𝑺𝑰𝑴𝑷𝑳𝑬 𝑴𝑨𝑮𝑰𝑨 𝑰

#05-🥀¿Un Beso?🥀

—No acostumbro a hacer esto, pero siento esa necesidad de hacerlo, es como si te conociera de toda la vida, es tan cómodo estar contigo y siento que ya te quiero y ya no lo soporto —dijo y se fue acercándo a mí.

No entendía lo que quería decir y mucho menos por qué se acercaba tanto a mí, lo único que pude sentir fue sus labios contra los míos, en un ¿Beso?...Él empezó a mover los labios, pero yo estaba en shock y además de que era un acto del cual yo no tenía conocimiento alguno, ya que los angeles o demonios no besan a nadie.

Sentía que algo en mí había cambiado, no sabía que era, pero esa sensación no era normal, después de unos segundos él se separó de mí, me miró a los ojos y me sonrió.

—Alguien tiene novio —Damian dijo burlón, pero no le tomé importancia, ya que sentía algo diferente en mí.

—Lo siento, pero en verdad tenía unas inmensas ganas de hacerlo, eres muy linda, tierna y muy inocente, me encantas y no sé por qué si apenas te conozco, ¿Es así como un amor a primera vista? No lo sé —dijo, pero no le ponía cuidado, sabía que algo andaba mal, pero no sabía que era, así que no le di mucha importancia, seguro no era nada.

—...Si, te entiendo —mentí, la verdad no le entendía nada.

—Para tí —dijo dándome una rosa que cortó muy cerca de donde estábamos.

—Las espinas lástiman, ¿Acaso quieres lastimarme? —lo miré.

—No, nooo, lo siento...

—Los humanos acostumbran a regalar rosas, es un acto lindo, no quiere lastimarte —me explicó Damian.

—Ah, no, yo lo siento —dije tomándo la rosa con cuidado—. Es linda... —sonreí y él también lo hizo.

—¿Quieres ir por un helado?

—¿Helado? —dije confundida.

—¿No sabes que es el helado? —preguntó riéndo, a lo que yo negué.

—¿Cuándo hace frío? —dije y él negó—. Pues no —dije seria.

—Juguemos algo —dijo mirándome.

—¿Qué?

—Yo hago preguntas, tú contesta y viceversa —dijo y yo asentí no muy confiada.

—Okay, ¿Cuántos años tienes?

Genial, aquí vamos de nuevo...

—Dieciséis.

—¿Y tu cumpleaños es?

—¿Cumpleaños? Sólo los humanos hacen eso...

—¿Los humanos...? —preguntó y asentí.

—Si, no entiendo por qué lo celebran, ¿Acaso les alegra estar un año más cerca de su muerte?

—Ah, no lo había pensado así —llevó una de sus manos a su nuca—. Eh, ¿Tienes padres?

—¿Padres? ¿Si, tengo? En realidad tengo dos padres.

—Oh —se sorprendió.

—¿Qué?

—No, nada, eso no tiene nada de malo, amor es amor —sonrió—. ¿En dónde están?

—Uno allá arriba —dije señalándo el cielo.

—Jade —llamó Damian.

—¿Es un piloto? —preguntó Austin.

—¿Qué? No.

—¿Un astronauta?

—Noo —alargue mirándolo raro.