#04-🥀Reencuentro🥀

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—Te extrañé mucho —dije y le sonreí.

—Yo también te extrañé... —dijo y me dio un tierno beso en la frente.

Tomó mi mano y empezamos a caminar en silencio entre las distintas plantas que se encontraban en el lugar. Aún debía estar confundido y haciéndose miles de preguntas, pero yo también necesitaba respuestas.

—¿Por qué estás aquí? —le pregunté.

—...Mmmh, por nada, no te preocupes —dijo y volteó a ver hacia otro lado.

Claramente no quería decírmelo y yo tampoco podía mencionarlo, sentía mucha impotencia, pues no podía interferir en la muerte de alguien o incluso la vida, solamente me quedaba esperar a que él no tomase esa decisión.

—Eres mi mejor amigo, ¿Sabes? Te agradezco tanto todo lo que hiciste por mí, aunque no lo recuerdo, alguien me dijo que incluso diste la vida por mí...¡Yo también daría mi vida por tí! —dije y le sonreí.

—Yo tampoco sé de que hablas, pero de nada...Mejor amiga —dijo y rió.

Lo digo y lo seguiré diciéndo se veía jodidamente hermoso cuando sonreía. Él era demasiado guapo, su cabello perfecto, aquellos ojos que te podían en ellos con sólo verlos y sobre todo su vibra tan hermosa.

—¿Y tú qué haces aquí? —preguntó devuelta.

—Estoy aquí por tí, te extrañaba, tenía que agradecerte por salvarme y llevárme a mí hogar otra vez...Así que tienes que asegurarte de estar sano, porque vendré seguido —dije y le sonreí, acto que él siguió.

—¿Estarás conmigo de ahora en adelante? —preguntó tímidamente y yo asentí.

—Pinky Promise —dije y entrelazamos nuestros meñiques.

Espero y así Damian sepa que no va a estar solo y que yo siempre estaré cerca de él.

—¿Tienes hambre? —preguntó y yo de inmediato asentí.

—Si, si, si...No sabes el hambre que tengo, desde que volví a mi templo no he comido nada, porque disque yo no lo necesito, pero si lo extraño —dije haciéndo un puchero a lo que él rió aún más fuerte.

—Iremos a mí apartamento —dijo y seguímos caminando hasta llegar al sendero donde se encontraba su auto.

—¿Estará ahí tu familia? —pregunté y él negó.

—Quería estar solo, así que vine unos días a mí apartamento a pensar...Vamos —dijo y me abrió la puerta del auto.

—Gracias —le dije y luego él también subió.

[...]

Llegamos a su apartamento y pasamos lo que quedaba del día juntos, mientras hablábamos algunas tonterías que nos hacían reír a ambos y cociné Japchae para almorzar.

—Vaya, ¿Dónde aprendiste a cocinar tan bien? —preguntó mientras sonreía.

—No lo sé, creo que alguien con un gran talento culinario me enseñó —dije y también sonreí.

—Necesito probar más de tu comida.

—Lo harás, sólo trata de mantenerte bien y saludable —dije y él asintió.

—Nunca creí que de verdad iba a verte... —dijo de la nada.

—¿Eh?

—Lo que quiero decir es...Siempre soñé contigo y por alguna razón siento que te conozco muy bien, aunque no sepa cómo, creí que ese ser con alas solo viviría en mi cabeza, pero no fue así, llegaste y eras tú, aquella pequeña niña con alas, hermoso cabello y una corona muy lujosa...

𝑺𝑰𝑴𝑷𝑳𝑬 𝑴𝑨𝑮𝑰𝑨 𝑰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora