#29-💜Eres el chico que quiero a mi lado💜

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—Adiós Ivanov.

—Te amo...

Me quedé estática unos segundos, giré sobre mis talones para formular una pregunta, pero ya se había quedado dormido, ¿Me amaba? Que ridículo.

—Aún eres un desconocido para mí.

Salí del lugar y caminé por la calle viéndo mi móvil con la ubicación de la parada del autobús, las calles eran muy solitarias y oscuras, ¿En qué me había metido? Lo único que daba algo de visibilidad era un farol a la mitad de cada calle, tenía miedo y mucho frío.

—Hola linda —dijo un hombre a mis espaldas, no, otro borracho no.

Traté de ignorarlo y seguí caminando a paso largo, pero él estaba siguiendome.

—¿Por qué tan sola? ¿Quieres ir a divertirte? —dijo para luego reír, esto no podía estarme pasándo.

El miedo me invadía, así que sólo pensé en correr, al ver mi acción él también empezó a correr tras de mí, no había absolutamente nadie en el lugar, maldita sea. Traté de correr más rápido, pero este lo fue más y me tomó de la cintura.

—¡Déjame! —grité tratándo de soltarme de su agarre.

—Nos divertiremos —dijo y empezó a besar mi cuello, mientras que con una de sus manos trataba de subir mi blusa.

—No, déjame, ¡ayuda! —grité con todas mis fuerzas, sin embargo no había nadie cerca, empecé a desesperarme y llorar.

—¡Ha dicho que le dejes! —dijo otro chico alejándolo de mí, para luego darle un golpe en la cara.

Él chico lo tomó del saco con furia y lo siguió golpeando hasta dejarlo inconsciente. Se giró hacia mí y pude verlo mejor, era un chico alto, tez blanca y pelinegro, no parecía ser asiático, tenía muchos tatuajes en su brazo y cuello, su puño estaba lleno de sangre.

—¿Estás bien? —preguntó acercándose a mí.

—No me hagas nada —dije sollozando, mientras retrocedía.

—No te haré daño, lo juro, sólo quiero saber si estás bien —dijo viéndome con preocupación.

No le respondí, sin embargo empecé a llorar más fuerte, tenía un ataque de nervios en esos momentos. Él se acercó lentamente hacia mí y acarició suavemente mi cabello.

—Todo está bien, ya estás segu... —no terminó la oración, pues ya me encontraba aferrada a él, llorando en su pecho, con todo el temor del mundo.

No dijo nada, sin embargo no correspondió hasta después de unos segundos, paso su brazo por mi cintura y reposo suavemente su barbilla en mi cabeza.

—Ya no tienes de que preocuparte.

—Gracias —dije ya más calmada.

—¿A dónde ibas tan tarde? —preguntó, llevándo una mano a su cabello para acomodarlo.

—Seúl.

—Seúl está a tres horas —dijo y sacó una cajetilla de cigarros de su bolsillo, para luego llevar uno a sus labios y encenderlo.

—¿Cómo es que tú luciendo así, eres mejor persona que alguien de traje y corbata? —dije viéndolo a él y luego al hombre en el piso.

Él soltó una risa, no entendía que era tan divertido, inhalo de su cigarrillo y segundos después soltó el humo para hablar.

—Te dejas llevar mucho por las apariencias niña, no se trata de como luces, sino de como eres, incluso un vagabundo es mejor persona que un empresario.

𝑺𝑰𝑴𝑷𝑳𝑬 𝑴𝑨𝑮𝑰𝑨 𝑰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora