#34-🥀Confía en mí🥀

74 30 152
                                    

—Ellos tenían razón, es muy bonita.

—¿Escuchaste eso?

—¿Escuchar qué? —preguntó Eduard.

Él no lo escuchaba, ¿Acaso estaba volviéndome loca? Sacudí levemente mi cabeza y me giré de nuevo.

—Nos está viendo, ¡Nos está viendo! —dijeron las vocesitas a mi alrededor.

¿Los delfines eran quienes hablaban? Eso era imposible, me moví a un lado y ellos me siguieron, me moví hacia el otro y también me siguieron.

—Está jugando con nosotros.

—Hola...

—Hola Jade —respondieron al unísono.

Me asusté un poco y retrocedí de inmediato, los observé desde lejos y ellos no se iban apesar de que había más gente al rededor llamándolos, incluso el personal del acuario.

—¿Estás bien? ¿Tu fiebre regresó? —preguntó Eduard acercándose a mí.

—Creo que estoy enloqueciendo...

—¿Eh? ¿Quieres que vayamos a otro lugar? —preguntó y yo asentí, caminamos tomados de las manos de nuevo a la salida, pero ellos volvieron a hablar.

—Adiós Jade.

—Regresa pronto Angelito.

—¡Te esperaremos princesa!

Les di una mirada rápida y seguí caminando a paso largo, ¿Eso había sido parte de mi imaginación? ¿El accidente me había afectado tanto?

—¿Segura que estás bien? —preguntó viéndome.

—Si, no te preocupes —dije no tan convencida.

Subímos de nuevo al auto y esta vez fuimos a una heladería, Eduard pidió uno para cada uno y luego me lo entregó, un Deja vú vino a mí de inmediato, esto ya lo había vivido.

Todo era muy confuso, mi cabeza no paraba de pensar en escenas que nunca existieron o que si existieron pero no recuerdo, todo era un rompe cabezas que en cualquier momento iba a acabar conmigo.

—Estás sudando mucho —dijo y pasó su mano por mi frente—. ¿Quieres que regresemos a casa?

—No, sólo quiero ir a un lugar tranquilo.

—Está bien —dijo y tomó mi mano, subimos de nuevo al auto y me llevó al área verde cerca del río Han.

Sacó una manta, algunas cosas para comer y un libro del auto, el pensamiento de que ya había planeado esto se hizo presente.

Sonreí por eso.

Colocó la manta en el pasto, puso las demás cosas a un lado y palmeo con su mano derecha cerca de él. Me acerqué rápidamente y me senté a su lado.

—¿Soy la única que siente que esto ya lo habíamos vivido? —pregunté sin más.

—Yo también lo siento... —contestó.

—La primavera es hermosa, quisiera que durará más —dije y él sólo me observó con una sonrisa.

El sol daba suavemente sobre nosotros, el viento soplaba una brisa fresca y la música de fondo hacía el lugar perfecto. Una pequeña mariposa se acercó a mí y se posó sobre mí dedo, sin embargo Eduard se alejó rápidamente.

—¿Qué pasa? —pregunté confundida.

—N-no, nada... —respondió Eduard.

—¿Okay?...Que bonita eres —dije viéndo a la mariposa.

𝑺𝑰𝑴𝑷𝑳𝑬 𝑴𝑨𝑮𝑰𝑨 𝑰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora