornos de oro, unas zapatillas, junto a mi corona.

Salí de mí templo como siempre para que nadie sospechara, ya estando lejos de el, me teletransporte al apartamento de Damian. Cuándo llegué me encontré con la escena de él durmiendo...

Era demasiado guapo.

¿Por qué sentía esto? Mi corazón empezaba a latir fuerte y unas cosquillas recorrieron mi cuerpo. Me acerqué para luego sentarme a su lado, acaricié su cabello y él de inmediato sonrió.

—Estás aquí —dijo aún sin abrir los ojos.

—Te prometí que vendría.

—Por favor duerme conmigo —dijo y se hizo a un lado, me acerqué a él para luego acurrucarme en su pecho.

—¿Por qué tengo la sensación de que ya habíamos estados en está situación? —pregunté y él rió a lo bajo.

—Yo también lo sentí.

Después de unos minutos Damian y yo nos levantamos, mientras él se duchaba, yo hice el desayuno el cual sería Bibimbap.

—Ojalá pudiera agradecerle a la persona que me enseñó a cocinar —dije en un susurro.

¿Qué? ¿Por qué nunca lo había pensado? ¿Cómo es que podía recordar como cocinar y no recordar a esos humanos? Ahora que lo pensaba, mis recuerdos iban viniendo poco a poco, como un rompecabezas sin fin. Tal vez algún día pueda recordarlos.

𝑺𝑰𝑴𝑷𝑳𝑬 𝑴𝑨𝑮𝑰𝑨 𝑰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora